Pilar Alberdi

La protagonista sólo tiene una manera de vencer para escapar de la tiranía de la madre,la culpabilización, e incluso la frigidez que le ha sido impuesta. A ese fin sirven una de las compañeras del ballet, el director, su propia comprensión, y la figura del cisne negro. La bailarina fue una hija dócil, buena y obediente, cumplió con todo lo que le exigió su madre; pero sólo cuando logra aceptar el lado oscuro, precisamente aquel que le ha sido impuesto de manera tan contumaz para ella desde su nacimiento, me atrevería a decir mejor, desde el conocimiento de su gestación, es cuando encontrará el sentido de su lucha y luego de su paz, aunque en la película esta paz sea dramática. Nina, la hija, la joven, la bailarina, accede, por fin, a su polo opuesto, lo reconoce, deja de temerlo y lo asume como propio aunque sea en medio de alucinaciones.
En la vida real, encontrar en nosotros mismos el polo opuesto de lo que somos, aquel que nos disgusta y despreciamos porque lo hemos sufrido o vivido en las personas que nos rodeaban en nuestra niñez y adolescencia, es decir, en la época en que éramos más vulnerables, resulta siempre revelador. Es aceptar que ya no tenemos obligación de ser como otros han decidido que seamos. Es, de alguna manera, rebelarse y madurar.
Quienes hayan tenido personas autoritarias a su alrededor, pero no han asumido como propia esa manera de ser, es muy probable que busquen amistades, compañeros de actividades, o parejas de este tipo, de una manera tan inconsciente, que cuando alcancen a verlo, ya será tarde. Y si después de una primera unión y ruptura, aún siguen sin comprender el mecanismo que las lleva a buscarlas (el amor primigenio a la figura materna o paterna al margen de sus capacidades de dar amor) volverán a repetir el mismo proceso, y a equivocarse nuevamente.
No sé si alguien ha dicho de esta película que es la historia de un triunfo. Pero metafóricamente, lo es, pese a su infeliz desenlace. Es el triunfo del reconocimiento. El cisne blanco y el negro tienen que ir unidos, tienen que saber convivir juntos, para que una parte no se vea en la necesidad de vencer o destruir a la otra . De este reconocimiento, sin duda, nace el difícil equilibrio del que dependen muchos de los actos de nuestra vida.
Ficha técnica: el director es Darren Aronofsky, y en los papeles protagonistas las actrices Natalie Portman, Mila Kunis, Bárbara Hershey, y el actor Vincent Cossel.
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