FELIPE HERNÁNDEZ G.
Cronista del Municipio Infante
Ante el centimetraje que en los actuales momentos alcanza en los medios la disputa fronteriza entre Guyana y Venezuela por el justo reclamo que nuestro país hace por el territorio invadido, se hace necesario volver sobre los hechos históricos que conllevaron a su despojo, para que la ciudadanía nacional tome conciencia sobre la territorialidad Venezolana de la Guayana Esequiba.
La Constitución de la República de Venezuela en 1830, consagró por primera vez el Uti Possidetis Iuris (como tu poseías de acuerdo al derecho, continuarás poseyendo); y definió el territorio de la República, como el mismo de la Capitanía General de Venezuela. Sin embargo, las fronteras de la Capitanía General no habían sido establecidas debidamente por la Corona Española, de cuyos dominios formaba parte, y, en consecuencia, la República tuvo que avocarse a resolver este problema, tanto en lo que respecta a su frontera occidental, con el antiguo Virreinato de Nueva Granada, (actual República de Colombia), como en la frontera sur, con Brasil, y la oriental con las posesiones coloniales de Inglaterra en la zona del Esequibo.
El establecimiento de estas fronteras ha seguido un largo proceso de discusiones de los gobiernos venezolanos con los países citados, lo que ha conducido a rupturas diplomáticos y conflictos. En los casos de Colombia y la Guayana Inglesa (hoy Guyana) las partes aceptaron someter sus diferencias al arbitraje de potencias extranjeras. Pero aun así, los laudos dictados han sido siempre adversos a los intereses de nuestro país. Por ellos Venezuela ha sido despojada de una extensión considerable de su territorio, lo que ha dejado en pie la cuestión de límites hasta tanto sea resuelta favorablemente.
Entre los antecedentes históricos de los problemas fronterizos con Guyana, se puede señalar, que en 1814 la Gran Bretaña quedó en posesión de los territorios coloniales holandeses de Demerara, Berbice y Esequibo, que pasaron a constituir la Guayana Inglesa a partir de 1831. Desde el comienzo el gobierno inglés estimuló el avance y establecimiento de colonos en las tierras venezolanas situadas al oeste, aprovechándose de la despoblación de aquellos territorios y de la situación de la República que iniciaba entonces su organización institucional. El avance de los colonialistas ingleses y la usurpación de territorios situados en la margen izquierda del río Esequibo, dieron lugar a las primeras reclamaciones de Venezuela ante la Gran Bretaña.
Las negociaciones se iniciaron en 1844, mediante la proposición hecha por Alejandro Fortique, representante de Venezuela, de que se reconociera el río Esequibo como línea divisoria, alegando con documentos la jurisdicción venezolana en esas tierras que habían formado parte de la Provincia de Guayana. El gobierno inglés por su parte, propuso que la línea fronteriza se iniciara en la boca del río Moroco y continuase por los ríos Morama y Aunama. Esto significaba una frontera al oeste del Esequibo. Esta propuesta no fue aceptada por el gobierno venezolano.
Las negociaciones se paralizaron por casi cuarenta años y entre tanto los ingleses continuaron ocupando territorios con el evidente propósito de llegar a las bocas del Orinoco y al Caroní. Cuando se reanudaron en 1876 el gobierno británico planteó nuevas exigencias cada vez más inaceptables; se negó a discutir las proposiciones venezolanas y estableció puestos avanzados en el territorio. Venezuela rompió sus relaciones con la Gran Bretaña y apeló a los Estados Unidos. El gobierno norteamericano propuso entonces someter la controversia a un Tribunal de Arbitraje aceptado por las partes, el cual dictó su fallo en Paris, en octubre de 1899.
Tanto en la integración del Tribunal de Arbitraje como en el Reglamento que aprobó para resolver la cuestión, se nota la manipulación de las grandes potencias, encabezadas por Inglaterra, para despojar a Venezuela de una porción considerable de su territorio. En efecto, el Tribunal quedó constituido por cinco miembros: dos de parte de Venezuela, nombrados por el gobierno de los Estados Unidos; dos de parte de Inglaterra, nombrados por el gobierno inglés; y el quinto, un ruso, escogido de común acuerdo por los cuatro.
El fallo del tribunal de Arbitraje fue, pues, totalmente adverso a Venezuela. La línea fronteriza se fijó a partir de Punta Playa, casi en las márgenes del Delta del Orinoco, quitando a Venezuela una considerable extensión de costas en el océano Atlántico. Asimismo, la línea penetró muy al oeste en los territorios venezolanos, consagrando un despojo de más de 100.000 kilómetros cuadrados del territorio nacional a favor de Inglaterra. Por estas razones, Venezuela mantiene hasta hoy sus justas reclamaciones en la Guayana Esequiba, que le fue despojada por el Laudo Arbitral de Paris en 1899.
Los apetitos colonialistas de Inglaterra, aprovecharon la inestabilidad y debilidad política de los gobiernos venezolanos para apoderarse impunemente, con el apoyo de otras potencias, de las tierras de la Guayana Esequiba.
En 1966 se suscribió entre Venezuela y Guyana el Acuerdo de Ginebra, en él se establece, que el diferendo de límites entre ambos países debe resolverse a través de acuerdos bilaterales. Según el citado acuerdo, la zona es controlada por Guyana pero su soberanía es reclamada por Venezuela. El Acuerdo que era de carácter transitorio, estableció un plazo de cuatro años para solucionar el diferendo. Cuando se venció el acuerdo, se firmó el Protocolo de Puerto España, que congeló las negociaciones por doce años. Mientras tanto, Londres le dio la independencia a Guyana. Entre los años 1982 y 1999 ambos países intentaron resolver el diferendo a través del mecanismo de buenos oficios de la ONU, el cual nunca arrojó resultados concretos.
Durante el gobierno de Hugo Chávez el diferendo se archivó, debido a la flexibilidad de la cancillería y a las buenas relaciones del presidente Chávez con Georgetown; recuérdese la frase del mandatario venezolano “el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en la región que vaya en beneficio de sus habitantes, proyectos de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas”.
En ese sentido, durante la última década Guyana ha podido explotar la zona en consorcio con trasnacionales mineras y petroleras, no solo estadounidenses (Exxon Mobil), sino también chinas (China Petroleum), entre otras, que han acudido ante el gobierno de Georgetown para realizar exploración y posterior explotación de los reservas naturales localizados en la zona en reclamación, un territorio rico en recursos que nos pertenecen, entre otros: oro, diamantes bauxita, y madera, además de importantes yacimientos petroleros, gasíferos y de uranio.
Entre los venezolanos existe la creencia de que las trasnacionales están tomando las bocas del Orinoco, zona clave para la navegación comercial venezolana: “Usan a Guyana para tomarse las reservas petroleras más grandes del mundo, que son venezolanas”. Venezolanos, el Esequibo es nuestro…
Valle de la Pascua, martes 28 de julio de 2015.