Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

martes, 11 de marzo de 2008

RÍO CERRO PELÓN


Noel J. Lugo*

El río Cerro Pelón desde sus cabeceras, en el Cerro Platillón, Monumento Natural "Juan Germán Roscio", se desplaza por afloramientos de la Formación Santa Isabel, más tarde continúa su recorrido por afloramientos de la Formación Tiara, para luego desplazarse por aluviones, hasta las inmediaciones de los predios de la UNERG, un poco antes de juntarse con el río Tibe y formar el río San Juan.
EL CURSO: El Río Cerro Pelón tiene su nacimiento en la vertiente sur-este del Cerro Platillón, recoge las aguas de numerosas quebradas, entre ellas, por su margen derecha Quebrada 5 de Julio , cerca del Cerro Buenos Aires. Por su margen izquierda, Quebrada Las Callecitas, en el sitio poblado del mismo nombre el punto de unión está ubicado astronómicamente en los 09º43´50´´ de L.N. y los 61º 42´00´´de L.O quebrada Las Judías.
Una vez que recibe las aguas de la Quebrada Las Callecitas; en su recorrido, aguas abajo, en dirección Oeste Este se presentan varios saltos; como producto del desnivel y el tipo de rocas presentes en el lugar.
AFLUENTES: En su recorrido de aproximadamente unos 10 Km de longitud recibe algunas quebradas, siendo las de mayor importancia, las siguientes: por su margen izquierda, de oeste a este drenan sus aguas Quebradas Las Callecitas, Quebrada San Luís y Quebrada Las Quebraditas, entre otras. Por su margen derecha en la misma orientación anterior, en su comienzo recibe la Quebrada 5 de Julio, así como otras de menor importancia. Se observa que el río se desplaza siguiendo la orientación de dos cordones montañosos. Tanto al norte como al sur dichos cordones presentan fuerte pendiente entre los dos extremos; esto permite que en tiempo de lluvia todo el caudal de agua de escorrentía, de la vertiente correspondiente, de las montañas adyacentes llegue con mayor fuerza y rapidez al río.
RELIEVE: El relieve adyacente que cabalga junto con el río Cerro Pelón en su recorrido oeste este; en su vertiente norte se encuentran los siguientes accidentes geográficos: Cerro Buenos Aires 1.200 m.s.n.m. (aprox.) Fila de Puentecito. Cerro El Salto 840.m.s.n.m. (aprox).Topo San Luís 1.000 m.s.n.m. (aprox.). Cerro Jiménez. 940 m.s.n.m. (aprox.). y Cerro Venado. 320 m.s.n.m.(aprox.).En su vertiente sur, con la misma orientación anterior se encuentran: San Pedro (Cerro 660 m.s.n.m. aprox.).(Topo 960 m.s.n.m.(aprox). Cerro La Peña 1.000.m.s.n.m. (aprox). Cerro Mango Llano 1.100.m.s.n.m.(aprox). Cerro La Gavilana 840.m.s.n.m.(aprox) . Cerro Corozo. Cerro Piedrapán 800.m.s.n.m.(aprox). Cerro Cumbrito (Los toponimios y sus respectiva altitud fueron tomadas de Diccionario Geográfico del Estado Guárico. En este aspecto se puede observar lo siguiente: La altitud de la vertiente norte son mayores que las del sur, y el relieve va en descenso a medida que avanza hacia el este.
VEGETACIÓN: La espesura de la vegetación que presenta el río en su recorrido varía con relación al relieve; en su parte alta donde las altitudes son más pronunciadas y el río más encajonado, la vegetación es menos boscosa y en la parte aluvial, aproximadamente a partir de La Guamita hasta la unión con el Tibe, donde se forma un pequeño valle se observa una vegetación más tupida y la presencia del sotobosque.. En el recorrido de la parte alta se observa las especies siguientes: bucare, jobo, yagrumo, guayabo, algarrobo, mangle clavellino, quitipirí, caruto, samán, carrizo o bambú (en formación), araguaney, cocuiza, bejucos y orquídeas.
En su parte media, en el sector La Hoyita se observa: jobo, Flor amarillo, mangle clavellino, araguaney, guama, apamate, gatiao, chupón, bejuco de cadena, guayabo.
En la parte baja se observa: Jobo, ceiba, yagrumo, clavellino mangle cocuiza, palmitas, guayacán, platanillo, algarrobo, bambú, quitipirí, cují. En todo el recorrido del río, circundando la vegetación antes nombrada, se observa una vegetación herbácea, gramíneas y chaparros.
FAUNA: Durante el recorrido se observó la presencia de pequeñas aves tales como: cristofué (Pitangus sulphuratu) azulejo (Thraupis virens), paloma chaparrera (Zenaidura), cucarachero, paraulata (Mimus gilvus), carpintero, igualmente se observó la presencia, escasa, de algunos cotejos. Con respecto a la ictiofauna se realizaron varios muestreos, en diferentes puntos; arrojando el resultado siguiente:
CLIMA: Durante el recorrido efectuado a mediado y finales del mes de marzo de 2005, en plena sequía, con el fin de recolectar muestras ictiológicas del río Cerro Pelón y trabajo geográfico; en la mañana temprano el cielo estaba despejado, es decir, no se observó presencia de nubes, a partir de las 10:30 am se observó la presencia de nubes tipo cúmulos. "Se parecen a enormes masas de algodón amontonadas unas sobre otras, con bordes blancos, brillantes y redondeados, se forman generalmente entre los mil (l.000) y (4.000) metros de altura". (Figueroa Rosa: Agenda Geográfica de Venezuela Pag. 59). Igualmente en la parte alta, en horas de la mañana, se sintió la presencia de suaves brisas que soplaban del suroeste, ya en horas de la tarde y en la parte baja las brisas eran muy escasas y un tanto calientes.
ACTIVIDAD ECONÓMICA: En las márgenes del río se observa la presencia de casas o parcelas, algunas con cultivos de árboles frutales y ahuyama. Por información de los vecinos se nos informó que en otras se efectúan cultivos de maíz en época lluviosa, la mayoría de ellas tienen cría de gallinas criollas, patos y marranos. Existe una finca que se dedica al cultivo de alfalfa y cultivos menores. Otras fincas se dedican a la cría de ganado vacuno.
POBLACIÓN: La población está diseminada a lo largo de las márgenes del río, donde existen núcleos mayores como Las Callecitas, El Castrero, Buenos Aires, La Guamita, Potrerito, los Bagres y otros.
AMBIENTE: Por la condición de los asentamientos humanos a las márgenes del río, por su condición de sitios de esparcimiento o áreas turísticas; las corrientes fluviales se ven afectadas por aguas servidas de las construcciones adyacentes, desechos sólidos como: envases de plásticos, latón, aluminio, cartón, papel; todo ésto como producto de envases o envoltorios de refrescos, cerveza, aguardiente, confites y chuchería en general y otros; lanzados por los habitantes de las mismas construcciones o dejadas por los olvidadizos visitantes, que son incapaces de recolectar los sobrantes y depositarlos en el lugar conveniente o llevarlos a sus casas. Igualmente en tiempos de sequía, como producto de la misma situación, se producen incendios de vegetación en toda el área. Como signo positivo; El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables a través de CONARE, está repoblando los cerros aledaños de la margen derecha con pino caribe, los cuales ya están dando su fruto.
San Juan de los Morros, Marzo de 2008.
*Profesor e investigador de geografía venezolana.

jueves, 6 de marzo de 2008

IDEAS PARA GOBERNAR


Eduardo López Sandoval*
eduardolopezsandoval@hotmail.com

Nos proponemos que esta columna nos acompañe semanalmente por todos los jueves por venir hasta las elecciones de gobernadores a realizarse el próximo noviembre. No procuraremos, diagnosticar, o dibujar, o colorear, magnificar, o simplemente reflejar la problemática del día a día relacionada con las imprecisiones de los gobiernos de los diferentes ámbitos, -nacional, regional o municipal-, que problemas hay en demasía. No, no hablaremos de lo evidente, trataremos de hablar de soluciones, de proposiciones que esperamos sean oídas por quienes les competa. Y quién más que no sean los candidatos a gobernador del Estado que es el corazón del país, el Guárico.
Nuestro antiguo empleo, como Diputado al Congreso Nacional, primero, y después como Presidente de la Comisión de Agricultura y Ambiente de la extinta Asamblea Legislativa del Estado Guárico, nos ha permitido manejar información bastante, y someramente los elementos de juicio que usan nuestros gobernantes en la toma de decisiones. Súmesele a ésto la experiencia de casi medio siglo como ciudadano, suficientes como para invitarles hacer entre todos estas Ideas para Gobernar.
Intentaremos que el contenido de esta columna sea ocupado por la participación que semanalmente hagamos todos. Como la responsabilidad que tendré como moderador del Grupo no es pequeña, ratifico caracteres de nuestra persona conocido por ustedes, y ofrezco condiciones auto impuestas, - y se oyen otras: No estamos en la cómoda posición de la Oposición. Tampoco estoy en la más cómoda aún poltrona del Gobierno. Me ubico en la barrera del ciudadano común que no se identifica con la mal llamada Cuarta República, caracterizada por la corrupción y la ineficiencia en la gestión de gobierno; ni con el llamado proceso, que no es más que más y más corrupción e ineficacia en el manejo de los fondos públicos, y totalitarismo y demagogia en lo que a democracia se refiere. Hablaremos en esta columna que aparecerá semanalmente, desde el lugar donde se encuentra la mayoría del país, que no está con la tradicional corrupción de los cuarenta años, ni con la nueva corrupción de esta última década. Está con la democracia.
Aprovecharemos los conocimientos que me ha dado la experiencia legislativa. En estas pasantías por el Congreso y la Asamblea hemos tenido experiencias relacionas con temas educativos, sindicatos, juegos de envite y azar, vialidad, turismo, ambiente, energía y minas, agricultura, Etc., Etc. Para observar, estudiar y asumir IDEAS PARA GOBERNAR, que es la esencia de la realización de este proyecto de participación, solicito la participación –valga la redundancia- de todos. Todos están invitados. Todos. Los del proceso –pero los totalitarios no-, los de la oposición –los golpistas abstenerse- y los nini, por supuesto, los independiente sin condiciones, porque la idea es de un nini, que será el moderador.
En esta página aparece nuestra dirección electrónica, ésta será en los próximos días nuestra principal arma. Ustedes sugieran en el correo los temas que deben tratarse en esta columna semanal y sus puntos de vista, dependiendo de la participación de ustedes abriremos un blog de discusión donde aprovecharemos las ventajas que nos ofrece la telemática en el logro de la quimera llamada participación.
La discusión se centrará en las IDEAS PARA GOBERNAR que se desarrollarían desde el Gobierno Regional. Nos concentramos en Guárico. Y las ideas las elaboraremos entre todos, la idea es que todos participemos en el blog haciendo estas ideas para Gobernar. Luego de la elaboración que nos permita la comunicación por Internet, las propuestas se las haremos llegar directamente a los candidatos, y además a todos los ciudadanos y votantes del Guárico, a través de esta columna. Este es el mejor momento para que nos oigan, el momento de la campaña.
Sugiero los siguientes temas de discusión; puntos que sé que ustedes, -miembros de grupo de discusión que estoy hoy proponiendo-, estarán de acuerdo: la vialidad en general del Estado Guárico, la vialidad agrícola, plan de ordenamiento del estado en relación con los planes de desarrollo urbano local de cada municipio, el financiamiento agrícola, el catastro rural, la historia regional y local como materia obligatoria en los planes de estudios básicos, el abastecimiento y precios de los productos de la cesta básica, los pensionados del seguro, el funcionamiento de la UNERG, especialmente lo referido a la creación de la nueva Escuela de Historia, Etc., Etc. Se espera PARTICIPACIÓN.
*Poeta, abogado e historiador venezolano.

domingo, 2 de marzo de 2008

TRAS LA HUELLA DE GALLEGOS

Ítalo Jiménez Laya*
(Ponencia presentada en San Fernando de Apure, el 19 de Octubre de de 2.007)
Rómulo gallegos fue como el penetrante timón que va señalando el rumbo de una sociedad y la necesidad de producir un viraje corrector cuando se va desviando del derrotero marcado en los postulados. Rómulo Gallegos fue una encrucijada y un horizonte; una encrucijada porque fue creando a golpes de pensamientos y latidos de conciencia, una producción literaria en unos momentos cruciales para la vida de Venezuela; un horizonte porque a través de las páginas de sus novelas intentó definir el punto cardinal hacia donde debería singlar la sociedad de su tiempo.
La obra maestra de Rómulo Gallegos “Doña Bárbara”, es una novela que consagra su figura como una encrucijada y en un horizonte en el desenvolvimiento y desarrollo de la vida venezolana durante la larga autarquía del General Juan Vicente Gómez.
En la gran encrucijada histórica por donde caminaba la Venezuela de sus tiempos. Era la encrucijada donde se desenvolvía una nación de tecnología extranjera que había conseguido hacer brotar de sus tierras unas riquezas insospechadas.
Ahora toda la nación a la cual reflejó en sus conocidas obras; a la que ennobleció y a la que dió renombre universal; a la que dió ejemplo con su figura digna y erguida, le rinde hoy tributo a su memoria.
La obra de Rómulo gallegos está aún vigente, porque el tiempo ha demostrado que los postulados galleguianos se reafirman al ahondarse la fuerte crisis moral que afecta al pueblo venezolano. Necesidad de reconocerse en este suelo, de aferrarse a la querencia, como está implícito en el mensaje de cada una de sus novelas y cuentos.
Comienza así gallegos a buscar información acerca de su novela, y decide viajar al llano el viernes del concilio de 1.927, 8 de abril, en compañía de su hermano pedro Gallegos y del joven alumno del liceo Caracas José Félix barbarito, que dos años luego le haría concebir su nuevo testamento de realidad venezolana en el texto de Doña bárbara. No fue un viaje turístico.
Amanece el sábado de gloria en la puerta del llano, en Villa de Cura. Pasa por Camaguán, donde dice encontrar a Enrique Pérez maica, uno de los ingredientes humanos con los que construye a Mujiquita; y ya el domingo en San Fernando.
Gallegos se aloja en el “Nuevo Hotel”, frente al parque Gómez (hoy parque independencia), no lejos del río. El lunes el periódico “El Informador”, que circula allí, lo dice todo: se encuentra entre nosotros el literato Rómulo gallegos, autor de la “Trepadora” y de “El Último Solar”, preciosas obras estas con las que ha enriquecido a la literatura nacional.
Al dársele una feliz estadía en esta ciudad, son nuestros fervientes votos porque la observación del medio y las bellezas sugestivas de nuestros panoramas llaneros, sugieran en dilecto espiritual idea de escribir una obra acerca de nuestras costumbres, y que traduzca la esencia poética que duerme latente en nuestra naturaleza esplendida, como ayer impresionaran y pusieran a soñar el alma exquisita del primer estilista de América, el Dr. Manuel Díaz Rodríguez.
¡La Llamada! Con todos los señuelos que su intuición le dice, y que irán luego a la novela: La llanura como una “Bella Durmiente” aguardando el beso del privilegio que la va a despertar.
El autor de la nota es, quizás, José Manuel Sánchez Osto, que está escribiendo para ese periódico artículos sobre el llano de Apure, quien con Juan Penzini Hernández y el poeta Rafael Domínguez Peña va a invitarlo a almorzar.
No obstante, la tarde de aquel domingo de ramos, en que llega, reunidos, quizás, con los mismos que le invitaban, en torno a una mesa con bebidas, “Un señor Rodríguez” le presenta sus personajes.
No tenía porque saber que yo iba en busca de datos, solo novelas, y solo por presentarme a su tierra bajo todos sus aspectos, como es de gente hospitalaria.
Creen en san Fernando que se trata del señor Juancho Rodríguez, dueño de “Ojo de Agua”.
No obstante, insistió en que es José Manuel Sánchez Osto, abogado, hombre dado a la vida llanera, que conocía hasta del idioma yaruro y que lo acompaña a “la Candelaria”.
Gallegos hace preguntas y “Sánchez osto” se adelanta a dar la explicación en sus cultas letras”. Dice Montilla; y añade gallegos que Antonio Torrealba lo interrumpía diciendo: Perdóneme, doctor, lo que el señor sabe es esto…”Dando la información que el escritor deseaba, en muchos casos distintos a la del letrado, o cuando no, más precisa”; o sea que Torrealba cuenta sus crónicas del llano al escritor, y él las ensambla en su novela en un lenguaje sencillo e inteligible para todo público.
Esto es en cuanto a llanerías, porque estimo que los datos sobre Francisca Vásquez de Carrillo (Doña bárbara), los obtuvo de la vasta cultura de Sánchez Osto, quien años luego sería objeto de un agasajo agradecido de gallegos en el restaurant “La India de caracas”; Y no le dedicó la novela, porque Rufino Blanco Fombona la quería para sí.
Perturbada tal notificación por “torvos sentimientos” dimanantes de la lanza en el muro, y todos los misterios sepultados y que esta obligado a exorcizar, y esa tarde del domingo de ramos le inventarió Rodríguez.
El martes santo está ya en La candelaria. Su centro de operaciones es el paso Arauca-, paso del Algarrobo en la obra- De esa estancia hay testimonios fotográficos: ¡gallegos con el pelodeguama bebiendo leche en totuma!, ¡Bebidas Propiciatorias!.
Otra foto, sentado en un tronco, la pierna izquierda sobre la derecha con el sombrero, tomando apuntes bajo el sol. Afirma Montilla que en pleno Arauca, hay aguas y copas reflejándose al fondo.
La otra foto, muy popular, Gallegos sobre un caimán, en la cola semiacostado. Pedro M. Sánchez, pajarote; de pie, Antonio Torrealba sobre la cabeza, tal vez el jueves santo.
Día de abstinencia de carne de animales terrestres, porque la tierra es el cuerpo del señor que esta agonizando en la cruz, y quien come las carnes que de ellas se nutren, profana y martiriza con sus dientes el propio cuerpo de Dios.
Día de no trabajar, ni en la sabana ni en el corral, porque esto arruinaría para toda la vida, día de soltar las queseras porque la leche batida en días santos no cuaja y se convierte en sangre. Día solamente de pescar galápagos, cazar caimanes y castrar colmenas.
Gallegos recoge sus apuntes para sus novelas del llano bajo un estremecimiento litúrgico.
El sábado santo y el domingo de resurrección aún están en La Candelaria, y presencia el llano en días de actividad normal: los ojeos, los piques, las queseras, quizás un rodeo preparado especialmente. Y cuando concluye esta ceremonia mayor del acto llanero de conquistar el pan de cada día. Casi una semana más permanece allí ante la tentación a flor de piel, de montar en pelo la cerrilidad, enlazarla alzándose a sí mismo.
El sábado 22 duerme en san Fernando, y está de vuelta en caracas el lunes 25.
Gallegos se dirige a la Prefectura de Camaguán, donde es atendido por su compañero de estudio Enrique Pérez Maica, quien más tarde personifica en su novela Doña Bárbara a Mujiquita, del cual el pueblo camaguanense se siente orgulloso que el maestro Rómulo gallegos dedique un personaje de su novela a un hijo de Camaguán.
Pérez Maica fue compañero de estudio de Rómulo gallegos cuando estudió primer año de derecho en la Universidad central de Venezuela, brillante estudiante. Se casó con esperanza Ríos quién también era de Camaguán y con quien tuvo varios hijos. Estaba emparentado políticamente con el poeta y escritor Ernesto Luis Rodríguez, de igual manera también estaba emparentado de sangre con el maestro Juan Vicente Torrealba Pérez y con la animadora de televisión carmen Victoria Pérez.
Los Pérez maica desde 1.830 fueron propietarios de muchos fundos pecuarios de Camaguán, entre ellos mencionamos: Los Hatos Santa bárbara y santa Rosa.
Se desempeñó como secretario de la Prefectura de Camaguán, así como también jefe de la Oficina de Correo de san Juan de los Morros, hasta la fecha de su jubilación.
Cuando gallegos se encuentra en Camaguán haciendo sus investigaciones se produjo un gran aguacero, al cual describe en la novela de la siguiente manera: “en el fondo de las muchas soledades, el trueno que anuncia la aproximación de la entrada de aguas, mientras que hacia Barinas pasan las rumazones de nubes que van a condensarse sobre la cordillera, donde comienzan las lluvias que luego descienden a la llanura”. Y próxima la media noche, al ras del horizonte el fusilazo del relámpago. Dice gallegos en el prólogo de la edición mexicana que en el camino lo acompaño “sol abrasador y lluvia copiosa, con todo el estruendoso aparato de una tormenta llanera, donde entre nublado y sabana, un solo trueno no tiene cuando acabar”.
Ya para finalizar, es conveniente destacar que la novela “Doña Bárbara”- su obra maestra- fue publicada en 1.929 y marcó la lucha de la civilización contra la barbarie.
Con esta ponencia rindo homenaje al Maestro Don Romulo Gallegos en la oportunidad de estarse cumpliendo ochenta (80) años de este viaje investigativo al llano ! Salud Señores Cronistas y Gracias por su Atención Prestada.
*Cronista venezolano de Camaguan.

miércoles, 20 de febrero de 2008

CORTE BEATLE Y BRECHA GENERACIONAL


Daniel R Scott*

Entre otras cosas que no es menester mencionar aquí no le perdoné a papá que no me perdonara mi "Corte Beatle" que yo exhibía con orgullo. Lo cual no significa que despues no le haya amado, como escribí en otra ocasión. Pero esa ya es otra historia.
Porque para ¿1973-1974? ví por televisión la película "Help!" de los Beatles y a partir de ese instante mágico y limítrofe el hoy mítico cuarteto de Liverpool ejerció sobre mí una influencia casi hipnótica que no logró ser desplazada por ninguna otra influencia y que se ha prolongado sin cambio ni variaciones hasta el día de hoy. "Son jóvenes novedosos" escribía el "Daily Mirror" en 1963. "Tienen un gran espíritu y están llenos de alegría. ¡Que cambio hemos tenido!". Pero el evangelista Billy Graham, el "Pastor del Mundo", al que también profeso admiración, no era tan entusiasta: "Son una fase pasajera, síntoma de la incertidumbre de estos tiempos y de la confusión que nos rodea. Espero que cuando sean mayores se corten el cabello". Y un ministro de la iglesia preguntó: "¿En qué sitio del Reino de Dios podemos encontrar un lugar para los Beatles?" El polémico John Lennon dijo que antes de Elvis Presley no existía nada; quizá ignoraba que los Beatles mismos marcarían un antes y un despues. Para bien o para mal con la aparición de ellos cambió la moral, la cultura y en lo general el modo de ver la vida.
Mi hermana y yo, seducidos por igual por el cuarteto musical, guardabamos el dinero que se nos asignaba diariamente para la "merienda" escolar, hasta lograr reunir el monto exacto para comprar el material discografico de una agrupación que para esos días tendría unos tres años de disuelto. Nosotros llegamos tardíamente a la Beatlemanía o nacimos por error en el lugar y la época equivocados. De todos modos aun se sentía en el ambiente cultural los últimos coletazos de la década de los sesenta que finalmente cesaría con la aparición de la "Musica Disco" en 1977. Mi hermana se convirtió a la nueva tendencia y yo seguí aferrado al pasado.
Los "45 revoluciones por minuto" costaban Bs. 4,50 y el "Larga Duración" o "Long Play" valía Bs. 20. ¡Qué alborozo el día cuando al fin pudimos adquirir con nuestros exiguos ahorros el Larga Duración titulado "Hey Jude"! La percusión escandalosa pero ritmica de la canción "Rain" era soberbia y las distorsionadas melodías de "Revolutión" nos encantaban pese a lo sospechoso de su titulo. "¿Revolución?" preguntaba papá malencarado. "¿Que canción es esa si se puede saber?". Es que en plena "Guerra Fría" y con el amargo antecedente de un tío comunista en la familia la palabra sonaba amenazante y hasta grosera a los oídos paternos. De hecho, cuando mi madre me vió con un libro titulado "La Revolución Rusa" adornado en la portada con la hoz y el martillo, me obligó muy amablemente y con tacto devolverlo a la libreria o cambiarlo por otro. Yo accedí sin entender exactamente lo que pasaba. De cualquier manera mi cabeza estaba vacía de ideologías y llena con las notas de "Lucy in the Skay with Diamond" o "Yellow Submarine".
Entonces yo cometí el error de ir un poco más lejos de lo que aconsejaba el sentido común, enfrentandome por primera vez con la llamada "Brecha Generacional" o la "Contracultura": adopté el "Corte Beatle", que si bien se ve, ya era un peinado anticuado a principio de los setenta. Al verme, papá se disgustó y pegó el grito al cielo. Él, que siempre estaba atento a la longitud del cabello para decirle a mamá "este muchcho ya necesita que le corten el pelo". ¿Un hijo de Antonio Scott? inconcebible. Insólito. Una mancha en su hombría y en la mía propia, según pensaba. Nunca estuvo de acuerdo con ese "corte totuma" mío, librando una "Cruzada Santa" o "Guerra a Muerte" en mi contra que duró dos años y terminó con mi derrota, con una rendición incondicional. La "Primera República" de mi rebeldía juvenil había caído. "¡Es que un hombre no debe dejarse crecer el cabello!" repetia una y otra vez cual un disco rayado, y me mandaba directo a la infame barbería. Por un tiempo logré rebelarme y desacatar la orden del "padredios". Pero por desgracia mis rasgos finos y perfilados fueron mi perdición. Un día, allá en el Municipio Mellado, se acercó a saludarnos un viejo conocido de papá. Yo estaba sentado dentro del Jeep, al lado de mamá. Ibamos rumbo al hato Tacatinemo. Este señor al verme exclamó "buenamoza como la madre". Siempre terminaban confundiendome con una niña y no con un admirador de los Beatles, que era lo que yo deseaba. No me quedó más remedio que sentarme en la "silla de torturas" del barbero (¿o verdugo?) y ver frente al espejo como bajo las diestras tijeras mi "corte beatle" se convertía en un vulgar y anticuado "corte prusiano". Al terminar su labor, el muy bellaco del barbero me dijo "ahora si pareces un hombrecito". El muy bellaco.
Unos treinta años más tarde a mi esposa tampoco le gusta el cabello largo en un hombre. "Un hombre no se debe dejar crecer el cabello" dice ella, repitiendo sin saberlos las mismas palabras de papá. Lo que faltaba: un comando parapaternal. "Mientras más corto, mejor" dice ella. Y como la amo (como terminé amando a papá) visito la barberia muy de contínuo. De todos modos el cabello largo y ya encanecido me molesta y hace cosquillas detrás de las orejas.
Hoy llevar el cabello corto o largo es cosa que tiene sin cuidado a la gente.
Y papá en algún lugar del Universo me mira y se rie.
24 de Diciembre de 2007
*Bibliotecario y escritor venezolano.

lunes, 18 de febrero de 2008

LIBROS GUARIQUEÑOS: EL SABIO TORREALBA



Edgardo Malaspina*




El Estado Guárico ha sido una de las entidades federales de Venezuela más rezagadas en materia editorial, no obstante la existencia de muchos escritores y poetas. Estando al frente de la Fundación para el Fomento de la Cultura del Estado Guárico (FUNDACULGUA), desde 1996 hasta 1998, inicié un programa para rescatar ese importante rubro de la cultura y logré publicar diez obras.
Empecé esa tarea sacando a la luz pública la biografía de Dr. José Francisco Torrealba (1996), bajo el título de EL SABIO TORREALBA. Torrealba fue un destacado médico que ejerció su profesión en el llano venezolano e hizo investigaciones sobre el mal de Chagas con la perseverancia y la humildad de los sabios. La presentación es del Dr. Rafael Emilio Silveira, el prologo es del Dr. Edgardo Malaspina y la selección de los textos pertenece al Dr. Adolfo Rodríguez. El libro contiene varios artículos sobre la vida del médico. En el artículo de la Reto del CONICIT intitulado ¿Quién fue Torrealba? Se habla de su nacimiento en el hato San Roque, en las cercanías de Santa María de Ipire, Estado Guárico el 16 de junio de 1896.Hay una descripción del ambiente natural que rodeó a Torrealba en su infancia, el cual predispuso su espíritu para desarrollar la imaginación y el sentido de la curiosidad creativa. Se habla también de su actividad como médico rural, profesional e investigador de muchas enfermedades en el llano venezolano.
Rafael Torrealba ,hijo del científico, en “Para una mejor comprensión del Dr. Torrealba” nos enumera una serie de aspectos y circunstancias que rodearon la vida de su padre, los cuales vienen a ser signos importantes para el estudio de su obra : el medio adverso, la inexistencia o escasez de materiales para la investigación en su laboratorio, su voluntad férrea para estudiar por cuenta propia y superarse, su posición ante los problemas de la sociedad, el afán por impartir conocimientos sin mezquindad, el estilo narrativo ameno y preciso, su óptima preparación médica y su capacidad extraordinaria para el trabajo. Otros hijos de Torrealba, Ana Teresa, Ana Benigna y José Ramón escriben sobre los aportes médicos-sanitarios del padre, su destacada labor como director del Asilo de Enajenados Mentales que lo convierte en pionero de la psiquiatría en Venezuela, sus estudios de las enfermedades tropicales, la elaboración de nuevas vacunas y su incansable trabajo como investigador y divulgador de los conocimientos científicos.
José Antonio Ron Troconis en “Un hombre que alcanzó el equilibrio de la sabiduría”, lírica y nostálgicamente lo recuerda como su maestro: “Tu eres el auténtico maestro, el perfecto catedrático… no necesitabas aula, tu escuela era la propia calle, el hogar, el ambiente”.
Elisa Pineda de Belisario, en una prosa bellamente lograda, nos muestra al hombre humilde, perseverante, en constante lucha para vencer las dificultades y llevar a cabo sus proyectos científicos.
Se inserta una cronología donde se detallan los pasos y logros del científico año tras año, las distinciones que le fueron concedidas, las instituciones, premios y promociones con su nombre y los institutos y academias a los cuales perteneció.
Muy importante resulta el capítulo sobre su biblioteca personal, por cuanto nos enseña que Torrealba fue un médico filósofo no sólo por su modo de pensar ante el paciente y su tragedia, su estilo peculiar como científico y humanista, su sensibilidad social y su actitud general ante la vida; sino también por sus conocimientos enciclopédicos. Leía a Rousseau, Pascal, Montesquieu, Tomás Moró, Nietzsche, Ingenieros, Unamuno, etc., pensando tal vez como Letamendi, quien dijo que el médico que sólo sabe de medicina ni de medicina sabe. No es casualidad que una vez le vieran una sonrisa volteriana, Augusto Morillo Chacón le observara una actitud como si fuera un discípulo de Niezsche, Rafael Loreto Loreto lo comparara con Gandhi y Alexis Ramos lo llamara el Tolstoy de los llanos. Torrealba una vez dijo: “La política en la universidad perjudica mucho. ¿No decía Aristóteles que el hombre era un animal político? En el prólogo para el libro “Vida y sufrimiento” de Rafael Hernández Rodríguez, Torrealba escribió. “He evocado mucho mis lecturas de Cayo Lucrecio Caro, hace más de 35 años… toda la obra arranca de la filosofía de Epicuro y de sus discípulos”. El discurso pronunciado con motivo de la inauguración del centro de salud con su nombre, lo remató de esta manera: “¿Vendré yo de la república de Platón o de la utopía de Tomás Moro? Como se nota, siempre tenía en cuenta la riqueza filosófica del pasado.
Carlos Rafael Herrera refiriéndose al talento de este ilustre llanero del Guárico señaló: “Rara característica humana que le valió no sólo los calificativos de sabio, vidente, santo y genio; sino también los de iluminado, lunático, demiurgo o curandero, según las apreciaciones personales de quienes lo visitasen, fuesen amigos, admiradores o detractores”.
Por lo visto, nunca nadie antes con su quehacer cotidiano, su obra y su legado se ha acercado tanto como Torrealba a la sentencia hipocrática de que “el médico-filósofo es igual a Dios. Son pocas las diferencias entre la sabiduría y la medicina”.El libro ha resultado la única biografía genuinamente guariqueña sobre el sabio santamarieño, muy útil para las generaciones de galenos que se gestan en las aulas de nuestras escuelas médicas.

*Médico, cronista, poeta y escritor venezolano.

jueves, 14 de febrero de 2008

ESCLAVO, VAQUERO y PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA


Ítalo Jiménez Laya*
italo-jimenez@hotmail.com
italojimenez44@gmail.com

Ponencia presentada en el Encuentro Extraordinario de Cronistas e Historiadores. San Juan de Payara, Municipio Pedro Camejo, Estado Apure.
(25 y 26-01-2008)
Siguiendo con la incógnita sobre ¿Dónde nació Pedro Camejo? Se acordó en el II Encuentro de Cronistas e Historiadores celebrado los días 23 y 24 de Septiembre del año 2007 en la ciudad de Camaguán. Estado Guárico, que para el día 25 y 26-01-2008, en la cuidad de San Juan de Payara, población perteneciente al Estado Apure, se llevaría a efecto un Encuentro Extraordinario de Historiadores y Cronistas donde se efectuaría un gran debate para definitivamente aclarar el verdadero lugar de nacimiento de Pedro Camejo “El Negro Primero”.
La incógnita de donde nació Pedro Camejo, conocido como “El Negro Primero”, no es otra cosa que un nudo Historiográfico, y la Historia de Venezuela se caracteriza por esa cantidad de situaciones que no están claras, transparentes y que son producto muchas veces de la Historiográfica oficial del momento.
Ahora bien, un problema de esta naturaleza debe ser abordado mediante un debate abierto, y de carácter científico si se quiere con pruebas de fuente probatorias y de documentos sobre el tema, donde prevalezca la razón y no la pasión por el sitio de nacimiento del citado personaje. Debemos extraer del debate todo aquello que sea hipotético, que no tenga base o fundamento, y sobre todo lo relacionado con aspectos de la carga literaria.
Particularmente, yo considero que es más importante conocer sobre la trayectoria de los Héroes de la Patria, que sobre el lugar de nacimiento, respetando el planteamiento del debate.
Para nadie es un secreto que ni en el pasado, ni en el presente en los centros educativos de Venezuela se abordan estos temas, al punto tal que se necesita por una parte reconstruir la historia y por la otra masificarla en todos los niveles de la Educación Venezolana.
Contestando algunas interrogantes sobre la ponencia presentada por el Dr. López Sandoval en Camaguán sobre ¿Dónde nació Pedro Camejo, “El Negro Primero”?, él mismo nos afirma que nació en San Juan de Payara.
De igual manera se le realiza la pregunta al Prof. De Historia Ubaldo Ruiz, a quien solo le falta el acto protocolar para la formal entrega del título de Maestro-Historiador de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG), la respuesta es “Yo creo que… aplicando los conocimientos, la lógica y un poquito de cariño por esta tierra, yo creo que… Pedro Camejo “El Negro Primero”, nació en Calabozo”. La lógica y el cariño por su tierra natal tienen mucho valor espiritual pero no científico.
El colega y amigo ya fallecido, quien en vida fuera el cronista de El Sombrero, Don Manuel Aquino Delgado, sostiene en el Diario El Nacionalista de fecha 3 de Noviembre de 1990, en la columna Negro Primero Guariqueño por Evidencias, que en una oportunidad cuando le oyó decir al Dr. Eduardo Hernández Cartens, Gobernador del Edo. Apure y Cronista de Achaguas, le manifestó, “Nosotros sabemos (intelectuales apureños) que Negro Primero no es apureño pero lo aceptamos”. De igual manera el apureño Manuel Moreno, pero por prudencia no solicitó de ellos dato de donde en realidad era.
Pero los intelectuales apureños están en el deber de decirlo en este momento, es decir, presentar datos comprobatorios.
Existen evidencias presentadas en un testamento del cual nos habla Don Manuel Aquino Delgado, de una compra realizada por parte de Don Bernardo Bautista Marrero que vivía en el pueblo de El Calvario, dice que adquirió un Hato llamado Merecure de 58 leguas en San Juan de Payara propiedad de Don Sebastian Mier y Terán, existía entre la servidumbre los siguiente esclavos; José Maria y su Mujer Carmen, Miguelote y su Mujer Felipa dos hijos de estos: Juana y Miguel, Juan Rafael, Pió Diego, Toribio Gregorio, Juan Blanco, Andrés, Pedro José Eusebio (supuestamente Negro Primero), Manuel José Becerra Xavier, Felipe, Juan, Carlos Francisco Aquino, Franciscote y su Mujer Amacia y con 4 hijos, Pantaleón, Mindola, José y Juana. Ahora bien este testamento se puede tomar como documento filiatorio por que demuestra que Pedro Camejo nació en San Juan de Payara.
De igual manera se dice que nació en la provincia en algún lugar del alto llano, pero no se específica si es en los llanos altos de Apure, de Guárico, Occidentales u Orientales.
También se dice en la ponencia que en cuanto al parentesco de la familia Camejo Rodríguez con el Libertador de Uruguay, José Gervasio Artigas este afirma que fue su dueño.
Sabemos que los esclavos llevaban el apellido de sus dueños hasta después de su venta.
El Dr. Adolfo Rodríguez en su obra CALABOZO SIGLO XIX en el capitulo que denomina TEATRO DE MISERIA Y CALAMIDADES, no dice que Pedro Camejo nació en Calabozo, simplemente generaliza diciendo que otros calaboceños acosados y perseguidos fueron al Apure para incorporarse a las filas del General Páez, es decir, estos eran soldados del Ejercito Regional de Calabozo, Comandado por el General Calaboceño Ruperto Delgado yerno del General Francisco Tomas Morales Guedes, también Monárquico y lugarteniente de Boves.
El General Morales al regresar a España rinde su informe, hay que destacar que es el mismo informe que se encuentra en el Archivo Militar de Segovia (España), así como también menciona la fuente bibliográfica creada por el Sr., David Wenceslao Fernández. Fuentes en la que se basa el investigador Miguel Álvarez Díaz para decirnos que Pedro Camejo era de Calabozo.
Según J.A. de Armas Chitty fueron 220 lanceros desertores para irse al Ejército Republicano, entre ellos Calaboceños, Apureños, Camaguanenses, gente de Guayabal, El Rastro, Guardatinajas, entre otros, estos mismos desertores son los que menciona el Historiador Miguel Álvarez Díaz en su ponencia presentada en Valle de La Pascua.
Entre las verdades que dice Páez sobre Pedro Camejo existe esta; “Después de la acción de Araure quedó tan disgustado del Servicio Militar que se fue al Apure, allí permaneció oculto algún tiempo hasta que vino a presentarse”. Reflexionando sobre esto yo digo que cuando uno tiene un fracaso, para donde se va a ir, sino es para su casa, con su familia, con sus amigos, sus vecinos, que lo puedan ayudar, porque lo conocen... Y es que tiene que ser Apureño, porque si fuese de Calabozo hubiese ido a esa tierra a refugiarse.
Aspectos Biográficos del Prócer de La Independencia
Pedro Camejo con muy corta edad aprendió las labores de vaquería, ya que en tiempos remotos cuando aparece el ganado, los esclavos y aborígenes tuvieron que aprender dicho oficio, en donde muchos de ellos se destacaron como administradores de Hatos Llaneros ; en lo que nos respecta, a Pedro Camejo estaba a la orden de Vicente Alonso como esclavo en Apure, su tarea era ardua, luchaba con animales salvajes, domaba potros, cruzaba ríos crecidos y caimanosos, ordeñaba, solía vivir a la intemperie; estas actividades lo iban a convertir en un extraordinario jinete, en un hombre fuerte de la llanura, la cual representaba su mayor escuela, solo los esteros cargados de garzas y corocoras, con el canto del paují eran sus fieles compañeros de gozo, viendo el cielo lleno de aves multicolores, no se doblegaba a las circunstancias que la vida le deparaba, se enfrentaba con mucha gallardía, hasta vencer y lograr su cometido.
Su infancia cargada de mucho aprendizaje propio del llano, transcurre en tierras de San Juan de Payara, Calabozo, el Rastro, Tiznado, Achaguas, y otros pueblos circundantes de la región. Cruzó en muchas oportunidades el majestuoso Estero de Camaguán. Nuestro personaje no tenía ningún grado de instrucción, a pesar de poseer una mente despierta y ágil.
Remembranzas de Páez hacia Pedro Camejo
Cito textualmente: Dentro de sus memorias, el General Páez a pesar de su grado de analfabetismo, poseía una extraordinaria memoria, y recordaba muchos sucesos de sus lanceros, no dejando sin mencionar a uno de sus mejores hombres, como lo fue “El Negro Primero”, con un alto grado de humor, cuenta Páez: “que moribundo, se le acercó para despedirse, cayendo luego muerto de su caballo, en la hora de la Victoria de Carabobo”. Prosigue el General Páez, entre todos mis lanceros recuerdo con cariño a Camejo, generalmente conocido entonces con el sobrenombre de “El Negro Primero”, esclavo en un tiempo.
“Cuando yo bajé a Achaguas después de la acción de El Yagual, se me presento éste negro, y mis soldados de Apure me aconsejaron incorporarlo al Ejército, pues le constaba a ellos que era hombre de gran valor y sobre todo muy buena lanza. Su robusta constitución me lo recomendaba mucho, y a poco de hablar con él, advertí que poseía la candidez del hombre en su estado primitivo y uno de esos caracteres simpáticos que se atraen bien pronto el afecto de los que los tratan, llamábase Pedro Camejo, esclavo del propietario vecino de Apure, Don Vicente Alfonso, quien le había puesto al servicio del Rey porque el carácter del negro, sobrado, celoso de su dignidad, le inspiraba algunos temores.”
“Después de la acción de Araure quedó tan disgustado del servicio militar que se fue al Apure allí permaneció oculto algún tiempo hasta que vino a presentárseme, como he dicho, después de la acción de El Yagual”.
“Admitirle en mis filas y siempre a mí lado fue para mi, preciosa adquisición. Tales pruebas de valor dió en todos los reñidos encuentros que tuvimos con el enemigo, que sus mismos compañeros le dieron el Título de EL NEGRO PRIMERO”.
“Estos se divertían mucho con él, y sus chistes naturales y observaciones sobre todos los hechos que veía o había presenciado mantenían la alegría de sus compañeros que siempre le buscaban para darle materia de conversación. Continúa el General Páez con los aspectos anecdóticos de Camejo “sabiendo que Bolívar debería venir a reunirse conmigo en Apure, recomendó a todos muy vivamente que no fueran a decirle al Libertador que él había servido en el Ejercito Realista. Semejante recomendación bastó para que a su llegada le hablaran a Bolívar del negro con gran entusiasmo, refiriéndole el empeño que tenia en que no supiera que él había estado al servicio del Rey.”
“Así, pues, cuando Bolívar le vió por primera vez, se le acercó con mucho afecto, y después de congratularse con él por su valor, le dijo: ¿Pero qué le movió a usted a servir en las filas de nuestros enemigos? Miró el negro a los circunstantes como si quisiera enrostrarles la indiscreción, que habían cometido, y dijo después: “Señor, la codicia” ¿Cómo así?, preguntó Bolívar.
“Yo había notado- continuó el negro- que todo el mundo iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con un uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo. Entonces yo quise ir también a buscar fortuna y más que nada a conseguir tres aperos de plata, uno para el negro Mindola, otro para Juan Rafal y otro para mí. La primera batalla que tuvimos con los patriotas fue la de Araure: Ellos tenían más de dos mil hombres, como yo se lo decía a mi compadre José Félix, nosotros teníamos mucha más gente y yo gritaba que me diesen cualquier arma con que pelear, porque yo estaba seguro de que nosotros íbamos a vencer. Cuando creía que había acabado la pelea, me apee de mi caballo y fui a quitarle una casaca muy bonita a un blanco, que estaba tendido muerto en el suelo. En ese momento vino el comandante gritando: - A caballo - ¿Cómo es eso? -dije yo- ¿Pues no se acabo la guerra?- Acabarse, ¡nada de eso! , Venía tanta gente que parecía una zamurada.
¿Qué decía usted entonces?, dijo Bolívar
“Deseaba que fuéramos a tomar paces. No hubo más remedio que huir, y yo eché a correr en mi mula, pero el maldito animal se me cansó y tuve que coger monte a pie.
Dicen -le interrumpió Bolívar-, que ahí mataba usted vacas que no le pertenecían.
Por supuesto, replicó, ¿Y si no, que comía? En fin, vino El Mayordomo a Apure, y nos enseñó lo que era la patria y que la diablocracia no era ninguna cosa mala y desde entonces yo estoy sirviendo a los patriotas”.
Páez y Bolívar lo hacían hablar de ese modo durante las marchas, pues tenía una manera original y pintoresca de expresarse.
El día antes de la Batalla de Carabobo, donde fue muerto, cuenta Páez que oyó al Negro arengando a sus compañeros en el mismo lenguaje que él (Páez) empleaba en ocasiones similares, prometiéndoles paraíso si luchaban bravamente y las regiones infernales si huían.”
No es probable que Páez haya conservado notas coetáneas de esta conversación entre Bolívar y el Negro, pues en la época en que tubo lugar este incidente, Páez era casi, si no completamente, analfabeto. De modo que ha debido guardarla latente en su memoria durante más de cuarenta años. No es posible que la haya inventado, pues tiene todos los visos de ser verdad. En todo el diálogo no hay rasgo de condescendencia; por el contrario, se respira un ambiente de verdadero afecto, con esa ligera crítica amable con que vemos las debilidades de nuestros amigos, quienes sin duda no dejan de pagarnos con la misma moneda... Fin de la cita... (Robert B. Cunninghame Graham, obra de 22 Capítulos.)
En la época en que nace Pedro Camejo, en todas las iglesias existía un libro para llevar la presentación de los niños blancos y de otra casta a la religión católica, los negros e indios no se presentaban pero había curas que llevaban 2 libros, unos para blancos y otro para esclavos.
Antiguamente a los indígenas y negros se consideraba que no poseían alma, no se consideraban seres humanos, solo eran pequeñas maquinas de producción, por eso matar indios para despojarlos de sus tierras no era considerado como delito. Esto nos obliga a indagar en los tribunales donde se hacían ventas, testamentos y algunos litigios donde aparecían nombres de algunos esclavos, de igual manera en los registros de hierros con que marcaban a los esclavos, censos eclesiásticos donde aparecían las cantidades de habitantes esclavos, indios, blancos, entre otras razas, indagar de igual manera en los registros y/o libros dejados por testigos de la época.
Un dato curioso es que para esta época el esclavo de una determinada familia conservaba el apellido de su “dueño” inclusive aun después de su venta.
Es de hacer notar que el apodo o sobrenombre de “Negro Primero” se debe a sus cualidades de bravura y de mucha destreza en el manejo de la lanza, además, existía una creencia en la cual los negros por su condición de esclavos siempre encabezaban la batalla, es por ello que se decía “los negros primeros…”
Negro Primero en el año de 1816, en compañía del presbítero Trinidad Travieso interceden ante el General Páez, a favor del Teniente José Maria Córdova, quien había sido condenado a muerte por un Consejo de Guerra, por el delito de deserción, le salvan la vida y más tarde se convierte en General de División.
Casado con Juana Andrea Solórzano, quien en el año 1847 obtuvo montepío militar por ser la viuda de un prócer de la independencia muerto en La Batalla de Carabobo.
Participó el 6 de Febrero de 1818 en la Toma de las Flecheras acaecida en el Río Apure, en tierras de los llanos de Caracas (Camaguán. Estado Guárico), cerca de Puerto Miranda, entre otras.
Pedro Camejo fue uno de los 150 lanceros que participó en la Batalla de las Queseras del Medio, hecho ocurrido el 2 de Abril de 1819, recibiendo para ese momento la Orden de los Libertadores de Venezuela.
En la gran Batalla de Carabobo, batalla que marcó el grito de Independencia, fue uno de los integrantes de Caballería de la Primera División, allí dejó su vida y fue ascendido al grado de Teniente postmortem, en pro de nuestra Independencia.
En todos los pueblos y ciudades del país, se le rinde honor a este insigne patriota, con su nombre en avenidas, escuelas, liceos, calles principales, cuarteles, parques, plazas, barrio, urbanizaciones, edificios de igual manera en estatuas, tal como se visualiza en el boulevard de San Fernando de Apure (Edo. Apure), específicamente en el Monumento a la Bandera; que es alegórico al llanero y que mejor llanero que Pedro Camejo para representarlos, también en San Juan de Payara, Campo de Carabobo y Chaguaramas en este ultimo existe un busto esculpido por el escultor Camaguanense Martín Leonardo Funes.
Así también como epónimo del Municipio que lleva su mismo nombre en San Juan de Payara.
En todos estos monumentos aparece como lugar de su nacimiento san Juan de payara y no en Calabozo como dice nuestro amigo Historiador y Abogado Dr. Eduardo López Sandoval (opinión que se hace respetar) y como lugar de su muerte la batalla de Carabobo el 24 de Junio de 1.821, (Venezuela – Gran Colombia) día de San Juan Bautista, viviendo en este mundo 31 años.
Cabe destacar que en “La Nueva Familia” de billetes y monedas, Pedro Camejo “El Negro Primero” aparece en el billete de 5bs.
Desde su fama registrada en la Guerra de la Independencia, muchos cantantes, poetas y músicos , le han cantado al Negro Primero demostrando que su lugar de nacimiento fue en San Juan de Payara, en este caso me remito a Eduardo Hernández Guevara, en su poema: “Carbón de Radiante Luz”
“..Se dice que fue en payara,
Su lugar de nacimiento,
En una choza de olvido,
Con paredes de silencio,
Su madre fue la sabana,
Le dio la sabia del pecho…”
Un insigne poeta Camaguanense que lo plasmo en sus versos fue el Dr. Fleitas Beroes, he aquí un fragmento de este:
“¡Me llamo Pedro Camejo!
Realista que se fugó:
Solo aspiro Mayordomo
Una casaca marrón
Un penacho bien bonito
Que pegue con mi color;
Freno y charnelas de plata
Un caballo correlón
Una Santa Catalina,
Un machete bien cortón
Ser obediente a su mando,
Combatir en pelotón,
Encontrar para Mindola
Aperos de distinción,
Para el Negro Juan (Rafal) silla nueva con pellón”
Así pues tenemos que todas las investigaciones realizadas por este cronista conducen a que “El Negro Primero” es natural de San Juan de Payara.
Me despido de Ustedes, esperando que esta ponencia contribuya a desatar el nudo Historiográfico sobre el lugar de nacimiento de Pedro Camejo, motivo por el cual se realiza este encuentro extraordinario de Historiadores y Cronistas.
*Cronista de Camaguan, Venezuela.

lunes, 11 de febrero de 2008

MENOS PLATÓN Y MENOS PROZAC


Página/12*



Desde hace años, el filósofo francés Michel Onfray aboga en sus libros por una filosofía en completa sintonía con esta época: una filosofía hedonista. Ahora, acaba de publicar los dos primeros tomos de un proyecto sumamente ambicioso: una Contrahistoria de la filosofía en la que rescata a los pensadores cuyas ideas no conforman el tronco del pensamiento occidental. Pero, ¿puede este nuevo canon desplazar el que se ha erigido sobre Platón? Además, Onfray acaba de publicar otro libro en el que finalmente explica eso que durante años no ha querido escribir: el verdadero origen de su afán hedonista.

Por Mariano Dorr

¿Por qué leemos a Platón? En primer lugar, porque es el más grande pensador de todos los tiempos. Nunca habrá otro igual. A la vez, no debiéramos olvidar que la respuesta no puede desligarse de su propio linaje platónico. Nos guste o no, pensamos platónicamente, por conceptos. Platón es la tradición (algunos dicen que toda la historia de la filosofía no es más que una nota al pie de sus diálogos). Pero cuando una tradición se funda, naturalmente lo hace rechazando todo aquello que amenace sus fundamentos. Platón quiso quemar las casi seiscientas obras de Demócrito, el creador del materialismo. Los cristianos llegados al poder, en su momento, quemaron bibliotecas enteras. Se organizaron para perseguir y torturar a aquellos filósofos que enseñaran un pensamiento diferente. Así se ha fundado una tradición. Harold Bloom, en sus más famosas páginas, escribió que el canon es Platón y Shakespeare: la imagen del pensamiento individual, ya sea Sócrates brindando con cicuta o Hamlet sosteniendo un cráneo. Dos escenas para un mismo problema: todos vamos a morir. Y el problema del canon no es otro: Cada día nuestra vida se acorta y hay más cosas que leer.
Acaban de aparecer en Argentina los primeros dos tomos de la provocadora Contrahistoria de la filosofía (Anagrama) de Michel Onfray (autor de una treintena de libros, entre los cuales se destacan El vientre de los filósofos, El deseo de ser un volcán, Tratado de ateología y su reciente manifiesto hedonista: La potencia de existir). ¿Por qué una contrahistoria? Porque –ya se sabe– la historia la escriben los que ganan (y por supuesto, contra los que pierden). La historiografía es una de las ramas del arte de la guerra: una polemología, dice Onfray: “¿Cómo abordar el combate, medir las relaciones de fuerza, perfeccionar la estrategia, una táctica para alcanzar el objetivo, gestionar las informaciones, callar, silenciar, subrayar la evidencia, fingir, más todo lo que supone enfrentamientos incluso a la hora de determinar quién es el vencedor y quién es el vencido? La historia es débil con los ganadores y despiadada con los perdedores”. La filosofía, siempre dispuesta a repartir consejos y enseñanzas –cuando no el fundamento mismo de la verdad–, es sin embargo reacia a revisar los presupuestos de su propia historiografía. Dejando al margen el proceso de construcción de su historia, la filosofía “se presenta como única, canónica y objetiva, unívoca e indiscutible”.
“Canon” viene del griego kanón, que significaba “caña” o “vara larga”. Esta caña se utilizaba como instrumento de medición y referencia, es decir, como “regla”. Así, “kanón” se usaba tanto para decir “ley” o “modelo” como para decir “límite” o “frontera”. Entonces, ¿qué es lo que queda más allá del canon, más allá de los límites impuestos por el canon? ¿Puede un límite, una frontera, no esconder intereses políticos o morales bien definidos? Bloom responde: “El canon occidental, a pesar del idealismo ilimitado de aquellos que querrían abrirlo, existe precisamente con el fin de imponer límites, de establecer un patrón de medida que no es en absoluto político o moral”. Michel Onfray piensa lo contrario: los manuales, las antologías, las historias y las enciclopedias son “instrumentos ideológicos”, y no sólo repiten las mismas opiniones y textos de referencia, sino también “los mismos olvidos, los mismos descuidos, las mismas periodizaciones, las mismas ficciones”. Y sobre todo, “guardan silencio sobre las mismas informaciones”. Lo que se omite en una publicación, se vuelve a omitir en las siguientes; Demócrito sigue siendo llamado “presocrático” pese a haber sobrevivido casi cuarenta años a Sócrates. Claro, es que “las temáticas son presocráticas”, dirán en la Academia, argumento que casi hace de Heidegger un presocrático más.

LA CONTRAHISTORIA

El proyecto de una Contrahistoria de la filosofía (seis volúmenes en total) abarcará desde el materialismo de Leucipo y Demócrito hasta la filosofía de Jean-François Lyotard. Veinticinco siglos de filosofía hedonista, y por lo tanto “materialista, sensualista, existencialista, utilitarista, pragmática, atea, corporal y encarnada...”, escribe Onfray. La propuesta es mirar al otro lado del espejo platónico, ofrecer la historia de los vencidos, la historiografía de los pensamientos dominados. Nada de Aristóteles, Plotino, Boecio, San Agustín (aunque fuera un exquisito libertino antes de su conversión), Santo Tomás, Descartes, Kant y Hegel; Onfray apuesta a los gnósticos licenciosos, el epicureísmo cristiano, los libertinos barrocos, los ultras de la Ilustración, el socialismo dionisíaco y el nietzscheanismo de izquierda. Todas ellas, corrientes de pensamiento que, en lugar de obedecer a un criterio lineal, arborescente y hegeliano, se desarrollan de acuerdo al rizoma de Deleuze y Guattari. Es decir, no como utopías –islas desiertas del pensamiento– sino en forma de archipiélagos (o conjunto de islas unidas por aquello que las separa): “Este proyecto de enciclopedia voluntariamente mutilada tiene como finalidad el surgimiento de un continente sumergido, de una ciudad hundida desde hace siglos, para volver a iluminarla y darle vida sacándola a la superficie”. No se trata de abolir los manuales y enciclopedias, sino de una revolución metodológica del género, una invitación a construir la historiografía como disciplina necesaria en la enseñanza de la filosofía –para profesores liberados– y abrir “de par en par la ventana en las bibliotecas donde se acumulan las glosas inútiles sobre los monumentos de la filosofía dominante, para agregar a las estanterías obras alternativas que se ocupan de otra filosofía que supone otra manera de filosofar”.
Desde los griegos hasta hoy –según Onfray– la filosofía ha privilegiado una sola cara de su doble rostro: “Al salir triunfadores, Platón, los estoicos y el cristianismo imponen su lógica: odio al mundo terrenal, aversión a las pasiones, las pulsiones y los deseos, desacreditación del cuerpo, el placer y los sentidos, sacrificados a las fuerzas nocturnas, a las pulsiones de muerte”. ¿Qué sería del pensamiento, de nuestro pensamiento, si el canon fuera otro? Si en lugar de triunfar el mundo de las ideas platónicas como explicación de la realidad, hubiese triunfado la explicación atomista (no hay más que átomos, por lo tanto, o los dioses son materiales –como nosotros– o simplemente no existen), probablemente nos habríamos ahorrado, al menos, dos mil años de “monotono-teísmo” (la expresión es de Nietzsche). Del mismo modo, si en lugar de triunfar el “santo odio al cuerpo” del platonismo para el pueblo –el cristianismo–, hubiese triunfado alguna otra secta gnóstica (la de Simón El Mago, por ejemplo) probablemente hoy seríamos un poco más felices... o terriblemente desdichados, quién sabe. Borges (uno de los seleccionados por Harold Bloom en El Canon Occidental) se preguntaba qué sería de la Argentina si Lugones, en lugar de elegir el Martín Fierro como texto nacional, hubiera elegido el Facundo. Sería otro país, nada menos. Con otro canon, pensaríamos diferente; la historia habría sido distinta (lo que no es poco, teniendo en cuenta la sangre que corrió y sigue corriendo hasta hoy).
No es casual que el trabajo de “ampliación del canon” de Onfray, en dirección al hedonismo, se desarrolle en la era del gourmet, el boom de la enología, la rave multiculturalista, las cremas y caricias del éxtasis y la sintética felicidad del MDMA. Uno de los libros de Onfray se titula precisamente La razón del gourmet, donde aparece Leibniz explicando “la teoría de las burbujas” nada más y nada menos que a Dom Pérignon. ¿Leucipo y Demócrito de moda? Hace exactamente diez años salía en la colección “Biblioteca Clásica Gredos”, de Planeta Deagostini (una edición más económica), el tomo IV de Los filósofos presocráticos, Leucipo y Demócrito, a cargo de María Isabel Santa Cruz y Néstor Luis Cordero, una obra maestra sobre los atomistas. Seguramente, Cordero (docente e investigador argentino, y uno de los especialistas en filosofía antigua más importantes del mundo) no coincidiría con Onfray en que, históricamente, Leucipo y Demócrito hayan permanecido “fuera del canon”. ¿Y dejar afuera a Platón... por una buena comida? Cordero recordaba –hace ya muchos años– que en Montevideo existía un almacén llamado “El chanchito epicúreo”, y dejaba claro que una cosa era una picada y otra muy diferente la filosofía, aunque a veces se mezclaran.

Los primeros hedonistas griegos

Algunos de los filósofos que recupera Michel Onfray en Las sabidurías de la antigüedad, Contrahistoria de la filosofía, I:

Democrito de Abdera
(n. siglo V a. C.)

Sócrates es una especie de Jesucristo pagano; todo es antes o después de él, al menos para la historiografía dominante, que llama “presocrático” a Demócrito: “Es menor que Sócrates, aunque sólo diez años, y todavía le quedan entre treinta y cuarenta años de vida cuando éste muere. Para ser un presocrático, ¡vaya complicación!”. Demócrito recomienda no obedecer a otra cosa que a uno mismo, en esto consiste vivir libremente. Para ello, hay que aprender a gozar del placer en uno mismo: tranquilidad del alma, buen orden, regocijo, buen humor, buena disposición, salud moral. Pero atención: el gozo no consiste en el derroche, sino en el placer de no sufrir.

Antifón de Atenas
(n. aprox. siglo V a. C.)

Uno de los reproches que formuló Platón a los “sofistas” consistía en señalar como una inmoralidad el pago en dinero de sus lecciones, ¡la sabiduría no debería estar a la venta! ¡No es sabio quien sólo enseña a cambio de dinero! Cerca del ágora de Corinto, Antifón abre “una suerte de gabinete en el que recibe pacientes a quienes somete a un tratamiento fundado en la palabra”. La escucha y la conversación tienen como finalidad el fin del sufrimiento. Concebía “que se pueda acceder a la causa profunda del mal, situada en la materia atomística del paciente, con ayuda de la palabra que fabrica representaciones útiles para actuar sobre el cuerpo y modificar las lógicas de los sufrimientos psíquicos y, por tanto, corporales”. Es decir, “inventó” el psicoanálisis.

Diógenes de Sinope
(n. siglo V a. C.)

Es famosa la anécdota (y hay una importante iconografía) de Diógenes caminando por las calles de Atenas, a plena luz del día, con una linterna encendida mientras explica que “busca a un hombre”. Onfray propone que Diógenes “busca irónicamente al hombre de Platón”, la idea platónica de Hombre. Por supuesto, no la encontró por ninguna parte: “El ideal no existe, jamás lo encontramos, y de ahí la inutilidad de la búsqueda con la linterna”. En otra ocasión, mientras Platón, hablando en público, definió al hombre como “bípedo implume”, Diógenes, sin alterarse, arroja un pollo desplumado a los pies del filósofo, anunciando que se trata de su hombre. Platón precisa su concepto: bípedo implume... de uñas planas. Diógenes se masturbaba en público: “seguir a la naturaleza, rechazar la cultura, no preocuparse por las conveniencias, y, sobre todo, burlarse de la mirada y el juicio de los otros, es condición primordial para alcanzar la verdadera sabiduría”.

Los gnósticos licenciosos

En El cristianismo hedonista, Contrahistoria de la filosofía, II, Onfray saca del olvido, entre otros, a los gnósticos ligados al hedonismo:

Simón El Mago

Enseña en el siglo I de nuestra era.

En aquel momento, magia y milagros pertenecen al mismo ámbito de lo maravilloso: “los espíritus, los demonios, lo irracional y los mitos coexisten con el Logos sin dificultad. Lo mismo, por cierto, ocurre todavía hoy...”. Simón le pide a Pedro (el discípulo de Jesús) que le enseñe sus secretos a cambio de dinero. Al escuchar que sólo se trata de fe, Simón concluye que esa divinidad no existe. Compra una prostituta, Helena, y la transforma en divinidad y organiza su culto. Si vino el Mesías, fue sólo para auxiliar a Helena, prisionera de un ejército de ángeles. Los discípulos de Jesús no enseñaban nada que fuera más creíble que los cuentos de Simón. El relato de su muerte no tiene desperdicio: cuando Pedro ve cómo Simón vuela por el cielo durante horas, reza con todas sus fuerzas y logra que Simón se estrelle contra el suelo. Otra versión afirma que dejó que se lo entierre, prometiendo resucitar de entre los muertos al tercer día. ¿Y si saliera imprevistamente a la superficie hoy en día, casi dos mil años después?, pregunta Onfray.

Epifanio

Hijo de Carpócrates, del cual hereda una cultura enciclopédica. El “Rimbaud gnóstico”: “Antes de cumplir los diecisiete años escribe una obra titulada De la justicia, extraordinariamente provocativa, a la que parecería adecuado calificar de anarquista, a juzgar por el maltrato que da a los dioses de papel, de plata y de humo que la mayoría de la gente celebra por doquier”. A los diecisiete años, Epifanio muere... Entre sus ideas (que nos llegaron gracias a las críticas de Clemente de Alejandría), se destaca la crítica de las formas de la propiedad, el matrimonio y la monogamia. Si Dios nos dio el deseo y el placer, ¿por qué habríamos de evitarlos?

Cerinto

Casi invisible, a punto de desaparecer, es citado únicamente por Hipólito de Roma. Cerinto afirmaba que el reino de Cristo no está en el Cielo sino aquí, en la Tierra: “Nada de vida eterna, de cuerpo glorioso, de alma sin cuerpo, ni a la inversa, nada de mitos o de ficciones, sólo esta idea sencilla: la salvación en la Tierra, en las condiciones de la existencia que conocemos”. Recomendaciones de Cerinto: “bebidas a discreción, alimentos sin medida, sexualidad libertaria integral y fiestas generalizadas”.

Por qué soy hedonista

Así como la historiografía dominante ha podado el césped del Jardín de Epicuro (hasta dejarlo seco), el camino del propio Michel Onfray hacia la tierra hedonista no fue ningún lecho de rosas. En el recientemente publicado La potencia de existir (Ediciones de la Flor, 2007), cuyo subtítulo reza “Manifiesto hedonista”, Onfray escribe un “Autorretrato de un niño” a modo de prefacio, donde confiesa que cada uno de sus libros no ha sido más que un pretexto para no escribir las páginas que siguen. Se trata de sus cuatro años internado (a pesar de no ser huérfano) en un orfanato de padres salesianos, entre los diez y los catorce años de edad, antes de ser internado en otra parte. Demasiado dolor: “Morí a la edad de diez años”, comienza. La madre de Michel —abandonada a su vez por su madre, en la puerta de una iglesia...— rechazó a su hijo desde el primer día: “Lo cierto es que la mujer a la que golpearon de niña golpeaba a su hijo en forma compulsiva con cualquier cosa que tuviera a mano. Pan, cubiertos, objetos diversos, lo que fuera...”. La vida en el orfanato fue todavía peor, por supuesto.
La pasión por la razón, el placer y la felicidad que Onfray enseña en sus multitudinarios cursos no tiene su origen en una vida licenciosa sino en el sufrimiento de un niño abandonado a su suerte, entre curas mañosos y miserables reglas de conducta, donde los niños “intelectualoides” eran humillados y considerados “niñas” (dando por descontado la inferioridad de la mujer). Como Dante, que describe su propio canon en La Divina Comedia, también Onfray atravesó el infierno para encontrar el suyo.