Adolfo Rodríguez
Como la más emblemática región del mundo asociada a esta época del año, estar en Londres en vísperas de diciembre, es vivir la propia Navidad. Es el frío, la actitud de la gente, las casitas que, en sus alrededores y a su interior, desde la calle, insinúan una atmósfera de buena música, tranquilizadoras lecturas y luces que confirman más la temporada.
Hay iluminaciones como en Venezuela. Mientras los centros comerciales muestras sus candilejas alusivas a Santa Claus, los renos y los pinos. Mientras buena parte del interés está centrado en el árbol que ornamentará
Hacia la calle de una de las casitas un muñeco representa a Santa Claus, no siendo gordo, ni con barba y riendo a carcajada batiente, no con el conocido jo jo jo, si no como un fulano cualquiera, con tal hilaridad, que no controla la mecedora en la que está sentado y se da con la frente en el barandal situado a la altura de sus rodillas en el pequeño corredor y un cocazo con la pared al echarse hacia atrás. Los adultos sonreímos y los niños casi pasmados ante esta versión tan destemplada de su santo preferido. Los venezolanos que pasan los días de Navidad en Londres asistimos a los conciertos en el Bolívar Hall para oír música de su país y a una feria de comidas, que incluye hallacas y, como no se ha previsto cachapas, mi esposa Clara sugiere adicionar al jojoto demasiado acuoso que se expende en UK, la tusa y un poco de harina de maíz que le mejore la textura. Quienes lo prueban en las oficinas adyacentes a
Imagen tomada de http://sobreinglaterra.com/2008/12/07/navidad-en-londres-las-10-mejores-atracciones/