Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

martes, 27 de mayo de 2008

CECILIO ACOSTA: VENEZOLANO DEL MUNDO

Andrés Scott Peña*


“COMO ARTIFICE DE LA LENGUA, COMO LITERATO Y PUBLICISTA, CECILIO ACOSTA VIVIRA EN LOS LIBROS; POR SUS DOTES DE SENTIMIENTO VIVIRA SIEMPRE (ME ATREVO A ASEGURARLO) EN EL CORAZON DE LOS AMERICANOS” MIGUEL ANTONIO CARO

Seria un exabrupto el creer que en tan cortas líneas se pudiese condensar una obra tan dilecta y trascendental como la heredada de la pluma de un escritor de la talla de Cecilio Acosta. Mas sin embargo, al cumplirse 124 aniversario de su muerte, no puedo dejar de transmitir tan magna obra académica de este venezolano del mundo
Nació este admirado amigo de las letras en San Diego de los Altos una mañana del 01 de febrero de 1818. Fue Jurista Orador y Poeta entre otros muchos roles que le endilgo la vida. Entre sus escritos se hallan estudios sobre Literatura, Historia, Derecho, Sociología, Filología e interesantes ensayos en que analiza certeramente la realidad de la problemática social imperante para la época en nuestro país. Destacamos dentro de sus obras: “COSAS SABIDAS Y COSAS POR SABERSE”.
Se graduó en la Universidad de Caracas de Licenciado en “Derecho Civil”. Asimismo su perfil académico emergió imponente al mundo en el año de 1869 al ser uno de los pocos venezolanos en ser reconocido como Individuo de número por la “Real Academia Española”. Bien lo describe en su obra “APRECIACIÓN LITERARIA DE CECILIO ACOSTA” escrita por “JOSE MARTI” cuando dice:

“Sus manos, hechas á manejar los tiempos, eran capaces de crearlos. Para él el universo fue casa; su patria, aposento; la historia, madre; y los hombres, hermanos; y sus dolores, cosas de familia, que le piden llanto. El lo dio á mares. Todo el que posee en demasía una cualidad extraordinaria, lastíma solo con tenerla á los que no la poseen y se le tiene á mal que amase tanto. En cosas de cariño su culpa era el exceso. Una frase suya da idea de su modo de querer: oprimir a agasajos”

Mantuvo profusa relación epistolar con lo más granado del mundo intelectual de aquel entonces, sin hacer distingos de nobleza, raza o corriente de pensamiento académico. Entre ellas debemos destacar las dirigidas a: Epsilon Kappa, Al Dr. Ricardo Ovidio Limardo, Al Sr. Héctor F. Varela, A Don Aureliano Fernández Guerra, Al Dr. Pablo Acosta, a Don Rufino J. Cuervo, al Sr. Florencio Escardo, a Don José M. Samper y Miguel A. Caro entre muchos otros que supieron granjear la intelectualidad del literato venezolano.
El 04 de febrero de 1855 pronuncia discurso en la asunción de mando del Gral. José Tadeo Monagas, en su segundo periodo, como miembro de la ilustre Universidad de Caracas. En el mismo pronunciaría frases de estoica profundidad como:

“Yo hablo de la situación y no de los hombres; del porvenir y no del pasado, velo: en política quien no olvida, no vence, quien no perdona, no triunfa. Flojos ya y sin fuerza los resortes de los partidos, amellados los filos de los odios, sin crédito los apellidos de bandos, diezmadas las poblaciones por la guerra, cansados los ánimos, yo no veo mas que un pensamiento común: el pensamiento de la paz”

Se le confirió el titulo de “Socio Honorario” de la “ACADEMIA DE BELLAS LETRAS DE CHILE” en el año de 1874; años mas tarde, en 1877, también le conferirían tal honor en la “ACADEMIA COLOMBIANA DE LA LENGUA”, lo cual le honró en sobremanera y le prodigó justo reconocimiento a la investidura egregia de tan noble pensador venezolano. Finalmente en las postrimerías de su vida seria nombrado como: “Oficial” de la “ACADEMIA DE FRANCIA”
Muere Cecilio Acosta en la ciudad de Caracas, capital de Venezuela, un 08 de julio de 1881 a la edad de 63 años. Su deceso ocurrió en la más íngrima soledad, tamaña incoherencia quien a todos alumbró, muere en la oscuridad; quien dio a tantos, fenece cobijado solo por la intemperancia del tiempo. Su cortejo fúnebre transcurrió durante una lluviosa jornada donde solo los más allegados estuvieron. El recorrido fue largo hasta el Cementerio General del Sur. Solo le hablarían su hermano y el Padre José León Aguilar, quien sin tapujos reclamo, voz en cuello, la irracional actitud del gobierno imperante en aquella fatídica hora para las letras venezolanas. Tal atrevimiento seria cobrado por Antonio Leocadio Guzmán con severa prisión y exilio del precitado clérigo.
Pesará sobre las espaldas del Guzmáncismo (Antonio Leocadio Guzmán), por siempre y para siempre, la tamaña estolidez de execrar del quehacer nacional a tan admirado ciudadano ejemplo para la Republica toda. Las últimas palabras de este insigne genio de las letras americanas las diría al Escritor Felipe Tejera, intimo amigo y fiel compañero en las lides literarias, cuando expreso: “LA MUERTE ES UN VIAJE COMO OTRO CUALQUIERA. MUERO CRISTIANO”
Debo cerrar esta breve reflexión con ribetes literarios con palabras del gran escritor Manuel Alfredo Rodríguez, quien con su prolijo verbo y su afán historiográfico supo engrandecer el eximio rol de literato de Cecilio Acosta cuando dice:

“En la Venezuela de nuestros días Cecilio Acosta tiene mucho que hacer y mucho que enseñar. No es posible olvidar o dejar de lado a quien creyó en el trabajo, la utilidad de la enseñanza práctica y la capacidad renovadora de la juventud. No podemos ni debemos prescindir de quien fuera cultor de la belleza, maestro de hablistas y dechado de pulcritud”



*Profesor de Ciencias Económicas - UNERG (Venezuela). www.scott.tuportal.com