José Manuel Aquino
Entendemos por cultura al conjunto de actividades que realizan los seres humanos, con el fin de satisfacer sus necesidades tanto materiales como espirituales, adquiridas desde el ceno familiar y en todo el conglomerado social a través del tiempo. Integrados desde una realidad compleja, todo ese conjunto de saberes, costumbres, hábitos, artes, creencias y cualquier actividad realizada por el colectivo humano desde las comunidades, regiones y naciones en la búsqueda de un bienestar que los identifican desde la particularidad mediante acciones con el fin medir su alcance desde cualquier espacio.
Una de estas
actividades realizadas por los seres humanos, con gran esmero son las artes en
sus distintas denominaciones, en las cuales encontramos la pintura, la escultura, la literatura, la música, la danza, la arquitectura,
el cine entre otras destrezas. Tienen como fin destacar la capacidad de desarrollar
las habilidades, en función de la utilidad de la recreación para el
conglomerado social, mediante una visión
sensible acerca del mundo, utilizado diversos recursos con los cuales se puedan
expresar sus ideas, emociones o sensaciones.
Una de esas
actividades más cultivadas a través del
tiempo es la música, mediante la combinación coherente de los sonidos, tomando
en cuenta la melodía, la armonía y el ritmo. El cantante cumple una importante función en la emisión
controlada de los ecos en las diversas
composiciones. La forma de utilizar la voz por parte del cantante, en
una de la garantía para el éxito de las canciones canción. Por tanto son ellos,
los máximos exponentes de un determinado género musical.
La música folklórica, es uno de los géneros más
importantes que tienen las regiones porque pertenecen a su idiosincrasia como
elemento de su cultura. En la República Bolivariana de Venezuela encontramos distintas variedades
melódicas como la gaita zuliana, los merengues y vals venezolanos, música
andina, el Calipso guayanés y el joropo entre otros efectos sonoros. Siendo
este último canto interpretado y escuchado en casi todo en el territorio
venezolano y una cuarta parte del espacio colombiano.
Es precisamente
la variedad del joropo llanero, una de las modalidades más difundidas en esas
dos naciones. En el Estado Guárico resalta por su estilo, la cantante oriunda
de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, Yesenia Gámez. En sus
interpretaciones no solamente acentúa la belleza del paisaje llanero, sino también la el amor y la
exaltación a las faenas de la vida del campo. Esta hija de Digna Gámez, instructora
de joropo y el cantantautor de música criolla apureño Rafael Bastidas, quienes le
dieron las primeras orientaciones en
este ambiente artístico a la edad de los 13 años, cuando subió a los escenarios
a presentarse cantar en los actos culturales de los centros Educación Primaria y Secundaria de la
localidad antes señalada.
Luego
complementaría sus conocimientos de este arte, cuando su progenitora se uniera conyugalmente
con el destacado cantautor Don Dámaso Figueredo, oriundo de Guardatinajas,
población y parroquia Municipio Francisco de Miranda, del Estado Guárico, con
quien aprendió todas las técnicas de este medio artístico con el fin de que
esta prodigio de la canta criolla, apodada “la Torcacita del Llano” brillara
con su fina voz en distintos escenarios, no solamente en el ámbito regional
sino también nacional e internacional, al compartir escenario en estos
ambientes con importantes concertistas de la talla de Reynaldo Armas, Reina
Lucero Eneas Perdomo, Simón Díaz, Cristina Maica entre otros trovadores. Fue
tanto el aprecio para con esta interesante vocalista, que el afamado intérprete
le dedicara la inolvidable y exitosa melodía “la hija Catira”; además de
brindarle todo el apoyo para que esta calaboceña triunfara en esta actividad
artística con sus primeras canciones como: “mi Calabozo” del autor Miguel
Rengifo,” canoera del Arauca” composición de Asdrúbal Flores” y me lo dijeron
tus ojos” de Manuel Bandres entre otras letras de su amplio repertorio musical.
La personalidad de
creación artística no solamente es para el canto y el baile que durante gran
parte de su vida le ha dedicado, sino también para las trabajar con habilidades
pertenecientes a las artes plásticas. Su
talento está dirigido para el dominio del dibujo desde temprana edad; al igual que
la pintura y la escultura, por tal motivo se dedicó a trabajar con los elementos
de la composición: línea, el color, perspectiva, luz o valor, forma, textura con
el fin de trasmitir ideas, sensaciones y sentimientos a los bocetos, dándole un
toque particularidad y originalidad a sus obras. Las exposiciones tanto es la
mayor evidencia de la calidad estética en sus cuadros de esta hija de Calabozo,
por los cuales tiene el beneplácito tanto del público, como de los jurados evaluadores. Su prestigio ha traspasando los
límites de la localidad y la entidad llanera mediante los reconocimientos y
premios por su excelentes trabajos.
Incursiona en la
habilidad de moldear las formas, aumentando sus habilidades en las artes plásticas, mediante la realización de
esculturas, de distintos materiales como el yeso y el acrílico, en la que ha
realizado bustos de personajes de relevancia en la comunidad, destacando
igualmente en la creación de las imágenes de santoral cristiano católico como
el de Santa Cecilia. Del mismo modo se ha dedicado también a la restauración,
con el fin de mejorar la calidad de las estatuas, mediante la compensación o eliminación
de distorsiones y deterioro de las figuras, demostrando su buena técnica para
optimizar las formas de los cuerpos reparados.
Esta digna artista guariqueña devota del doctor José Gregorio Hernández y la Virgen Milagrosa, cumple una labor altruista con sus paisanos como buena cristiana, aportando sus conocimientos artísticos de manera desinteresada con el fin de ayudar a consolidar crecimiento de las habilidades artísticas de los aprendices al dibujo y la pintura en los cursos que imparte en la Casa de la Cultura “Francisco Lazo Martí” de la ciudad de Calabozo, mediante la utilización de recursos didácticos eficientes y eficaces con el fin de aprovechar al máximo las capacidades de sus educandos en el mundo de las artes plásticas.
Esta destacada maestra
de la pintura y escultura siempre ha tenido agradecimiento a las personas que
han contribuido con su formación artística. Primero a su madre Digna Gámez
quien le dio todo su apoyo para ser una
artista consagrada, al maestro de pintura Efrén Loreto, quien lo ayudó a
transitar a ese mundo de las artes plásticas. Del mismo modo tiene
admiración por la licenciada Georgina
Simoni de Sorci, en lo ingenioso en sus trabajos de pintura y trayectoria en
pro la cultura calaboceña, a través de su excelente desempeño como presidenta
de la Asociación de Artistas Plásticos del Estado Guárico. Igualmente reconoce
destreza en la ejecución de las técnicas empleadas por el artista plástico Yovani
Ramírez, para la realización de las obras pertenecientes al arte óptico con el propósito
lograr profundidad y movimiento, al igual que sus inventivas en el estilo abstraccionismo
geométrico para conseguir la expresividad y el simbolismo.