Jeroh Juan Montilla
HISTORIOGRAFIAS
Dedicado a compartir asuntos de historia, crónicas, sociología, educación, ciencia y tecnología, política, teatro, tradición, cine, literatura, artes y filosofía (San Juan de los Morros, Venezuela)
Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar
viernes, 18 de noviembre de 2022
PERRAS Y ESCORPIONES
sábado, 4 de junio de 2022
EL OTRO LADO*
Francisco Rodríguez Sotomayor
“Remembering speechlessly we seek the great forgotten language, the lost lane-end into heaven, a stone, a leaf, an unfound door. Where? When?”
Thomas Wolfe (Look Homeward, Angel)
Fue un miércoles de enero. Mi tío Guillermo manejaba la ranchera camino al hospital. La abuela adelante, Fernanda y yo atrás, y el auto olía a guardado, sonaba incoherente, la calle puesta ahí asoleándose en la claridad de un mediodía traspuesto.
Metiendo yo un pie en la ducha los gritos de mi abuela resonaron en toda la casa. Se murió, se murió, exclamaba al teléfono. Yo estaba desnudo; agarré la toalla y saqué la cabeza por la puerta. Se murió, decía. Quién se murió. Tu tía Edna, me dijo entre lágrimas. Cerré la puerta del baño y ahora sí me supe desnudo, inerme. En eso me tocan la puerta y me apuran: báñate rápido para irnos. Murió la tía Edna, me dije, y pensé en el liceo lejano y ridículo.
Luego nos montamos en el carro. Fernanda viendo por la ventana, ambos vestidos con el uniforme. La prueba de biología, organismos unicelulares y pluricelulares, perdida. Y Fernanda nada que hablaba. Nadie hablaba en realidad, al menos no unos con otros. Sentía que el tío Guillermo me veía por el retrovisor, cada vez que ponía los ojos allí tenía la impresión de que iba a decirme algo, pero no, seguía conduciendo. La única voz era la de mi abuela Genara: avisando a tal o cual de que Edna había muerto con un mismo monólogo fatal de que se complicó con el apéndice y no hubo manera pues de la noche a la mañana se fue, tú sabes cómo es, sí, ya vamos para allá, aquí andan los muchachos. Sin muchas variaciones transcurrían los diálogos telefónicos; del otro lado de la línea suponía monosílabos, huecos de silencio. Desde entonces asocié su tono de llamada con la muerte.
Ellos eran una trinchera, un fortín, dos muros infranqueables. Porque uno estaba acechado en el ajetreo.
En el estacionamiento del hospital distinguí autos familiares. Mi tío Guillermo aparcó y nos bajamos. Un ir y venir de abrazos, de llantos reventando. Fernanda y yo nos sentamos en la acera frente a la ranchera. Ella cargaba el uniforme beige y la mirada que evitaba la mía. Llama a mamá y papá, le dije. Ya lo hice, ya vienen. Y siguió naufragando su atención por el hospital; los veía a ella y al tumulto más allá de la familia.
Al rato llegaron mamá y papá. Parecían tranquilos. Fernanda y yo no nos separamos de ellos hasta que todo pasó. Ellos eran una trinchera, un fortín, dos muros infranqueables. Porque uno estaba acechado en el ajetreo. Las enfermeras, los médicos, las camillas, el hedor a hospital; la idea de que alguien faltaba en el montón y el inagotable tono de llamada de la abuela Genara. Era un acorralamiento de no saber a qué mirar.
Papá mantenía su silencio. Los brazos los posaba en los hombros de Fernanda y míos. Todavía era más alto que yo. Le pregunté que qué hacíamos. Hay que esperar, me respondió.
—¿Esperar qué? —pregunté.
—Que saquen el cuerpo.
No quería salir de las simples frases y no lo obligué. Traté de imaginar el rostro dormido de la tía Edna; la única similitud que pude hallar, porque una cara muerta jamás la había visto. Figuré su cuerpo tendido, inmóvil, esperando salir. Aunque la verdadera espera latía de este lado, en la inquietud de la abuela Genara, en el no sé qué de papeles que digan si Fulana ya dejó atrás el mundo y nadie la vio más, que ayer era una seguridad sólida y hoy es una imagen dormida atrapada tras una pared.
En eso el tío Guillermo se acercó. No deben tardar en sacarla, la vamos a velar en La Milagrosa, dijo. Papá le contestó que, ah, bueno, nosotros vamos y venimos entonces. Sentí un ligero empuje de papá hacia el bululú de la familia. Algo en mí se resistía a ir, pero terminé aceptando. Nos acercamos a la abuela Genara, cuya faz hallé enlodada, difusa, innombrable. Y la abracé sin decir. Un lenguaje inefable entre los dos, un magnetismo, el camino de regreso a su casa, el olor de la ranchera, la ducha corriendo y perdiéndose en el laberinto, los veinte dedos sosteniendo otra espalda. Con eso dije bastante.
—Nosotros vamos y venimos —le dijo papá.
La abuela asintió.
—Vayan ustedes y me traen agua, yo me quedo —dijo mamá. Fernanda se mantuvo lejos, viendo todo a través de un cristal ignoto.
Nuestra visita a la casa fue apresurada. Por segunda vez tuve que ducharme; me sentía sucio, y en el recorrido a la funeraria tuve la certeza de que esa suciedad no logré quitármela. Faltaban un par de horas para que se apagara el sol; una llama se enciende desde otro lado y la única certeza del fuego es que vive a merced de algo más allá que es su principio y su fin para siempre. Había mucha gente en el velorio, y la mayoría eran desconocidos para mí. Al entrar vi un cúmulo alrededor del ataúd, a Cristo en su cruz. No llegué más lejos, no di un paso más. Papá permanecía detrás de mí, le vi y me hizo señas de salir. Mejor estar afuera.
Nos sentamos en un banco. Fernanda estaría tal vez con mamá o quién sabe. Me asombró la cantidad de gente que había. De todas las edades. Cada uno de los que estábamos allí giraba en torno a un recuerdo, pero yo no lo conseguía. El sitio era un retorcer de estómago y una suciedad persistente. Era una falta de enfoque. Alzaba mi cabeza tratando de dar con algo. Me fijé en la puerta y no se cerraba nunca. Siempre alguien saliendo o entrando. Uno de esos fue mi tío Guillermo. Él también escudriñaba, luchaba por un poco de aire. Noté que nos vio a papá y a mí. Se acercaba, tanteaba. Llegó hasta nosotros pesado.
Es mejor que nos quedemos aquí, hijo, es mejor que te quedes con la última vez que la viste.
—No entiendo, hace poco estaba bien, de repente anoche palo abajo y nada la levantó, y listo, ahí está.
Nos dijo esto vacilante. Se notaba atento a la periferia, de su voz emanaba un jadeo de gato entre cuatro paredes.
—¿La vieron? —nos preguntó.
Quizá era eso lo que estaba perdido.
—Yo quiero verla —le dije.
—Es mejor que nos quedemos aquí, hijo, es mejor que te quedes con la última vez que la viste —me dijo papá.
Volteé a ver a mi tío Guillermo.
—Es verdad, es mejor —dijo apoyando a papá.
Entonces en la puerta seguía el movimiento, ese abrir y cerrar, el ir y venir de la gente. Busqué dando tumbos, hice fuerza, unas arrugas se me hicieron de recordar. Y esa última vez no salió por ningún lado.
*(Publicado originalmente en Letralia el jueves 2 de junio de 2022, https://letralia.com/letras/narrativaletralia/2022/06/02/el-otro-lado/?fbclid=IwAR3HlXZYq4dL72_6oUIj8GeI3u3-U1wBJ9yLMRPbSGcKpbRRXy5jL8PsySg)
lunes, 13 de septiembre de 2021
La dádiva del pájaro
Jeroh Juan Montilla
I
Canta y canta la paraulata
Kyrie eleison, Kyrie eleison
el aroma de la lluvia llega primero
no trae mentiras ni verdades
sólo la hondura del amanecer
como una página en blanco
hay dispendio en la mirada de Dios
conozco el sí mismo de ese llamado
allí harinean la ternura y el frescor
canta y canta la paraulata
aún nos empapa la misericordia
Kyrie eleison, Kyrie eleison.
II
Un halcón neblí ha entrado
a la espesura del mango
la brisa de la mañana
refresca la mejilla de cada hoja
la palma del cielo algodonosa y cómplice
soy hombre
me asombra el derroche de belleza
alrededor de la matanza
ese ojo feroz órbita amarilla
pupila hambrienta que sabe
dónde buscar la inocencia
cada segundo de vida es el día del juicio
la compasión es una pregunta
que sólo Dios responde.
III
El ave en oración es también Su voluntad
Él cierra su puño en el derroche de luz
un dulce canto sobre la copa del mango
puede llamarse estío
lo que se ve es lo que se ve
siempre culpables de leerlo ante tanta candidez
esta humareda como lo indiscutible
la última carta
un diez de trébol que no paga la espera.
IV
Después de Dios lo más cercano es un pájaro
sin embargo también está muy alto
no necesita de mis palabras para saber de sí mismo
canta hasta que el sol se vuelve el párpado de la noche
(quien duerme entra a las vísceras de la luz
tiene la maestría de extender las sábanas)
el ave calla para atravesar el éxtasis
y mostrarnos el abecedario del silencio
(qué difícil es aprender
en la negra blancura de la nada)
la paraulata tiene un canto para citar la lluvia
y otro donde entrega desesperación
el halcón picotea sin misericordia
la tibieza de los tenues plumones
siempre entona para la muerte
en la parte común del silencio
todo pájaro es anafórico
le da igual desentonar o perder la rama más alta
repetir y repetir es lo que gusta
ante la pregunta del horizonte
la tierra es el nido que hay que llenar de trinos
ese cuenco que llaman vacío
(cada placer duele la calcadura de tenernos
es arrugar con gusto las sábanas
para entregar la dádiva del pájaro
y aletear en otros corazones)
Publicado en: LETRALIA https://letralia.com/letras/poesialetralia/2021/09/13/la-dadiva-del-pajaro/
jueves, 24 de junio de 2021
GUÁRICO EN LA BATALLA DE CARABOBO
Jeroh Juan Montilla



jueves, 20 de mayo de 2021
AMALIVAC VIANA GONZÁLEZ Y SUS APORTES A LA HISTORIOGRAFÍA CALABOCEÑA.
José M Aquino
Relator: Yovani Ramírez
La historia es una disciplina
científica que estudia una manera sistemática los hechos sociales a través del tiempo, el historiador cumple una función social de gran
importancia en la reconstrucción los procesos, referentes a las distintas
actividades que realizan los seres humanos, utilizando los diferentes
testimonios, con el fin de analizar e interpretar los acontecimientos. De esta
manera la variedad de las fuentes tienen la finalidad de tener una mejor información
de esos momentos relevantes. Por tanto en cada comunidad, localidad, región,
nación tienen unas particularidades que
son objeto de ser estudiadas en cada uno de esos espacios, con el fin de
entender y comprender la trascendencia de
los distintos acontecimientos históricos que han ocurrido a lo largo del
tiempo.
Por tanto, la función del historiador
es de gran importancia para preservar la memoria histórica de los pueblos. La
Villa de Todos los Santos de Calabozo ha tenido destacadas personalidades que a
través de las distintas épocas se han dedicado a reconstruir los procesos
históricos, desde el mismo momento en que las comunidades aborígenes se
establecieran en esta región y así sucesivamente con los demás periodos históricos que ha transitado en esta
importante localidad de los llanos venezolanos. En el tiempo encontramos connotados
historiadores que se han dedicado a indagar con todo lo relacionado con el
pasado de esta localidad, entre los cuales podemos señalar al doctor a Tomás
Antonio Domínguez en último cuarto del siglo XIX, con sus ensayos sobre los
próceres calaboceños del periodo independentista, José Rafael Viso miembro de
número de la Academia Nacional de la Historia en 1952 y primer cronista de esta
localidad; al igual que Lucas Castillo Lara por medio de esa gran obra “Villa de
Todos los Santos de Calabozo, el derecho a vivir bajo el sol”, y el licenciado
Adolfo Rodríguez a través de sus excelente obra “Calabozo Siglo XIX” publicada
por la Universidad Rómulo Gallegos en el año 2004.
A raíz del gran impulso que han
tenido los estudios de historia regional y local en Venezuela, a partir del
último cuarto del siglo XX. La ciudad de Calabozo cuenta con cronistas e historiadores que se dedican a averiguar
los distintos aspectos del pasado de este espacio, ubicada en la región de los
llanos venezolanos, dedicada a desarrollar una gran actividad agropecuaria y comercial
desde su fundación. Uno de esos investigadores
afanosos por difundir la memoria histórica es Amalivac Viana González, a
través de las distintas actividades que realiza con el fin de averiguar y
promocionar los estudios históricos en esta importante urbe del Estado Guárico.
Este hijo del apreciable médico Veterinario Amílcar Viana y la distinguida dama
Brígida de González de Viana, desde muy joven se ha interesado averiguar
todo lo relacionado por la histórica matria, a través de la consulta de
las distintas fuentes en variados repositorios, tanto públicos como y privados.
Una vez en concluido sus estudios de universitarios en la ciudad de Mérida,
regresa a la Villa de todos los Santos de Calabozo, para combinar sus actividades
profesionales en el campo de la administración de empresas con la investigación
y promoción de los estudios históricos.
Este calaboceño realiza sus
investigaciones tomando como referencia los fundamentos teóricos de los procesos históricos locales,
expuestos por el historiador mexicano Luis González, a través de La
microhistoria como método de investigación enfocado en el análisis de los
hechos cotidianos y de las distintas manifestaciones culturales que conforman
las tradiciones de los pueblos. El objetivo es examinar los fenómenos de los lugares
para comprender cómo se constituyen las sociedades en sus distintos momentos. Por
tal motivo, se observan en los trabajos de Viana González una excelente
análisis e interpretación de los hechos del pasado de las distintas comunidades
estudiadas de esta acogedora ciudad guariqueña, con una buena recopilación de información
histórica de fuentes confiables, mediante la visitas a los registros, archivos
oficiales y privados, diarios, fotografías, y obras pictóricas para sus debidos
estudios.
En sus trabajos de investigación se
difunde claramente también la herencia cultural de los habitantes de Calabozo a
través del tiempo, con el fin de conservarlas y trasmitirlas a las siguientes
generaciones sus creencias, saberes, expresiones artísticas, normas y valores,
prácticas sociales, tradiciones y costumbres, lugares o cualquier expresión del
saber local. Por tal motivo es necesario examinar algunos de sus ensayos para
apreciar la dimensión y aportes a la identidad calaboceña desde la fundamentación
topofilólogica trabajada por profesor
Armando Rojas, basada en el afecto al lugar como generador de conocimiento.
El primer aspecto en resaltar, son
sus trabajos de religiosidad popular, entendida como una manera de expresar la
identidad de los pobladores creyentes de la fe cristiano católica, los sentimientos
y cohesión hacia ese credo. Uno de esos ensayos publicados es el de “La
Historia del Cristo traído de España por don Antonio Camacho a la Catedral de
Calabozo en 1798”, donde se destaca todo lo relacionado a la devoción por esta
reliquia por parte de este calaboceño en ese tiempo y los pormenores de este
prominente calaboceño para adquirir la citada escultura, además del fervor de
los fieles católicos a esta imagen a través de los tiempos. De igual manera este
distinguido investigador, consustanciado con el misticismo, realizó una indagación
bien sustentada de la construcción de la iglesia Nuestra Señora del Carmen por
el ganadero José Ramón García, con un manejo de la fuente documental del archivo
de la Arquidiócesis de Caracas y demás repositorios donde se guardan los testimonios
escritos de ese centro de adoración
patrimonio artístico de la ciudad, con el fin de confirmar las gestiones del
principal bienhechor antes citado en la realización de esta arquitectura local que
se había puesto en duda de haber sido su constructor.
Este cronista ha realizado
investigaciones con el propósito de dar a conocer la actuación de una gran
cantidad de personajes que han hecho historia en esta cálida y acogedora ciudad llanera, en las diversas actividades del
acontecer local, regional, nacional e internacional en diferentes momentos, con
el único fin de que sean un paradigma
para el comportamiento, emprendimiento de sus paisanos, al igual de ser un
agente para el cambio como beneficio para la colectividad. Por tanto las biografías realizadas por Viana González,
no solo toma en cuenta la narración de de la historia de su existencia, sino
también permite a través de sus ensayos, conocer cómo fue esa sociedad durante
contexto histórico y cultural que le tocó vivir a ese distinguido ciudadano.
Entre esos biografiados encontramos el
ensayo de referente a la trayectoria militar del calaboceño Mayor Salomé
Hurtado de Mendoza, resaltando sus portes al proceso de la independencia de la hermana
República de Cuba. Al igual que otros personajes que formaron parte del
acontecer de la política a nivel local, regional y nacional, como fue el prócer
de la Federación Pedro Bermúdez Causin, primer hijo nacido de esta ciudad enterrado
en el Panteón Nacional. Del mismo modo este investigador también, les ha dado
la importancia a los pedagogos que han tenido una excelente trayectoria en el
proceso de enseñanza en esta la localidad guariqueña. Uno de esos
sobresalientes maestros tomados en
cuenta en sus indagaciones, es la actividad magisterial desplegada por Ramón Delgado Rojas, en cuanto al buen
desempeño didáctico a distintas generaciones de estudiantes de esta villa durante su trayectoria como docente.
Al seguir describiendo biografías de
distinguidos ciudadanos oriundos de esta ciudad llanera, realizados por este estudioso
de la historia, resaltando los importantes aportes a la nación en los distintos
ámbitos de la actividad cultural, como la del poeta Rafael Rodríguez Carreño. Igualmente
de la trayectoria desplegada por la licenciada en periodismo e historiadora Ana
Elisa Llovera. Del mismo modo este cronista, ha hecho valiosos aportes la
historiografía con valiosos trabajos sobre los acontecimientos más importantes
de esta urbe a lo largo de la historia, desde la ocupación de este espacio por
la intervención de los españoles. Uno de esos ensayos es el referente a la
fundación de los distintos barrios de esta localidad a partir de la fundación
de la Represa Rio Guárico en 1957. Así como también, averiguaciones sobre el
casco histórico colonial más grande de la nación que se encuentra en esta
villa.
Además de publicar sus más de medio
centenar de trabajos en diarios
regionales, folletos, blogspot de internet, las
distintas redes sociales y
expuestas en los diferentes encuentros
de historia regional y local en la que asiste como participante activo.
Este historiador como ciudadano
comprometido con ayudar a sus paisanos al fomento de los estudios históricos. Orientando
a cualquier persona interesada en conocer el pasado de la localidad o
estudiantes de las distintas modalidades del sistema educativo de esta urbe. Al
igual que permitirles consultar su valiosa biblioteca con abundante
bibliografía y distintos documentos relacionado con la microhistoria de este
lugar del llano venezolano o cualquier tema de cultura general; además de poder
apreciar la valiosa colección de pinturas de temas y personajes históricos de
la Villa de Todos los Santos de Calabozo. Cumpliendo de esta manera una labor
altruista en beneficio de la colectividad.
De esta manera, este destacado escritor
cumple con una función importante de preservar
la identidad de los calaboceños, al igual que fomentar el emprendimiento
y mejorar el acervo cultural de la localidad, junto a su esposa Luz María Silva,
como elementos fundamentales para crear un modelo de ciudadano consustanciado
con su terruño en la búsqueda de una ciudad más humana y que sus habitantes sean proactivos en la solución de sus problemas, con
el fin mantener la relevancia que ha tenido la ciudad y seguir siendo un
emporio agropecuario , comercial e industrial de gran importancia nacional con repercusión mundial.
miércoles, 24 de febrero de 2021
NUEVO LIBRO DEL ESCRITOR EDGARDO MALASPINA
Jeroh Juan Montilla

viernes, 19 de febrero de 2021
JOSÉ LOVERA, UNA REFERENCIA EN LA HISTORIA DE LAS COMUNIDADES CALABOCEÑA
José Aquino
Fotografía: Yobani Ramírez
Desde que hay testimonio escrito,
los seres humanos se han interesado por indagar los hechos históricos, en los diferentes
momentos o periodos y ámbitos donde ocurren los acontecimientos. Los
historiadores son los llamados a cumplir esta importante función social en resaltar
la memoria colectiva de los pueblos. En el tiempo han
sobresalido grandes cronistas por sus conocimientos e importantes aportaciones
a la disciplina historia. Encontramos precursores en orden de importancia a Heródoto,
considerado el padre de la historia en la antigüedad en Grecia, por ser el
primero en realizar investigaciones con el uso de técnicas para tratar los
temas del pasado y posteriormente relatarlos; del mismo modo en China, Sima
Qian, se destacó por la manera de presentar los hechos del pasado en la
realización de biografías de diversos personajes y Tucídides también en tiempos
de los griegos, concibió una historia racional, basada en hechos
conocibles y entendibles por la razón, centrada en el hombre.
En la edad moderna encontramos destacados
historiadores europeos como Francois –Marie Arouet mejor conocido como
Voltaire, Mignet Francois, Gustavo Glotz entre otros destacados escritores que
han reconstruido los hechos más trascendentales de la humanidad .En el
continente americano y específicamente en las tierras ocupadas por los españoles
en el siglo XVI, localizamos a cronistas que describen todos los acontecimientos
del proceso de conquista y colonización en dicho territorio como: Bernal Díaz
del Castillo, Garcilaso de la Vega, Pedro Cieza de León, José de Oviedo y Baños
en la Capitanía general de Venezuela entre otros.
Precisamente en los inicios del
periodo republicano en Venezuela, destacados historiadores entre los cuales podemos citar a Juan Vicente González,
Rafael María Baralt, Felipe Larrazabal, realizaron trabajos relativos al
proceso de independencia. Comenzando el siglo XX encontramos gran cantidad de
escritores de diferentes corrientes de pensamiento entre los cuales podemos
señalar a Laureano Vallenilla Lanz y Francisco González Guinán. A mediados de
ese siglo sobresalieron, por citar algunos de importancia, Eduardo Arcila
Farías Federico Brito Figueroa, Miguel Acosta Saines, en la actualidad despuntan
Mario Sanoja, Iraida Vargas, Germán Carrera Damas, Guillermo Morón entre otros que
han contribuido con sus trabajos a la historia nacional. De igual manera a
finales de ese mismo siglo XX en Venezuela, tomó gran interés difundir e
investigar la historia regional y local. Arístides Medina Rubio y un grupo
destacado de historiadores promocionaron esta modalidad de estudio del pasado,
mediante coloquios, congresos y encuentros referentes al pasado de las
localidades. A finales de la década de los 90 del siglo pasado aumentó el
interés por investigar las historias locales, muchas entidades del país realizaron
numerosos eventos relacionados con las microhistorias.
Por tal motivo, se incrementaron significativamente
las investigaciones referente a la historia regional y local en el Estado
Guárico en esos tiempos, específicamente en la ciudad de Calabozo, creció el
interés por estudiar la microhistoria, en más de una década se impulsaron estos
estudios mediante la realización de talleres, coloquios y encuentros de este
tipo donde se presentaron trabajos de esta modalidad. El grupo de Historia
Regional y Local Efraín Hurtado dirigido en sus comienzos por el doctor Rubén
Páez Díaz es una de las organizaciones de la sociedad civil que impulsó y sigue
difundiendo estos estudios en esta ciudad, año tras año realiza estos encuentros
de historiadores y cronistas con la participación de relatores no solamente de
la región guariqueña, sino también de otras entidades que le han dado de esta
manera una dimensión nacional por la calidad y número de trabajos que se
exponen en dicha reuniones académicas.
Uno de esos historiadores locales
perteneciente a esta agrupación académica antes citada y asistente permanente
de los diversos eventos de este género en esta localidad es José Lovera, investigador
entusiasta por estudiar la microhistoria de su ciudad natal y específicamente
en los temas del desarrollo histórico de las comunidades populares de este lugar.
La intensión de este escritor de indagar los temas regionales y locales, no
nace de repente, a través de su rol de promotor social le ha dado el impulso
necesario no solamente en la búsqueda del bienestar para los habitantes de las
distintas comunidades sino también la motivación para realizar los estudios
históricos en el micro tiempo y espacio de las colectividades como elementos fundamentales
en generar un cambio de mentalidad de los habitantes hacia el bienestar
colectivo, partiendo primeramente por estudiar los hechos del pasado que han
transitado esos barrios, como componente fundamental para lograr a feliz término
una convivencia desde la topofilia.
El otro aspecto que toma en
cuenta en sus trabajos de investigación de historia regional y local José Lovera,
es la manera de presentar las diferentes crónicas, estas no son una simple narración
o descripción del objeto de estudio. En sus trabajos se hace referencia a la
ubicación del lugar, sea el barrio, ciudad o territorio donde ocurren los
hechos con todas las características de toda índole que tiene el espacio para
la convivencia en sociedad; del mismo modo se determina el tiempo histórico de los
hechos descritos y no sean vistos desde una mera cronología, sino de un período
o un lapso en el que han ocurrido acontecimientos que ha generado un cambio. En
cuanto a los personajes que presentan en sus trabajos, se observa un buen
manejo de los tipos de fuentes, empezando por las primarias mediante la
utilización de los documentos, correspondencias oficiales, memorias, censos y
registros parroquiales, al igual tratamiento de bibliografías mediante la
revisión de textos, periódicos y ensayos en distintos tiempos de historiadores
que han tratado los diferentes tópicos.
En la investigación realizada por
Lovera, referente al cacique Chiparara, es un ejemplo de su buen desempeño en
el tratamiento de los distintos tipos de fuentes. No solamente por estar
reseñados en la bibliografía consultada, sino también por la manera de hacer las
referencias de los autores con lo cual trabaja, para luego realizar un análisis en este caso
del comportamiento insurgente del personaje nombrado. Evidenciando su
crecimiento como investigador al asimilar los fundamentos teóricos –prácticos
aprendidos y trabajados cuando cursara y aprobara tanto en la maestría de Historia
de Venezuela en la Universidad Rómulo Gallegos por año 2015, el Diplomado de
Cronistas Comunales en la ciudad de Calabozo patrocinado por el Centro Nacional
de Historia y distintos talleres de historia local.
Del mismo modo, este apasionado
de la microhistoria, ha realizado distintos trabajos sobre comunidades de la
Villa de Calabozo, las cuales aparecen impresas en las memorias de los
encuentros de Cronistas e Historiadores de la localidad auspiciados por el
grupo de Historia Efraín Hurtado, artículos prensa regional y también expuestas
en los distintos blogspot de internet especializados por los temas de Historia.
Uno de esos trabajos de gran importancia, es Veritas, Memoria y Tiempo. Donde
destaca el proceso histórico de esa colectividad desde su formación hasta a su
consolidación como Barrio.
Este investigador se ha enfatiza
en resaltar los logros de personajes importantes de la localidad calaboceña,
mediante la realización de biografías, no como una exaltación laudatoria, sino
como un reconocimiento a la trayectoria de hombres y mujeres que han trabajado
desde distintos ámbitos por el bienestar colectivo local. Una de esas
protagonistas es la artista plástica Diosa Landaeta, en la cual enfatizaba su
habilidad e ingenio para realizar las composiciones pictóricas; del mismo modo
realiza las semblanzas del apreciable agricultor vecino del Barrio Veritas,
Reinaldo de Jesús Colmenares entre otros ilustres personajes populares. De
igual manera ha publicado trabajos de este género a luchadores sociales que
tomaron el camino de la insurrección armada para tratar de derrocar los
gobiernos establecidos en los años 60 del siglo XX, como fueron los
revolucionarios Ciro Aparicio y José Gabriel Sumoza.
También ha incursionado en la realización
de ensayos para exaltar las manifestaciones de fe de los cristianos católicos,
uno de esos trabajos es la de conocer el grado de devoción del médico, docente
y filántropo José Gregorio Hernández en la localidad calaboceña, no solamente
se interesa por cuantificar el grado de misticismo del grupo estudiado, sino también
saber las cualidades o caracteres más predominantes de sus adoradores, mediante
la realización de entrevistas a los informantes claves, con el fin tener una
mejor comprensión del fenómeno estudiado. Del mismo modo este escritor, ha
indagado el periodo colonial de su ciudad natal, específicamente en trabajo
realizado conjuntamente con el licenciado Amalivac Viana González, en la que logran
reconstruir la cadena de propietarios a través del tiempo, de la Casa de Alto,
llamada también la Vianera, desde su construcción a finales del siglo XVIII, hasta
su actual propietario, la Universidad Rómulo Gallegos. Demostrando gran dominio
en el manejo de las fuentes documentales consultados en registros y notarias de
ese lugar.
Este apreciado escritor cuenta con una cantidad ensayos que lo hacen
merecedor de ser una referencia obligada, para el que quiera indagar todo lo
relacionado con la microhistoria de la Villa de Todos los Santos de Calabozo y
especialmente con el desarrollo histórico de las comunidades populares que se
conformaron después de estar en funcionamiento el Sistema de Riego río Guárico.
Siempre está en la disposición de orientar a las personas que soliciten sus servicios
de manera desinteresada, en los que respecta a la historia regional y local calaboceña.
Por tal motivo ha ganado el reconocimiento de la sociedad civil, por su
excelente labor para que las comunidades difundan y conozcan su historia y
preserven su identidad.
miércoles, 16 de diciembre de 2020
YESENIA GÁMEZ, ENTRE EL CANTO Y LAS ARTES PLÁSTICAS.
José Manuel Aquino
Entendemos por cultura al conjunto de actividades que realizan los seres humanos, con el fin de satisfacer sus necesidades tanto materiales como espirituales, adquiridas desde el ceno familiar y en todo el conglomerado social a través del tiempo. Integrados desde una realidad compleja, todo ese conjunto de saberes, costumbres, hábitos, artes, creencias y cualquier actividad realizada por el colectivo humano desde las comunidades, regiones y naciones en la búsqueda de un bienestar que los identifican desde la particularidad mediante acciones con el fin medir su alcance desde cualquier espacio.
Una de estas
actividades realizadas por los seres humanos, con gran esmero son las artes en
sus distintas denominaciones, en las cuales encontramos la pintura, la escultura, la literatura, la música, la danza, la arquitectura,
el cine entre otras destrezas. Tienen como fin destacar la capacidad de desarrollar
las habilidades, en función de la utilidad de la recreación para el
conglomerado social, mediante una visión
sensible acerca del mundo, utilizado diversos recursos con los cuales se puedan
expresar sus ideas, emociones o sensaciones.
Una de esas
actividades más cultivadas a través del
tiempo es la música, mediante la combinación coherente de los sonidos, tomando
en cuenta la melodía, la armonía y el ritmo. El cantante cumple una importante función en la emisión
controlada de los ecos en las diversas
composiciones. La forma de utilizar la voz por parte del cantante, en
una de la garantía para el éxito de las canciones canción. Por tanto son ellos,
los máximos exponentes de un determinado género musical.
La música folklórica, es uno de los géneros más
importantes que tienen las regiones porque pertenecen a su idiosincrasia como
elemento de su cultura. En la República Bolivariana de Venezuela encontramos distintas variedades
melódicas como la gaita zuliana, los merengues y vals venezolanos, música
andina, el Calipso guayanés y el joropo entre otros efectos sonoros. Siendo
este último canto interpretado y escuchado en casi todo en el territorio
venezolano y una cuarta parte del espacio colombiano.
Es precisamente
la variedad del joropo llanero, una de las modalidades más difundidas en esas
dos naciones. En el Estado Guárico resalta por su estilo, la cantante oriunda
de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, Yesenia Gámez. En sus
interpretaciones no solamente acentúa la belleza del paisaje llanero, sino también la el amor y la
exaltación a las faenas de la vida del campo. Esta hija de Digna Gámez, instructora
de joropo y el cantantautor de música criolla apureño Rafael Bastidas, quienes le
dieron las primeras orientaciones en
este ambiente artístico a la edad de los 13 años, cuando subió a los escenarios
a presentarse cantar en los actos culturales de los centros Educación Primaria y Secundaria de la
localidad antes señalada.
Luego
complementaría sus conocimientos de este arte, cuando su progenitora se uniera conyugalmente
con el destacado cantautor Don Dámaso Figueredo, oriundo de Guardatinajas,
población y parroquia Municipio Francisco de Miranda, del Estado Guárico, con
quien aprendió todas las técnicas de este medio artístico con el fin de que
esta prodigio de la canta criolla, apodada “la Torcacita del Llano” brillara
con su fina voz en distintos escenarios, no solamente en el ámbito regional
sino también nacional e internacional, al compartir escenario en estos
ambientes con importantes concertistas de la talla de Reynaldo Armas, Reina
Lucero Eneas Perdomo, Simón Díaz, Cristina Maica entre otros trovadores. Fue
tanto el aprecio para con esta interesante vocalista, que el afamado intérprete
le dedicara la inolvidable y exitosa melodía “la hija Catira”; además de
brindarle todo el apoyo para que esta calaboceña triunfara en esta actividad
artística con sus primeras canciones como: “mi Calabozo” del autor Miguel
Rengifo,” canoera del Arauca” composición de Asdrúbal Flores” y me lo dijeron
tus ojos” de Manuel Bandres entre otras letras de su amplio repertorio musical.
La personalidad de
creación artística no solamente es para el canto y el baile que durante gran
parte de su vida le ha dedicado, sino también para las trabajar con habilidades
pertenecientes a las artes plásticas. Su
talento está dirigido para el dominio del dibujo desde temprana edad; al igual que
la pintura y la escultura, por tal motivo se dedicó a trabajar con los elementos
de la composición: línea, el color, perspectiva, luz o valor, forma, textura con
el fin de trasmitir ideas, sensaciones y sentimientos a los bocetos, dándole un
toque particularidad y originalidad a sus obras. Las exposiciones tanto es la
mayor evidencia de la calidad estética en sus cuadros de esta hija de Calabozo,
por los cuales tiene el beneplácito tanto del público, como de los jurados evaluadores. Su prestigio ha traspasando los
límites de la localidad y la entidad llanera mediante los reconocimientos y
premios por su excelentes trabajos.
Incursiona en la
habilidad de moldear las formas, aumentando sus habilidades en las artes plásticas, mediante la realización de
esculturas, de distintos materiales como el yeso y el acrílico, en la que ha
realizado bustos de personajes de relevancia en la comunidad, destacando
igualmente en la creación de las imágenes de santoral cristiano católico como
el de Santa Cecilia. Del mismo modo se ha dedicado también a la restauración,
con el fin de mejorar la calidad de las estatuas, mediante la compensación o eliminación
de distorsiones y deterioro de las figuras, demostrando su buena técnica para
optimizar las formas de los cuerpos reparados.
Esta digna artista guariqueña devota del doctor José Gregorio Hernández y la Virgen Milagrosa, cumple una labor altruista con sus paisanos como buena cristiana, aportando sus conocimientos artísticos de manera desinteresada con el fin de ayudar a consolidar crecimiento de las habilidades artísticas de los aprendices al dibujo y la pintura en los cursos que imparte en la Casa de la Cultura “Francisco Lazo Martí” de la ciudad de Calabozo, mediante la utilización de recursos didácticos eficientes y eficaces con el fin de aprovechar al máximo las capacidades de sus educandos en el mundo de las artes plásticas.
Esta destacada maestra
de la pintura y escultura siempre ha tenido agradecimiento a las personas que
han contribuido con su formación artística. Primero a su madre Digna Gámez
quien le dio todo su apoyo para ser una
artista consagrada, al maestro de pintura Efrén Loreto, quien lo ayudó a
transitar a ese mundo de las artes plásticas. Del mismo modo tiene
admiración por la licenciada Georgina
Simoni de Sorci, en lo ingenioso en sus trabajos de pintura y trayectoria en
pro la cultura calaboceña, a través de su excelente desempeño como presidenta
de la Asociación de Artistas Plásticos del Estado Guárico. Igualmente reconoce
destreza en la ejecución de las técnicas empleadas por el artista plástico Yovani
Ramírez, para la realización de las obras pertenecientes al arte óptico con el propósito
lograr profundidad y movimiento, al igual que sus inventivas en el estilo abstraccionismo
geométrico para conseguir la expresividad y el simbolismo.