(Medicrónicas:
crónicas viajeras relacionadas de alguna manera con la Historia de
la Medicina)
Edgardo
Malaspina
ROMA
I
De
Mamavira, nuestra abuela salernitana, conservo vagos recuerdos .La vi
un par de veces en Santa María de Ipire. Era muy blanca, tenía los
ojos azules y hablaba una mezcla de español con italiano.
Y
a propósito de comida y medicina, fue el estudio de la digestión de
los alimentos en las esponjas y en las estrellas de mar lo que llevó
al científico ruso Elias Mechnikov a descubrir la fagocitosis cuando
descansaba en el puerto siciliano de Mesina: introdujo una espina en
el cuerpo trasparente de una estrellamar y observó como la rodeaban
células , de manera igual como una astilla en un dedo de una persona
que no ha tenido tiempo de sacársela es rodeada de pus. Había
nacido la teoría celular de la inmunidad, complementada luego por la
humoral de Paul Ehrlich. Para seguir esa línea en materia de
nutrición, Mechnikov , fue el primero el estudiar el yogurt y sus
propiedades y concluyó que su consumo es bueno para frenar el
proceso de envejecimiento, luego de lo cual todo el mundo ingiere
yogurt para mantenerse saludable.
II
Me
enteré de la existencia de Roma en la escuela con la maestra
Dalila, como cualquier estudiante venezolano de las primeras décadas
de la segunda mitad del siglo XX, cuando la Historia se estudiaba
apenas se aprendía a leer .En nuestra memoria quedaron para siempre
la loba, Rómulo y Remo, la Monarquía, La República ,el Imperio,
Julio César, Marco Antonio, Cleopatra, y otro montón de nombres que
vienen y se van; y hasta la palabra “pírrico”, cuyo significado
aprendí entonces.
III
Entramos
a Roma . Hay muchos semáforos y pocos ruidos de bocinas de los
automóviles. A un costado, el río Tíber. En el año 291 a.C , una
epidemia azotó la ciudad. La serpiente de Esculapio, dios de la
medicina, la salvó. Desde entonces en la Isla Tiberina se construyo
un templo en su honor, un recinto sagrado para recordar la curación
milagrosa. Los enfermos acudían en peregrinación en busca de la
salud perdida. Hoy en lugar del templo hay un hospital administrado
por El Vaticano. Paganismo y cristianismo juntos.
Ya
estamos en el hotel Aran Park. Está un poco retirado del centro de
la ciudad. En los corredores y en el cuarto hay muchas pinturas, en
claroscuro, sepia o gris , que ilustran la historia de Roma. Servio
Tulio, Publio Cornelio ,Tiberio Graco, Virgilio, Augusto, el Coliseo,
una Guerra Púnica, y muchos otros personajes, acontecimientos y
ruinas de edificios están en marcos de madera teñidos con un
barniz plateado de falsa venerable antigüedad.
Hacemos un recorrido
por la ciudad. Construcciones modernas se alternan con las propias
del pasado glorioso romano. El Panteón con la tumba de Rafael , el
Mausoleo de Adriano, ahora Castillo de Sant Ángelo, otrora
fortaleza de papas y cuyo nombre recuerda la peste que el 590 azotó
a Roma. El papa Gregorio I vio al Arcángel de San Miguel con su
espada sobre el castillo, señal de que la epidemia había sido
vencida.
Regresamos.
Es casi medianoche y la gente pasea bajo una luna grande. Pasamos la
Vía Ostiense por el sitio donde supuestamente fue decapitado San
Pablo. Según la leyenda la abadía Tre Fontana recuerda que su
cabeza rebotó tres veces y originó tres fuentes.
En
el hotel celebramos con vino y trufas.