Efrén Barazarte*
El gobierno es la fiel expresión del serio rictus. Un presidente que dice otrora que se quitaría el nombre si no hay dentro de un año niños en la calle. Por eso es tan difícil escribir su nombre civil y es asunto serio tratar de buscarle calificativos a tantas cosas que ocurren en este gran terreno que se llamó alguna vez Capitanía General y que aún sigue gobernada por el instinto militar del siglo XVI. ¿Quién entiende eso de proponer una revolución pacífica para luego decir que está armada hasta los colmillos y decir en público que no está hablando en metáforas y ni en odas? y que además, lideriza una bonita revolución… Uno ha visto desde ese vil pasado de la hegemonía imperial de AD y COPEY que los candidatos hacían promesas para nunca cumplirlas y si no la manifestaban es por supuesto que no serían candidatos. El acto de prometer en la campaña electoral era lo más sublime y hasta necesario. Así comenzamos a creer los venezolanos que la esperanza es lo último que se pierde. Y tanto es verdad que una vez se le ocurrió a Anibal Nazoa escribir la historia del candidato sincero, que iba a un barrio a hacer campaña y le prometía a la gente, que cuando él gane la presidencia de la república, los pobres iban a ser más pobres aún. La gente se le arrechaba y el candidato salía corriendo con su guardaespaldas. Ah que tiempos aquellos¡ donde la mentira existía en temporada de campaña electoral. Ahora no. Desafortunadamente la cosa es al revés. Un candidato gana las elecciones y una vez que gana, comienza a ser campaña permanente como si fuese un candidato recién salido del partido. Apenas comienza a mandar, y su ejercicio gubernamental es lo contrario de lo prometido. Se inicia entonces las promesas: que si El Milagro Agrícola” que nos hará un autoabastecimiento, que si Latinoamérica se integrará gracias a él, que Venezuela será un potencia mundial y otra cosa: que a los gringos le queda poco como imperio. Pero hay vainas difíciles de comprender dentro del mundo de la cartografía, el presidente refrenda lo dicho por Correa cuando indicó que la frontera con Colombia no se encuentra en los límites fronterizos normales sino con la guerrilla colombiana. Que vaina es esa, si Venezuela tiene esos límites podríamos ser bombardeados por los colombianos y ahora así es que se sube la gata a la batea. Miraflores y toda la Asamblea Nacional se quedarían si laptops y fíjense ¡Adiós crisis! No se hablaría de la inflación ni de la delincuencia ni del volvió volvió volvio de las parotidis que ahora regresó al país, sino de los archivos ocultos y esas cosas que podrán convertir a cualquier venezolano en un William Henry Gates y amigo del imperio. El humor ya no tiene ese brillo del pasado. El mismo gobierno le ofrece todos los días el guión. Ya no hace falta buscar la burla y la parodia porque las mentiras oficialistas se burlan de sí mismas. A pesar que este es el país donde olvidamos cada nueve días cuando se olvida el muerto, hay que recordar lo dicho por la revolución cuando salió del aire RCTV, que venía una televisora de altura, cultural y participativa y claro, con una alta audiencia superior al canal expropiado por el gobierno barinés y la Corte Suprema. No me digas mentiritas, dice una canción pero el asunto sigue. ¿Quién no recuerda la frase “Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario”? ¿Será eso mismo lo dicho por el Comandante cuando hablaba hace añitos con respecto a la FARC?. Ni amigos ni enemigos, para luego pedir un minuto de silencio al camarada Raúl Reyes. Ah, me estoy poniendo serio y eso es una falta de respeto a la seriedad. Sigamos pensando que ser candidato es una enfermedad que le dan a los morrocoyes de Barinas. Démosle duro a la metáfora. Si el morrocoy quiere andar a paso de vencedores y promete ganar la carrera a punta de discursos ilimitados por que así es su naturaleza. Los animales de la selva a la larga se arrechan. Démosle entonces duro a la metáfora. Si el morrocoy mete gato por liebre mientras emprende su carrera y dice que su revolución avanza y continúa con sus promesas en el aire. ¿Qué harán los animales?. La Moraleja póngala usted para no diga que no estamos ejerciendo la verdadera democracia participativa… Ah no olvide votar por mi candidatura. Tengo una lista de cobas que seguro le encantarían…
*Poeta y docente venezolano
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