Jeroh Juan Montilla
No hay poema
en el blanco graznido del carrao
Es inútil asomarse a las cabañuelas
y convocar el vértigo de las palabras
sobre la sal de los meses
Que es el canto tímido de la torcaza
en esta inundación
donde los dioses sólo gruñen
lo incomprensible.
en el blanco graznido del carrao
Es inútil asomarse a las cabañuelas
y convocar el vértigo de las palabras
sobre la sal de los meses
Que es el canto tímido de la torcaza
en esta inundación
donde los dioses sólo gruñen
lo incomprensible.
Hay que ir a lo hondo de la letra
y darle cuerda al ojo de la espera,
resignarse a los desmanes de la luna
en los pastizales del deseo
¿Si una mosca merodea
en la dulzura del café
quien puede eludir
las mentiras del profeta?
He abierto mis ventanas
al mar de leva,
a los antiguos titubeos del paraíso.
Ante la pulpa de la sed
un grano de brasa
es la única moneda.
1 comentario:
Un saludo desde la frontera colombo-venezolana. Lo felicito por su blog. He tomado su estilo de contador para el mío. Visíteme por favor: http://notisan.blogspot.com
Gracias. Dr. Félix Contreras, Director de NOTISAN.
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