Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

viernes, 30 de abril de 2010

El viaje de Marco Natera Mumaw

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Jeroh Juan Montilla
Este 28 de abril se ha marchado a la eternidad nuestro amigo Marco Natera. Ingeniero agrónomo y profesor de la Universidad Rómulo Gallegos. Joven de dedicado espíritu científico. Gran herpetólogo. Músico y cantante. Fundador y promotor de ASOFAUNA y de los bomberos universitarios de la UNERG. Empleado del CELLUNERG, donde aún se conserva gran parte de su trabajo de investigación en un interesantísimo muestrario de reptiles y ofidios. Son abundantes sus escritos sobre serpientes, Internet lo testifica. Con Marco, Marquito como cariñosamente lo llamamos aprendimos que las culebras no eran ese atavismo que nos asalta desde la infancia, que estas también tienen su lado de maravillas para el conocimiento tanto en la ciencia como en la historia. Recuerdo nuestras conversaciones, donde él cruzaba sus apreciaciones científicas con mis construcciones literarias, mágicas y artísticas sobre los sinuosos reptiles que tanto le apasionaron. Siempre asociaré su imagen al místico hindú Yogananda, fue uno de nuestros últimos temas de tertulia. Esperamos Tibi, Vale y yo que hoy estés arribando al hermoso reino de Amitaba, el Buda del Paraíso. Aquí, en este plano terrenal tu personalidad fue pacífica, segura de si y llena de gestos de bondad, te lo mereces. Un abrazo infinito amigo Marco.

Científico dice que Bolívar murió envenenado

BBC Ciencia


"La mayoría de los signos y síntomas apuntan a un envenenamiento crónico y lento, como el que resultaría de beber agua contaminada."

Paul Auwaerter, director clínico de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins


"Al final, todo su cuerpo estaba derrumbándose. Y vivió durante bastante tiempo así. La idea de un envenenamiento gradual por arsénico es una buena explicación que vincula a todos estos síntomas."

Prof. Paul Auwaerter

Simón Bolívar (óleo de Ricardo Acevedo Bernal)

Se pensaba que Bolívar murió a causa de tuberculosis.

Simón Bolívar no murió de tuberculosis, como se pensaba previamente. Todo parece indicar que falleció envenenado con arsénico, afirma un científico en Estados Unidos.

Bolívar, una de las figuras históricas más influyentes de América Latina, murió el 17 de diciembre de 1830 y entonces se estableció la causa de su muerte como tuberculosis, una enfermedad prevalente en esa época.

Pero el fallecimiento del héroe venezolano siempre estuvo rodeado de misterio y ha sido uno de los enigmas científicos más estudiados en la región.

El profesor Paul Auwaerter, director clínico de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, decidió enfrentar el desafío de desvelar el misterio de la muerte del Libertador.

El científico -quien presentó las conclusiones de su investigación durante la Conferencia de Clinicopatología Histórica que se celebra en la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en EE.UU.- afirma que la muerte de Bolívar fue causada por envenenamiento crónico por arsénico el cual condujo a una grave enfermedad respiratoria.

"La mayoría de los signos y síntomas apuntan a un envenenamiento crónico y lento, como el que resultaría de beber agua contaminada", expresa el investigador.

Varios síntomas

La mayoría de los signos y síntomas apuntan a un envenenamiento crónico y lento, como el que resultaría de beber agua contaminada

Paul Auwaerter, director clínico de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins

Los registros señalan que antes de morir Bolívar padeció una enfermedad muy larga con una amplia variedad de síntomas, incluidas crisis frecuentes de pérdida de conciencia, oscurecimiento de la piel, pérdida extrema de peso, tos, agotamiento y dolores de cabeza persistentes.

El profesor Auwaerter cree que el contacto de Bolívar con arsénico pudo haber sido "totalmente posible".

"Se sabe que Bolívar ingirió arsénico como un remedio para algunos de sus frecuentes males: dolores de cabeza recurrentes, debilitamiento, hemorroides y sus episodios crónicos de pérdida de conciencia", dice el investigador.

"En esa época el arsénico era un remedio médico común. De hecho, recientemente se descubrió que un líder contemporáneo de Bolívar, Jorge III (de Inglaterra), mostró niveles muy altos de arsénico en su tejido corporal", agrega.

"Parece que Bolívar se autorrecetó con éste".

El científico comenzó su investigación revisando los datos de la enfermedad que eventualmente condujo al fallecimiento del Libertador.

Tal como explica, las dos últimas semanas de su vida se le vio consumido y extenuado, tosiendo constantemente y produciendo grandes cantidades de esputo verde.

Al final, todo su cuerpo estaba derrumbándose. Y vivió durante bastante tiempo así. La idea de un envenenamiento gradual por arsénico es una buena explicación que vincula a todos estos síntomas

Prof. Paul Auwaerter

En la autopsia se encontraron indicios de un fluido verde en los pulmones y corazón y sus médicos concluyeron que el líder murió a causa de tuberculosis debido a los síntomas respiratorios de su última enfermedad.

Hay que recordar, dice el científico, que se está hablando de una época en la cual no existían los medios ni la capacidad de confirmar una muerte por tuberculosis.

"El fluido verde en los pulmones y el corazón es un signo muy sugerente de una infección bacteriana llamada bronquiectasia, que era muy común en ese tiempo", explica el profesor Auwaerter.

"Es muy poco probable que el fluido verde en la cavidad pericárdica represente tuberculosis".

El científico agrega que Bolívar pudo también haber tenido un tumor en los pulmones que le provocó una severa ronquera, con una voz tan baja que difícilmente podía escuchársele durante los últimos seis meses de su vida.

"El cáncer de pulmón pudo haber sido otra complicación del envenenamiento crónico", afirma el profesor Auwaerter.

¿Asesinato?

Se sabe que el revolucionario venezolano fue víctima de varios intentos de asesinato durante su carrera, así que el investigador estadounidense no puede descartar que su muerte haya sido provocada.

Simón Bolívar

Bolívar fue víctima de muchos intentos de asesinato a lo largo de su vida.

Pero tampoco descarta que pudo deberse a un lento envenenamiento resultante de beber agua contaminada.

"Bolívar pasó mucho tiempo en Perú", explica el científico.

"Y allí se han encontrado cuerpos momificados cuyos análisis revelan altos niveles de arsénico".

"Esto indica la posibilidad de que el agua en Perú pudo haber tenido niveles inusualmente altos del veneno, que se encuentra de forma natural en la tierra".

Por esta razón y la posibilidad de que consumiera arsénico para remediar sus males, Paul Auwaerter cree que se trató de un envenenamiento lento.

"Es poco probable que fuera un envenenamiento inmediato. Mis hallazgos son más consistentes con el envenenamiento crónico debido a sus síntomas, como oscurecimiento de la piel, dolores de cabeza, pérdida extrema de peso".

"Al final, todo su cuerpo estaba derrumbándose. Y vivió durante bastante tiempo así. La idea de un envenenamiento gradual por arsénico es una buena explicación que vincula a todos estos síntomas".

Pero el investigador agrega que es muy difícil llegar a una conclusión definitiva.

"Si algún día pudiera exhumarse el cuerpo habría muchas cosas que podrían analizarse. Y una prueba para detectar arsénico en el tejido y cabello de Bolívar podría resolver algunas de nuestras interrogantes", expresa.

Tomado de: http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/04/100429_bolivar_envenenado_men.shtml

jueves, 29 de abril de 2010

DIARIO DE VERANO. MOSCÚ, 2006.

EDGARDO MALASPINA

JUEVES, 7 DE SEPTIEMBRE

El viento sopla fuertemente y hace frío. Paseo media hora con el perro. Llegó hasta la estación del Metro Kitai Gorod. Luego de preguntar mucho y sortear todo tipo de entradas y caminos encuentro el museo de Maikovski. Fue creado en 1937 en el apartamento donde vivía el poeta. Allí están sus cosas personales: muebles, cuadernos de notas y libros. En museo está diseñado en esa atmósfera futurista, corriente artística seguida por Maiakovski, quien pretendía romper con el pasado para construir el porvenir irrespetando las reglas y normas del arte y la literatura: hay un desorden premeditado en las exposiciones y colocación de los objetos. A una silla le falta una pata, una mesa tiene sus cuatro patas desiguales, una Venus de Milo yace en el piso destrozada para negar el arte convencional, dibujos de jirafas significan algo grande. Unas bolas metálicas unidas por un mecate nos muestran la pesadez de la rima que el poeta debe arrastrar. Las pinturas tienen líneas irregulares. Un cuadro de Nicolás II, el último zar, está colocado al revés para indicar su derrocamiento. Los afiches propagandísticos de Maiakovski a favor de la revolución están sobre el piso. Una máquina de escribir está pegada a una pared. Camino y llego hasta la habitación donde el poeta se quitó la vida de un plomazo. Allí está el diván donde dormía, su biblioteca, su escritorio, la chimenea. La guía se acerca y me dice: “La camisa que llevaba el día de su muerte la tenemos en el depósito. Aún tiene rastros de sangre y la sacamos en ocasiones especiales”. Me muestra los últimos zapatos del poeta. Son de color marrón y grandes, calzaba más de 45.

El museo está pintado con colores oscuros, tiene varios pisos y lo recorro de arriba hacia abajo por una escalera en forma de espiral. En un lado está un retrato de Diego de Rivera con una nota sobre el movimiento literario ruso “inspirado cada día más en los dolores de la vida del pueblo y en la cruda exposición de su miserias y en sus nobles ansias de mejoramiento social merecedor de toda atención y estudio”.

En una columna está una Mona lisa sin dos dedos en una mano. En unas jaulas de hierros hay algunos papeles.

Al final del recorrido varios de los visitantes empezamos una tertulia. Una señora dice que en el 2002 el museo fue visitado por la hija de Maikovski, quien es ciudadana norteamericana. Alguien estornuda y la guía dice: “ ¡Fijense que es verdad ¡”. En efecto, los rusos creen que si alguien estornuda cuando se habla, entonces lo dicho es veraz.

La guía, una anciana pasada de kilos, dice: “Si, si. Yo la recibí y le pedí que me mostrara el boleto de entrada. Me dijo que no lo tenía. Luego se identifico y yo sentí vergüenza. Me puse roja como un tomate”.

Un señor , ingeniero constructor según sus propias palabras, dice: “ El museo es pesado. El color marrón es negativo. A Maiakovski lo mató la KGB. Tenía sífilis. Las mujeres por eso lo rechazaban”.

Interviene la guía:

-A las personas se les califica de la cintura para arriba. No es honorable hablar de las partes bajas.

Llego hasta el Museo del Ajedrez, ubicado en un edificio que sirvió también de club para los ajedrecistas de Moscú en el bulevar de Gogol . Cerca está una casa que perteneció a los decembristas, el grupo de militares que trató de derrocar alzar en el siglo XIX.

El Club de Ajedrez fue fundado en 1956 a petición de Botvinik, Smislov y Petrosián, entre otros grandes maestros del juego. Aquí se juegan las eliminatorias para seleccionar el equipo ruso que participará en los torneos mundiales. Además de los mencionados han jugado en el club Tal, Spaski, Karpov, Kasparov y Fisher, quien una vez visitó Moscú para jugar con Petrosian.

En el se editan la famosa revista rusa sobre ajedrez “64” , y los periódico “Analisis ajedrecístico”y “Semana del ajedrez”. Este último fue dirigido por Spaski.

El Museo del Ajedrez se abrió en los espacios del club en 1980. La directora Tatiana Kolesnikovich me muestra las exposiciones con sus respectivas explicaciones. Hay juegos de casi todas partes del mundo. Uno de origen chino se lo regaló Mao Setung al doctor Vasilenko por haberle curado una gastritis. Otros, también de China tiene por piezas unos jeroglifos y fue inventado para los más pobres Hay varios fabricados por los presos del Gulag : uno de madera, otros de palitos de fósforo, y otros más de alambre púas .Un juegos fue hecho tomando en cuenta las condiciones de la gravedad especialmente para los cosmonautas . Un ajedrez con figuras de cartón fue elaborado en Leningrado durante su blocada en la segunda guerra mundial. Un ejemplar de Mongolia tiene de reyes a unos pastores de ovejas. En rey Federico de Alemania se enfrenta a Napoleón en otro juego con sus soldados en uniformes de la época. Hay uno con imanes para las carreteras; mientras que para los barcos hay otro diseñado en forma de porfiados.

El de figuras en miniatura se lo obsequiaron a Brezhnev. La mesa en la cual jugaron Karpov y Kasparov el campeonato mundial en 1984-1985 está con su tablero y figuras. La directora me permite sentarme frente a ese mueble, escenario del campeonato más largo de todos los tiempos con 48 partidas. Casi doce mil libros sobre el juego están en la biblioteca, incluyendo unos muy antiguos escritor por Philidor . En la galería hay bustos de algunos personajes que amaban el juego: Iván El Terrible, Napoleón, Voltaire, Pushkin, Lermantov, Turguenev, Lenin y Gorki .

Los trabajos de buhoneros, limpieza de las calles y de aseo urbano, es decir los más bajos y sucios son realizados por gente de las antiguas repúblicas de la URSS.

Los rusos hablan de nueva “mentalitet”, para referirse a la manera distinta de ver las cosas ahora en comparación con el socialismo. La palabra seguramente proviene del francés.

miércoles, 28 de abril de 2010

200 AÑOS DEL 19 DE ABRIL DE 1810 Y 10 AÑOS DE TAL CUAL. PERIODISMO CLARO Y RASPAO




Los mitos de la República Bolivariana de Venezuela comenzaron a gestarse el 19 de abril de 1810. Dos siglos después, Tal Cual intentará explicar "claro y raspao" qué fue lo que ocurrió en el Cabildo y revisará las implicaciones económicas, sociales y políticas de la efeméride, así como el rol que jugaron el arte y la prensa de la época...

EL PRÓXIMO VIERNES 30 DE ABRIL SALE LA EDICIÓN ANIVERSARIA DE TAL CUAL. PERIÓDICO DE AVANZADA BAJO LA DIRECCIÓN DE TEODORO PETKOFF Y UN EXCELENTE EQUIPO DE PERIODISTAS Y COLABORADORES.

domingo, 25 de abril de 2010

UNA MIRADA RETROSPECTIVA SOBRE EL 19 DE ABRIL DE 1810 A PROPÓSITO DEL BICENTENARIO

Discurso de Orden pronunciado en la Ilustre Cámara Municipal del Municipio San Jerónimo de Guayabal – Estado Guárico, en ocasión de conmemorarse el Bicentenario del 19 de abril de 1810

San Jerónimo de Guayabal, lunes 19 de abril de 2010.


Dr. Felipe Hernández G.*




Una vez más vuelvo a la amable, pintoresca y bucólica población de San Jerónimo de Guayabal, por expresa disposición de los gentiles concejales de la ilustre Cámara Municipal, quienes diligente y unánimemente atendieron la propuesta formulada por el eximio Cronista Oficial del Municipio, profesor José Solórzano Pérez, para que me designaran como Orador de Orden, en ocasión de la Conmemoración del Bicentenario del 19 de abril de 1810. Así me lo comunicaron oficialmente la presidenta y el secretario de la Cámara, profesores Ana Dominga Infante y José Correa, respectivamente. A todos, así como a su alcalde, señor José Francisco Morales y demás autoridades de esa Corporación, nuestra eterna y sincera gratitud.

Sobre los hechos históricos que se sucedieron un día como hoy hace 200 años, iniciamos nuestra disertación diciendo que con este 19 de abril se inicia el año para conmemorar solemnemente el Bicentenario de la Independencia Nacional, el cual se concretará el año próximo, el 5 de julio de 2011, y esto no sólo vale para Venezuela, sino para la mayoría de los países de la América Hispana. Por lo tanto, es un evento único, el cual nos ha tocado el privilegio de vivir como testigos, singular privilegio que nos debe invitar a la reflexión, al replanteamiento de muchas posturas de nuestro acaecer como sociedad, y nuevamente comprender la importancia y la utilidad de la Historia. Puesto que esta nos nutre y nos rodea simultáneamente.

Como todos sabemos, con los sucesos políticos del 19 de abril de 1810, nuestro país dio su primer paso en firme hacia la independencia, hecho que ha determinado que en muchos escenarios se de por cierto que en esa fecha se selló la independencia, error frecuente, ya que aquel día sólo se constituyó la Junta Defensora de los Derechos de Fernando VII. La histórica decisión no fue tomada sino después de transcurrido un año, dos meses y diez y seis días: el 5 de julio de 1811.

Tan magna fecha, no debe servir únicamente para la recordación del acontecimiento, lugares, personajes y episodios ya bastante conocidos, sino para la interpretación reflexiva (e incluso para la reinterpretación) de dichos eventos y procesos, y también para concatenarlos con nuestro presente, en aras de darle a nuestro futuro una guía luminosa en el largo camino que es el devenir de la Historia, la cual permanentemente nos envuelve como protagonistas y nos invita también a hacernos autores de la misma.

En atención a lo planteado, coincidimos con el historiador Manuel Rodríguez Campos (2009), cuando expone que: "Lo que nos debe interesar es darle el sentido correcto a los hechos, con toda objetividad, para que se narre lo que ocurrió sin adjetivaciones y sin interpretaciones fuera de contexto".

Con los sucesos del 19 de abril se inició el proceso independentista de nuestro país, proceso emancipador que se desarrolló entre los años 1810 y 1821 para romper los lazos coloniales que existían entre ese territorio y el imperio español. Este proceso se unió y extendió al llevado a cabo en otros países de América, que alcanzaron también su independencia. Entre los factores más influyentes se suele destacar el deseo de poder de los grupos criollos que poseían el estatus social y económico pero no político, la introducción de las ideas del Enciclopedismo, la Ilustración y la declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y el reinado de José I de España.

El 19 de abril de 1810, después de la invasión napoleónica a España, los miembros del Cabildo de Caracas desconocieron al entonces Capitán General de Venezuela, don Vicente Emparan y Orbe, por representar los intereses de Francia y de un Rey extranjero e impostor. Se argumentó que actuaban en nombre de Fernando VII, rey depuesto de España, y en desobediencia de José I Bonaparte. Se estableció una Junta de Gobierno (Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII) que tomó varias iniciativas, entre otras, establecer juntas similares en las provincias de Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida, y enviar delegaciones diplomáticas a los países que podían apoyar la insurrección: el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Estados Unidos y Nueva Granada. En otras palabras, se declaran leales a Fernando VII, pero establecen un gobierno propio.

A raíz de los sucesos del 19 de abril de 1810, el cabildo caraqueño quedó transformado en gobierno, asumiendo posteriormente el nombre de Junta Suprema de Caracas, gobernando las Provincias de Venezuela. El día 11 de junio de 1810, la Junta Suprema convocó a unas elecciones que serían de dos grados. Una para nombrar electores para las parroquias y la otra para que los electores parroquiales eligieran los diputados (principal y suplente) a razón de uno por cada 20.000 habitantes, que nos habrían de representar en el Congreso, llamado Cuerpo Conservador de los derechos de Fernando VII. El número de diputados fue de 42 por las 7 provincias en que hubo elecciones. Estas finalizaron en noviembre de 1810.

En palabras de la historiadora Inés Quintero (2010): Estos hechos significaron una mudanza política importante, ya que el autonomismo, no solamente tuvo como consecuencia que los cabildos asumieran el control, sino que impuso la necesidad de atender el principio de la representación. Es decir, atender la composición de esos organismos de poder local, por la vía de celebración de elecciones. Entonces puede interpretarse que en esta fecha estaríamos conmemorando el autonomismo como ejercicio del poder por parte de los poderes locales.

El Cuerpo Conservador, llamado luego Congreso Nacional, se reunió en Caracas el 2 de marzo de 1811. Su primer Presidente fue Felipe Fermín Paúl. Una vez instalado el Congreso, la Junta Suprema declinó ante él sus poderes. Se procedió en consecuencia a elegir un poder ejecutivo, constituido por un triunvirato: Cristóbal Mendoza, Juan de Escalona y Baltazar Padrón.

El 19 de abril de 1811 se celebró el primer aniversario de la destitución de Vicente Emparan. Para esta fecha ya la Junta Patriótica de Agricultura y Economía, creada por decreto de la Junta Suprema en agosto de 1810, presionaba al Congreso para que declarara la independencia de España. Jugaron aquí papel fundamental los jóvenes mantuanos, entre ellos Simón Bolívar, e igualmente Francisco de Miranda, quien había regresado en diciembre de 1810 a Venezuela y había conseguido que la junta lo acogiera con entusiasmo. Pronto logró Miranda intervenir activamente en política.

La prensa también presionó a favor de la independencia. Destacan en este sentido los periódicos: El Patriota Venezolano, órgano de la Sociedad Patriótica. El Publicista Venezolano, El Semanario de Caracas y El Mercurio Venezolano.

Para julio ya el Congreso había tomado medidas incompatibles con el mantenimiento de la autoridad del Rey, recomendando a una comisión de diputados la redacción de un proyecto de constitución. El 4 de julio fue turbulento en el seno del Congreso, debatiéndose acaloradamente la declaración de independencia. Bolívar pronunció su primer discurso político, pidiendo que el Congreso oyera a la Junta Patriótica y que ésta enviara una comisión al Congreso para comunicarle los sentimientos de la juventud revolucionaria. Decía Bolívar: La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación: pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos”.

Como se puede ver, la Junta de la Sociedad Patriótica nació como un órgano para estimular la economía venezolana, pero en su devenir, los grupos sociales y políticos la orientaron para adelantar acciones y gestar la independencia y la autonomía del país.

El 5 de julio de 1811, a las 3 de la tarde, el Poder Ejecutivo, la Sociedad Patriótica y el Congreso coincidieron en declarar la independencia de Venezuela. Este día presentaron sus razones a favor de la independencia: Francisco de Miranda, Juan Germán Roscio, Fernando Peñalver, Andrés Bello, Carlos Soublette, Feliciano Palacio, Manuel Palacio Fajardo, Martín Tovar y muchos otros.

El Acta solemne de Independencia fue redactada por el diputado guariqueño, Juan Germán Roscio y el secretario del Congreso, Francisco lsnardi. El Acta fue leída y aprobada el día 7 de julio por los diputados presentes más el Secretario, a fin de entregarla al Ejecutivo, como se hizo el día 8. Pero lleva fecha 5 de julio por voluntad del Congreso, ya que este día fue aprobada por el Poder Legislativo que entonces tenía la primacía sobre los otros dos poderes por haber recibido directamente su mandato del pueblo soberano.

El Acta comienza así: En el nombre, de Dios todo poderoso. Nosotros, los representantes de las Provincias unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita. Barcelona, Mérida y Trujillo, que formaban la Confederación Americana de Venezuela, en el continente meridional, reunidos en Congreso... Una vez expuestas las razones que llevaron a tan solemne decisión, se, expresa lo siguiente: Nosotros pues a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo, que sus Provincias Unidas son y deben ser desde hoy de hecho y de derecho, Estados libres soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la corona de España. Así a raíz de los sucesos ocurridos un año antes, el 19 de abril, había nacido una nueva nación: que es nuestro país, Venezuela, el 5 de julio de 1811.

Ahora bien, desde nuestra perspectiva y dándole un carácter didáctico a la exposición, valdría la pena plantearse la consideración o interrogante siguiente:

¿Por qué se llegó a los sucesos que determinaron la histórica gesta del 19 de abril? Primero, porque España había perdido su autonomía como nación, al ser invadida por Napoleón Bonaparte en nombre de Francia y los franceses, con lo cual pasó a ser gobernada por un Rey extranjero, hermano del invasor, de nombre José Bonaparte o Pepe Botella; y segundo, por la revolución de los mantuanos caraqueños que determinó la conformación de una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Razón que le sirvió al Cabildo de Caracas para argumentar que el poder residía en ellos, y por lo tanto Emparan no estaba en condiciones de mandarlos, porque en España quien gobernaba era un rey impuesto, razón que les daba derecho a asumir el poder y los destinos en la conducción de la Provincia de Venezuela. Valga decir además, que en estas acciones la iglesia jugó un papel espiritual y orientador de capital importancia.

De lo expuesto se deduce, que el 19 de abril de 1810 renació la conspiración de los mantuanos, quienes en esta ocasión se habían procurado la cooperación de los batallones de veteranos o las milicias, así como el apoyo de los notables, los intelectuales, de parte del clero y otros sectores de la sociedad, y de un núcleo considerable del pueblo. Una vez eliminada la posibilidad de toda resistencia en la Península, los notables caraqueños concibieron la constitución de una junta similar a las formadas en España a fin de regir los destinos de esta provincia de ultramar.

En atención a lo expuesto, es preciso señalar que los consensos históricos siempre han sido escasos, y el 19 de abril no es la excepción, en ese sentido, la historiografía venezolana lo que ha hecho es mitificar los hechos, de ahí, que la historia moderna, entre sus retos se ha planteado correrle el velo a muchos de estos mitos y presentarlos tal como ocurrieron, para que se puedan entender en su justa dimensión, presentando a los hombres tal cual son, en su contexto económico, político y social.

De ahí, que el abordaje epistemológico de esta magna fecha patria debe hacerse partiendo de una cabal comprensión del tiempo histórico a la que corresponde, para percibir el proceso histórico bajo una noción de conjunto a través de una serie de relaciones interconectadas, donde se muestra la evolución de los hombres en todos sus ámbitos, costumbres, ideas, modos de vivir, pensar y sentir.

Como bien lo afirma Marc Bloch (1986) “es el hombre el protagonista principal y la historia quiere aprehender a los hombres”, es decir percibir y comprender al hombre desde los diferentes contextos de la dinámica social donde le corresponde desplegar, emprender o desarrollar acciones, ciertamente el hombre no es un ser aislado, pues, esta vinculado a los hechos políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos en un espacio y un tiempo histórico determinado, en toda su dimensión y profundidad, de tal manera, que en todo hecho-fenómeno-proceso se persigue la captación del tiempo histórico dando relevancia a la temporalidad.

El tiempo histórico debe constituir la piedra angular para el análisis de los sucesos del 19 de abril, apoyándose en dos elementos: lo temporal y lo social, al respecto en relación a la categoría del tiempo, Marc Bloch (1986) dice: “el tiempo en la historia es una realidad concreta y viva, es el plasma mismo en el que se bañan los fenómenos…”, y Reinaldo Rojas (1989) afirma: “Eso que se transforma y permanece es lo que denominaremos tiempo histórico, es una pluralidad”.

Tampoco es casual que Lucien Fevbre y Marc Bloch, considerasen que los procesos históricos deben ser abordados desde una perspectiva de totalidad, pero resaltando las especificidades, precisando el sentido de extensión mediante el análisis y la síntesis. El historiador por lo tanto debe tener esa capacidad de abstracción, como herramienta teórica para alcanzar la comprensión de una realidad histórica concreta, en este caso el proceso y las acciones que gestaron la independencia de Venezuela y de los demás países hispanoamericanos.

Es por eso, que en una entrevista dada por el historiador Tomás Straka (2010), en el Papel Literario del diario El Nacional, se formula la siguiente pregunta: ¿El Bicentenario de qué?

Y después se pregunta: ¿Lo que vamos a celebrar es el movimiento de la élite caraqueña para deponer a los afrancesados, para mantener las medidas revolucionarias de Francia lejos y garantizar, entre otras cosas, la integridad de la Fe Verdadera y el control de las esclavitudes?

Para responderse luego: Obviamente, no fue en esa dimensión, por determinante que haya sido para su desencadenamiento, lo que define la importancia del acontecimiento dos siglos después. Hay,… tres aspectos que ya se manifiestan ese día y que son los que le otorgan un carácter distinto al de un simple zarpazo del mantuanaje, avalando en alguna medida a quienes ven --como, insistimos, lo vieron sus protagonistas-- algo más que un acto de fidelidad.

El primero es la formación de un gobierno autónomo con respecto a la corona castellana. Aunque hubo antecedentes en los que el Cabildo tomaba el lugar del gobernador, y otros en los que se opuso a las leyes venidas de ultramar, nada era comparable con lo que acababa de ocurrir. Una cosa es un gobierno provisional bajo el Rey y otra ocupar el lugar del Rey. La Junta de Caracas, que despachaba por Fernando VII (¡y hasta se atrevía a firmar Su Majestad!), habló de unos criollos que se sentían con las suficientes fuerzas no sólo para ponderarse iguales a sus hermanos de la península --lo que en sí no era novedad y, de hecho, refrendaba las leyes-- sino para montar su propia regencia, vale decir, su propia monarquía, y cumplir las funciones del Rey cuando había ausencia absoluta. Roto el pacto que los unía al monarca --así argumentaron entonces y lo siguieron haciendo en el Acta de Independencia de 1811; así lo volvió a decir Simón Bolívar en la Carta de Jamaica, en 1815-- reasumieron la soberanía que habían delegado en él y, con ella, primero organizaron una junta en su nombre, después convocaron a un congreso y finalmente fundaron una república. Pero, la asunción de la soberanía, que prácticamente es la independencia, ya la habían hecho el 19 de abril.

El segundo se refiere a lo que se decidió hacer con esa independencia. Como explicaría años más tarde… Andrés Bello, una cosa es la independencia y otra la libertad. No fue el único que lo hizo, aunque tal vez --el "Libertador Intelectual" al fin y al cabo-- el que lo explicó mejor… Un país no es libre por ser independiente, lo es, por la libertad de sus ciudadanos...

Ya lo dijo Aristóteles: "La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor”. Y de Indira Gandhi aprendimos que: “No hay camino hacia la libertad, porque la libertad es el camino”.

El tercer aspecto abre un poco más el alcance de esa libertad. En el acto de formación de la Junta decidieron ampliarla con diputados en representación del clero y de los pardos… el gesto en sí mismo tiene una carga, sino democrática, al menos tendiente hacia eso, que es necesario resaltar. Puede alegarse que sólo se trató de un ardid de los mantuanos para calmar las tensiones que desde hacía un cuarto de siglo, más o menos, venían teniendo con las capas medias, de color, en su empeño por ascender socialmente; pero el solo hecho de darles representatividad y visibilidad en la nueva organización de la monarquía vernácula, habla de un proceso que se asoma hacia la igualdad, hacia lo que hoy llamaríamos inclusión.

De lo expuesto se deduce, que no se puede tener una sola mirada sobre este hecho, en vista de que mayoritariamente sólo se ha interpretado a través del vínculo que teníamos con España y no se ha relacionado con el proceso histórico que ocurría en Venezuela, que era llegar a la construcción de la República, al ejercicio de la soberanía, a la práctica de la representación y al ejercicio de la autonomía municipal y política.

Visto así, el 19 de abril de 1810, los venezolanos --al menos una parte, pequeña pero significativa: representada por la élite caraqueña-- emprendieron el camino para vivir independientes, en democracia y libertad.

Por supuesto, ese día no se podía saber todo lo que estaba por venir, es casi seguro que en la cabeza de quienes participaron en lo que en esencia era una reacción contra Francia y contra el peligro de que las provincias se les fueran de las manos, tuvieran siquiera una sospecha de eso. En rigor, nadie puede asegurar el motivo por el que será recordado, si es que llega a serlo.

Tampoco pueden identificarse en esa independencia, la democracia y libertad como un logro que se alcanzó en los desarrollos inmediatos, o incluso mediatos, del acontecimiento --además, cabe preguntarse desde este agitado, a trechos doloroso 2010: ¿de verdad se alcanzó? Pero sí vemos en ellos una línea que se prolonga hasta la actualidad. Ya nadie se acuerda de José Bonaparte ni del peligro francés, detonantes de la reacción inicial. Hasta borramos la estrofa del "Gloria al Bravo Pueblo" en la que se hablaba de ellos. Pero sí queda lo que de sustantivo tuvo para nosotros el 19 de abril: el camino de la independencia, la democracia y la libertad, expresado en valores fácilmente identificables, entre los que podemos señalar:

Una Constitución para que todos los ciudadanos estemos sometidos al imperio de la Ley, en un régimen de libertad, igualdad y fraternidad, que son los principios en que se fundamentó la Revolución Francesa en 1789. Recuérdese que una República deja de ser tal, cuando se pierde la igualdad de derechos entre sus ciudadanos y las leyes no se aplican con equidad a todos (Cuando no todos son iguales ante la ley).

Una división de poderes, para que haya igualdad y equidad, puesto que quien tiene y ejerce el poder, lo tiene todo para hacer el bien, pero no tanto para hacer el mal. Por eso es imperativo que exista la división y la autonomía entre los poderes.

El 19 de abril fue un momento eminentemente civilista, porque fueron los civiles quienes adelantaron todas las acciones que dieron al traste con más de 300 años de colonialismo. Entre estos dirigentes civiles había mucho de idealismo, y con su impronta de libre pensadores impulsaron de manera determinante para que se alcanzara la independencia de nuestro país y de otros países de Hispanoamérica, y luego, después de alcanzados los objetivos se retiraron, no se quedaron como apéndices del poder, lo que constituye un gesto de hidalguía e idealismo que les enaltece, legando a la posteridad una gran herencia moral. Nos dieron ejemplo en el dolor, que luego extendieron en la solidaridad con la patria.

Finalmente, aunque el 19 de abril de 1810 no fue declarada jurídicamente la Independencia de Venezuela, políticamente se produjo un cambio radical que culminó con la declaración el 5 de julio de 1811, lo que nos permite afirmar, que como cualquier fecha histórica, es susceptible a diferentes interpretaciones y polémicas que se van modificando en el tiempo, por eso la importancia de la Historia. No en vano George Orwell recordaba que “quién controla el pasado, dominará el futuro”, pues evidentemente en la afirmación, negación o manipulación del pasado, está la justificación del presente. Estos postulados permiten decir, que los principios que motivaron el 19 de abril mantienen plena vigencia, ya que hay tres valores fundamentales que no podemos soslayar ni perder de vista: la necesidad de ser libres, la unión y la afirmación de la propia identidad, para con ellos construir un proyecto propio, en consonancia con el tiempo que nos toca vivir.

Valle de la Pascua, 13 de abril de 2010.


REFERENCIAS

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NAVAS BLANCO, Alberto. (2007): Unidad de Tiempo”: Una Categoría para comprender la Evolución Histórica de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

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*Imagen tomada de http://fuegocotidiano.blogspot.com/2009/01/30-anos-de-la-publicacion-de-la.html

martes, 20 de abril de 2010

UNA REBELION DE “HOMBRES DE COLOR” EN CARACAS 1831*


Dra. Irma Marina Mendoza







RESUMEN

Pese al proceso de emancipación nacional, aún en 1831 predominaba una desigual estructura social, causante de la rebelión de “hombres libres de color” quienes buscan soluciones a la situación de pobreza, mediante la toma del poder. El intento fallido de asaltar la cárcel de Caracas y tomar el arsenal, origina fuerte reacción de la clase dirigente y una intromisión exagerada del Poder Ejecutivo,ambas expresadas en masivas detenciones y en juicios breves que culminan con el fusilamiento ejemplarizante de los dirigentes rebeldes y el secuestro de sus bienes e igualmente, el confinamiento o prisión del resto de los comprometidos. Contrasta la rigurosa aplicación de la justicia a los rebeldes con la benevolencia demostrada en otras manifestaciones armadas de oposición al régimen de turno.

Palabras claves: desigualdad, rebelión, justicia, fusilamientos, secuestros.


Hacia 1831, desde el punto de vista económico-social, predomina en Venezuela una estructura agraria explotada por los latifundistas y vinculada al mercado foráneo a través de casas comerciales exportadoras-importadoras, beneficiadas por el incremento de la exportación cafetalera, la cual consolida a los comerciantes quienes acumulan capitales, multiplicados simultáneamente, dada la condición de prestamistas. Lo antes expuesto se desarrolla en el contexto del capitalismo mundial expansionista, interesado en garantizar mercados para sus productos y controlar el suministro de materias primas (agropecuarias y mineras) destinadas a sus industrias.

Dos clases, latifundistas y comerciantes, entronizadas en el poder, no auspician medidas dirigidas a disminuir las condiciones de penuria de amplios sectores de la sociedad y, por el contrario, sólo agudizan pugnas entre explotados y explotadores. Basta con mencionar las luchas jurídicas que entablan antiguos esclavos liberados a través de diversas medidas puestas en práctica por el ejército patriota, para hacer de nuevo realidad la libertad, y cómo los “amos”, mediante subterfugios legales, tratan de impedir tal reivindicación. Frente a una desigual pelea de DERECHO, proliferan los HECHOS: fugas, rebeliones, alzamientos y conspiraciones.

Reacciones similares a la mano de obra esclava, expresan los “hombres de color libres”; tal es el caso de la fallida Rebelión del 11 de mayo de 1831 en Caracas. Hecho histórico precedido de una intensa actividad conspirativa, desarrollada en múltiples reuniones, dirigidas por el maestro-pintor y escultor Juan Bautista Betancourt y compartida, principalmente, con albañiles, para discutir- según la “documentación oficial” (1) de la época- la situación de pobreza a la que estaban sometidos y las posibles soluciones a los males derivados de ella. Se plantea, como salida, la imitación del ejemplo haitiano de exterminar a la población blanca para repartir sus bienes y remediar las necesidades de los pobres, un paso previo de acceso al Poder. Obviamente, incluyen como prioritaria la libertad de los esclavos. Todos los planteamientos se insertan en un programa posteriormente incautado a uno de los participantes: Severo Fuenmayor, junto con dos banderas, una de ellas de color negro. Lamentablemente desconocemos el contenido del referido documento, dada su exclusión de los diversos expedientes instruidos con relación a la rebelión y que reposan en la Sección: Interior y Justicia del Archivo General de la Nación (AGN) y en la Sección: Civiles del Registro Principal de Caracas (RPC) incorporada al AGN.

El grupo conspirador selecciona sitios de reunión en la afueras de la ciudad: bario El Platanal, Puente de San Felipe, Sabana de Palo Negro, Puente de San Pablo, Sabana de Narauli, en la Gallera y en la sede de la recién creada Sociedad de Instrucción Pública. Intentan pasar desapercibidos, en lugares públicos, dada la afinidad de los oficios desempeñados.

El grupo inicial, ampliado con la incorporación de esclavos, como fecha del estallido o retirados y desempleados, planifica como fecha de estallido de la rebelión el 11 de mayo de 1831. Los pasos a cumplir serán: 1) toma de la cárcel caraqueña para incorporar algunas personas claves detenidas, 2) asalto al arsenal, 3) toma del poder. Se da el primer paso, liberan a los prisioneros y muchos de estos se suman a la rebelión, pero la fortuita presencia de una ronda policial de seis hombres, en una ciudad sin milicias y en absoluta penumbra, origina confusión en medio del tiroteo. El factor sorpresa dispersa y anarquiza a los participantes, quienes no cumplen con el segundo objetivo: incautación del arsenal. Caracas despierta por la violencia y la propagación de información, dando cuenta de la muerte de los custodias del presidio y del propio alcalde. Reunidos en la Iglesia San Francisco, los hombres blancos dan una rápida respuesta: deciden tomar el arsenal, emplear todas las armas particulares disponibles y solicitan refuerzos de la Guaira, de donde se envían 40 hombres bien apertrechados. Constantes rondas diurnas y nocturnas en que participan: comerciantes, empleados públicos y extranjeros, entre otros, impiden el reagrupamiento de los rebeldes. La parálisis de la ciudad es total.

El Juez Tomás H. Sanabria, en correspondencia “reservada” remitida al Secretario del Interior, con fecha 27/05/1831 (2), juzga los acontecimientos de la siguiente manera:

....”examinada atentamente la causa que ha motivado la del 11 (de mayo de 1831) no se presenta otra que las de hombres famélicos que buscaban en el robo y el asesinato un medio de adquirir forma, aunque para lograr prosélitos se quiso rebestir (sic) con las apariencias de una guerra de clases y libertad de los esclavos” (3)

El mismo personaje exige y justifica acciones drásticas tomando en cuenta las pecularidades del momento. Argumenta en los siguientes términos:

“No es indiferente, Sr. Secretario que una porción de extranjeros (sic) atraídos por nuestro clima y ventajas y establecidos en el país con sus casa comerciales y fábricas de manufacturas, abandonen un suelo en que no pueden gozar la seguridad de sus personas el interés que les han ofrecido la constitución y las leyes, con ésto quedarían desiertos nuestros puestos y exaustas (sic) todas las fuentes de la riqueza natural. Nos es indiferente tampoco que esta numerosa se halle a merced de los vandidos (sic) cuando de ella parten todos los recursos

para la subsistencia de estos y demás gastos del gobierno”.....(4)

Las medidas represivas implementadas permiten la captura de un número considerable de indiciados, el acelerado juicio incoado busca el “escarmiento” para evitar la multiplicación de un ejemplo tan “nocivo para la sociedad”.

De acuerdo a la Ley sobre delitos, conspiración, traición, su juicio y penas del 14-10-1830 (5), los participantes en la rebelión son clasificados y juzgados por el grado de responsabilidad asumido. Información dispersa y fragmentada nos permite elaborar el siguiente cuadro de los considerados traidores de primer grado y por ende, sometidos a la pena máxima: FUSILAMIENTO.


Nombre

Origen

Condición étnico-social

Oficio o profesión

ARISMENDI Claudio

El Valle

Negro Esclavo

Desconocido

ASCANIO, Estanislao

Caracas

Moreno Libre

Albañil

BETANCURT,Juan Bta.

Caracas

Pardo Libre

Maestro – Pintor

BRAVO, Matias

Lima

Blanco

Sgto. Retirado

DIAZ, Eduardo

Caracas

Moreno Libre

Albañil

FRANQUIZ, Justo

Guarenas

Pardo Libre

Albañil

FUENMAYOR, Severo

Caracas

Moreno Liberto

Desconocido

HERRADA, Bernardino

Guarenas

Moreno Esclavo

Albañil

LUGO, José García

Desconocido

Pardo Libre

Albañil

MENDO, Policarpo

Caracas

Pardo

Desconocido

PEREZ, Alejandra

Caracas

Blanca

Desconocido

RENGIFO, José

Desconocido

Desconocida

Desconocido

URBINA, Fermín

Caracas

Esclavo

Albañil

Fuente: AGN, Sección: Interior y Justicia, T. XXII

La sentencia cumplida en la Plaza San Jacinto, en medio de un tenso ambiente, caracterizado por fuerte movilización de gente blanca, armada para contrarrestar la agitación y los efectos de propagandas, distribuidas en barrios caraqueños dirigidas a impedir la ejecución, nos revela la magnitud de la rebelión (6).

Pese a la información oficial de un “número insignificante” de implicados,hemos podido verificar (sin incluir cerca de 70 presos prófugos) que el número de procesados asciende a 76 y de fugitivos a 13, pero resulta difícil cuantificar las masivas detenciones e interrogatorios realizados por diferentes autoridades y específicamente, por los Jueces de Paz. Al pormenorizar por sexo obtenemos los siguientes datos: 59 procesados y 13 prófugos hombres, 17 procesadas. Con relación a las mujeres, consideramos significativa su participación. Del expediente de Alejandra Pérez, fusilada tres días después de parir, extraemos:

......franqueo su casa para las reuniones de los facciosos y que cooperaba con éstos a concertar los planes de que se le instruía y ella misma permanecía a las puertas de su habitación para abrirlas a los conjurados”.... (7).

Del resto de las mujeres comprometidas en la rebelión, conocemos la sentencia de Marina Gregoria Angulo (Mulata), condenada a cuatro años de presidio en Maracay; de Carmen Cueva (blanca), confinada en Margarita. Hombres y Mujeres procesados, recibieron el mismo trato: a) confinamiento, lo que implica, de hecho, una expulsión definitiva de Caracas, de estricto cumplimiento, pese a los cambios gubernamentales; b) prisión en Margarita, Maracay y Puerto Cabello.

La justicia se baso en el castigo implacable a los rebeldes y en el premio a quienes opusieron resistencia a la rebelión o delataron, de manera que un procesado como Pablo García, de gran responsabilidad en la planificación de la rebelión, aporta “Valiosa información” en contra de sus ex-compañeros, lo que significa conmutar su pena de muerte por 8 años de presidio, lo que genera una fuerte polémica dada la intromisión del Poder Ejecutivo (conmutador) en sentencia del Poder Judicial.

El Congreso aprueba una recompensa de 500 presos a José Rivero, quien dirigia la ronda que disperso a los rebeldes y 100 pesos a sus compañeros; igualmente otorga pensión vitalicia a los familiares de los custodias y del alcalde de la cárcel, muertos en el asalto. De los 80 presidiarios, seis no abandonan la cárcel y logran la dispensa del tiempo de prision (8).

En relación con los implicados, el documento titulado: Sobre el secuestro y venta de los bienes de los Reos de la conspiración del 11 de mayo, incorporado a la Sección: Civiles Letra C, N° 4, del RPC incorporado al AGN, resulta ilustrativo mencionar que sus casas, muebles y otras pertenencias son rematadas en actos públicos. Citemos el ejemplo del pardo Policarpo Mendo (fusilado), a quién se le secuestran varios solares y dos ranchos en la Parroquia Candelaria (Caracas), más la Hacienda La Boyera (ElHatillo), esta ultima propiedad conformada por 4.300 matas de café, 60 matas varias (membrillos, naranjos, limones, chirimoyas, granados, aguacates), 12 fanegadas de tierras castellanas de cultivo, 2 fanegadas de sabanas y las tierras arrendadas para el cultivo de maíz y una casa con escasos muebles.

Otros reos corren con la misma suerte pese a tener modestos bienes, muebles e inmuebles, como se evidencia en los respectivos inventarios y pese a ser condenados.

La rebelión tiene sus ramificaciones en los pueblos cercanos a Caracas y extiende su influencia hasta Rio Chico, Puerto Cabello y las haciendas del Centro – norte del país. Proliferan en ese mismo año 1831, rebeliones de negros y mulatos en Cumaná, Cariaco, Barinas, Puerto Nutrias, Llanos de Apure, Ocumare de la Costa, Tucacas y, en febrero de 1832, en Angostura (9), de manera que las drásticas medidas judiciales no disminuyen las expresiones del malestar social reinante.

Es notoria la diferencia en cuanto a la aplicación de mecanismos legales a los involucrados en levantamientos militares, acaecidos durante el mismo gobierno del General José Antonio Paéz; al respecto se extrae de la obre de Rafael M. Baralt y Ramón Díaz, el siguiente juicio:

...”Necesario se había hecho en aquel tiempo este sistema de extremada indulgencia con los crimines políticos, porque Venezuela agitada tanto tiempo por desecha borrasca, no podía aspirar a una calma repentina. Más severo fué el gobierno con otra conspiración que estalló en Caracas el día 11 de Mayo (de 1831) por la noche, y con razón, porque sus autores nada menos se proponían destruir una parte de la sociedad para repartirse sus despojos”...(10).

Es interesante acotar que la respuesta de las clases dominantes, restringida a la simple represión, no produce reflexiones sobre las causas de la rebelión, ni conduce a implementar medidas tendentes a mejorar las condiciones de vida de una mayoria empobrecida.


REFERENCIAS
  1. Archivo General de la Nación (ANG): Sección Interior y Justicia, T. XXII, Expediente 16.

  2. Ibidem, Fls 228-228 v.

  3. Ibidem, FL 228.

  4. Ibidem, fls 228 v.

  5. Leyes y Decretos de Venezuela, 1830 – 1840, p. 102

  6. Dupouy Walter: Sir Robert Ker Posters Caracas Diary, P. 550-

  7. AGN: Sección Interior y Justicia, T. XXII, fl. 232.

  8. Gaceta de Venezuela, Año 1831, números del 23 al 31.

  9. Brito Figueroa Federico; El problema tierra y esclavos en la Historia de Venezuela, p. 381.

  10. Baralt Rafael Maria y Díaz Ramón: Resumen de la Historia de Venezuela. T.III. p. 423.

*Artículo tomado de la Revista Universitaria de Ciencias Económicas y Sociales. San Juan de los Morros. Universidad Rómulo Gallegos. Año 2, N° 2, julio 2001. Pp. 79-84