Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

domingo, 7 de marzo de 2010

DIARIO DE VERANO MOSCÚ-2006

Edgardo Malaspina

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LUNES, 4 DE SEPTIEMBRE
Llovió toda la noche con relámpago y trueno. Amanece y la lluvia sigue, pero apenas se siente. Tomo el paraguas y salgo con el perro para disfrutar la melancolía del paisaje.
En los contenedores de basura hurgan los cuervos, pero también algunas personas. Quiero ser contundente en la siguiente afirmación: en el socialismo jamás observé ese deprimente espectáculo. Le hago el comentario a Natalia, mi esposa. Me contesta con un chiste: durante el socialismo había escasez de todo, no sobraba nada, no teníamos desperdicios que lanzar.
En la entrada del Metro hay buhoneros, también ancianos y niños con letreros pidiendo ayuda. Los empleados del Metro tratan de expulsar a los mendigos. Todo me es ajeno porque en mi vida estudiantil no me encontré con esas situaciones. El gobierno soviético garantizaba un salario mínimo a todos para la subsistencia, lo que muchos interpretaban como una distribución universal y equitativa de la miseria.¡ Que confusión! Uno ya no sabe que es mejor: si las migajas socialistas generalizadas, con aparentes rasgos de dignidad; o la abundancia capitalista sectorizada , evidentemente inhumana.
Vamos al museo de Andrei Rubliov en el monasterio Andrónnikov, en las orillas del río Yauza. Fue construido en siglo XV, pero funciona como museo desde 1960. Aquí vivió y murió el más grande pintor ruso de la Edad Media. Aquí está su tumba. Rubliov , autor de la Trinidad del Viejo Testamento , la obra más perfecta del arte antiguo ruso, fue canonizado en 1988. Él representa el ideal nacional, la armonía, la fe y las fuerzas morales del hombre ruso. En el museo hay más de cinco mil iconos y manuscritos. El lugar es silencioso, impregnado de una atmósfera espiritual. Nos sentamos bajo los árboles. Recordamos la película sobre Rubliov que hizo Tarkovski. En la Catedral de Saviour damos una contribución simbólica para que recen por el alma de la madre de Natalia.
Ahora hace buen sol. En las afueras un señor vende monedas del tiempo de los zares. Nos dirigimos al circo viejo de Moscú. Al frente está una estatua de cuerpo entero de Yuri Nikulin junto a un automóvil de los viejos. Nukulin fue un famoso cómico y payaso ligado al circo y conocido por muchas películas humorísticas que gustaron mucho.
En la noche nos echamos unos tragos de vodka. Yo la paso con pan negro y sorbos de kvas.

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