Efrén Barazarte*
En medio de una crisis de gobernabilidad donde no sé sabe si tenemos un gobierno que gobierna la antojosa inflación, desabastecimiento, crímenes, crisis hospitalaria y suspensivos puntos de corrupción administrativa; nos encontramos con el currículo bolivariano que presenta a un Adán Chávez, afirmando que este es un proyecto fruto de la consulta nacional, de importantes esfuerzos de todos los sectores de la educación, y que el perfil de este proyecto se orienta en las ideas y la praxis de Simón Rodríguez, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora, Luis Beltrán Pietro Figueroa y Belén Sanjuán. Teóricamente y por fortuna, el proyecto es una propuesta para su estudio y reflexión. Pero viene lo bueno del documento. Ya en la segunda página arremete a quema ropa con la reforma curricular de 1997, atestiguando que fue escrito por el diablo en persona, ya que dicha reforma fortalece los demoníacos valores capitalistas y que alimentó al venezolano con el azufre del individualismo. Cualquier persona sensata vería que con este currículo comienza el mundo de forma adánica. Se inicia lo bueno contra lo malo, ya que el egoísmo, la intolerancia y el consumismo son los mensajes del currículo anterior. Es el viejo truco chavista que nadie se cree: tratar de descalificar todo el pasado para intentar sustituir una realidad mediante el discurso de la violencia. Además, son notorios los errores de redacción de la propuesta, que descalifica a los responsables de la Revisión y Corrección de Textos de este proyecto. Los usos de los conectivos dan fe de la pobreza de su lenguaje escrito. Por razones de espacio diré solo algunos. La frase: “En este contexto” se repite en las páginas, 12, 36, 39, 43, 44, 48, 58… “Por otra parte”, páginas 35, 37, 38, 45, “En este sentido”… páginas 11, 21,39, 42, 51, 72 . “En este orden de ideas” páginas 26, 37, 49, 50… En ese orden de ideas, el SEB, dice que atiende la educación de los afrodescendientes, negando en el desarrollo de diseño el carácter mestizo del venezolano. En este contexto, vemos una notoria contradicción. Primero se parte de la Constitución de la República para interpretar y afianzarse en la perorata presidencial del árbol de las tres raíces. El abuso histórico es lo que más determina el carácter arbitrario de la concepción curricular. Parte de una excluyente visión. Los padres de la ideas de un nuevo republicano son únicamente Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, por ello la propuesta o imposición es ahistórica. No existe para el chavismo las ideas educativas de Don Andrés Bello, el hispanoamericano humanista más importante de su época, y menos citan, por su mismo carácter complaciente e ideológico, las figuras de Cecilio Acosta, Lisandro Alvarado, Juan Vicente González, el fundador y director del liceo “El salvador del mundo”, donde estudiaron algunos importantes fundadores de nuestra nacionalidad. No lo citan en la medida de su carencia, fanatismo y complacencia. Por ello no justifican, desde una teoría de la educación, los aportes educativos de Ezequiel Zamora. Pero éste es un agente que impulsa “racionalmente” el currículo. Es interesante este compendio de las contradicciones. El SEB establece que la trilogía: escuela-familia-comunidad deben desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo para la transformación de la realidad. Si esto es así, entonces, el proyecto sería otro fracaso igual que la reforma del 2D. Para curarse en salud es mejor que el Ministerio realice una historiografía de las ideas educativas desde el nacimiento de la república y dejarse de tanto discurso determinista de citar los antiguos pensamientos de Bolívar, Rodríguez como versículos mecánicos dictados desde Miraflores. Por cierto, el proyecto acusa de eurocentrismo las ideas educativas de nuestro pasado decimonónico y del siglo pasado si asomar la posibilidad que el mismo Bolívar y Rodríguez son hijos predilectos y renovadores del pensamiento romántico venido de la Europa, como diría en su momento el mismo Rodríguez. Las bases teóricas del Currículo manipulan un pasado en beneficio de un presente que debe complacer al ejecutivo. Utiliza una errada y fanática visión de los emancipadores mentales, provenientes de nuestro idílico pasado republicano, visto por la visión presentista oficial. Razón tenía Simón Rodríguez cuando decía: “No hay nada más tonto que un patriota”.
Nota para el corrector: no quitar por favor, la letra “a” a la palabra ahistórico.
Nota para el corrector: no quitar por favor, la letra “a” a la palabra ahistórico.
*Profesor y poeta venezolano.