Italo José RAMÍREZ RONDÓN*
Es indudable que Internet no sólo implica un nuevo modelo de socialización, sino un distinto uso del lenguaje y de la misma organización del pensamiento, es decir, un nuevo modo de transmitir información. Por ende, un mecanismo más para la transferencia de la educación misma. Este hecho, lo coloca en el centro del desarrollo en todos los campos para este siglo. En el futuro, la transmisión de la información y la educación será inconcebible sin Internet, tal como hoy en día es inconcebible sin la imprenta. Por lo anterior, se puede inferir que cualquier método de educación que hasta el momento no se haya incorporado a la Internet y a cualquier medio multimedia irá perdiendo poco a poco su nivel de eficacia ya que los otros, que sí lo hayan hecho, podrán impartir información mejor y más rápido con mejores y más vistosas herramientas y recursos.
Para Fidler (1998), es probable que el desarrollo del lenguaje digital tenga un efecto transformador profundo sobre la sociedad humana, así como sucedió con el desarrollo del lenguaje expresivo, hablado y escrito. Es indudable que estamos en las primeras fases de esa transformación. Ciertamente, ya podemos ver como las redes informáticas que usan lenguaje digital están aumentando enormemente las interacciones humanas por todo el mundo y millones de personas invierten una porción significativa de su tiempo en un lugar conocido como ciberespacio.
Debido a lo expuesto anteriormente, se puede decir que la humanidad se encuentra ante lo que se podría llamar la transición hacia la sociedad de la información.
Según Trejo (2001):
La Sociedad de la Información es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación más nuevos, o renovados merced a los desarrollos tecnológicos que se consolidaron en la última década del siglo: la televisión, el almacenamiento de información, la propagación de video, sonido y textos, han podido comprimirse en soportes de almacenamiento como los discos compactos o a través de señales que no podrían conducir todos esos datos si no hubieran sido traducidos a formatos digitales. La digitalización de la información es el sustento de la nueva revolución informática. Su expresión hasta ahora más compleja, aunque sin duda seguirá desarrollándose para quizá asumir nuevos formatos en el mediano plazo, es la Internet (p.256).
No hay duda alguna que la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el fenómeno de la globalización, han dado lugar a un nuevo modelo social que obliga a acelerar la implantación de la Sociedad de la Información y que requiere de actuaciones de largo alcance por parte de las Administraciones Públicas y empresas privadas que garanticen la participación del conjunto de la sociedad. Esta, debe estar incluida en su totalidad en esta revolución que protagonizamos en la actualidad. Al respecto, Cordeiro (1998) manifiesta que “…independientemente del nombre, estamos viviendo la más grande revolución que haya conocido la humanidad hasta el momento…” (p.50). Dicha revolución, es la de la información, de cambios que se dieron desde el nacimiento de la informática y la computación y que ha crecido más aún con el auge de la Internet, el último acontecimiento del proceso comunicacional.
Ciertamente, los medios de comunicación tradicionales resultan impactados debido a estos cambios de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Los aportes que las mismas le ofrecen tanto en la producción como en la transmisión de los mensajes. El aprovechamiento de las TIC es innegable, ya que la sociedad mundial experimenta una revolución comercial y económica, porque traen consigo una infraestructura global, accesible y universal: Internet. Por ejemplo, las transacciones bancarias ya se pueden hacer a través de la red, compras en cualquier parte del mundo desde otro punto remoto desde la comodidad del hogar, etc. Este medio, ha influido en todos los aspectos de la vida, lo que puede llevar a decir entonces que el auge de la Internet y su importancia como medio de comunicación ha significado un cambio importante en la posibilidad de una mayor comunicación y educación.
Para Fidler (1998), es probable que el desarrollo del lenguaje digital tenga un efecto transformador profundo sobre la sociedad humana, así como sucedió con el desarrollo del lenguaje expresivo, hablado y escrito. Es indudable que estamos en las primeras fases de esa transformación. Ciertamente, ya podemos ver como las redes informáticas que usan lenguaje digital están aumentando enormemente las interacciones humanas por todo el mundo y millones de personas invierten una porción significativa de su tiempo en un lugar conocido como ciberespacio.
Debido a lo expuesto anteriormente, se puede decir que la humanidad se encuentra ante lo que se podría llamar la transición hacia la sociedad de la información.
Según Trejo (2001):
La Sociedad de la Información es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación más nuevos, o renovados merced a los desarrollos tecnológicos que se consolidaron en la última década del siglo: la televisión, el almacenamiento de información, la propagación de video, sonido y textos, han podido comprimirse en soportes de almacenamiento como los discos compactos o a través de señales que no podrían conducir todos esos datos si no hubieran sido traducidos a formatos digitales. La digitalización de la información es el sustento de la nueva revolución informática. Su expresión hasta ahora más compleja, aunque sin duda seguirá desarrollándose para quizá asumir nuevos formatos en el mediano plazo, es la Internet (p.256).
No hay duda alguna que la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el fenómeno de la globalización, han dado lugar a un nuevo modelo social que obliga a acelerar la implantación de la Sociedad de la Información y que requiere de actuaciones de largo alcance por parte de las Administraciones Públicas y empresas privadas que garanticen la participación del conjunto de la sociedad. Esta, debe estar incluida en su totalidad en esta revolución que protagonizamos en la actualidad. Al respecto, Cordeiro (1998) manifiesta que “…independientemente del nombre, estamos viviendo la más grande revolución que haya conocido la humanidad hasta el momento…” (p.50). Dicha revolución, es la de la información, de cambios que se dieron desde el nacimiento de la informática y la computación y que ha crecido más aún con el auge de la Internet, el último acontecimiento del proceso comunicacional.
Ciertamente, los medios de comunicación tradicionales resultan impactados debido a estos cambios de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Los aportes que las mismas le ofrecen tanto en la producción como en la transmisión de los mensajes. El aprovechamiento de las TIC es innegable, ya que la sociedad mundial experimenta una revolución comercial y económica, porque traen consigo una infraestructura global, accesible y universal: Internet. Por ejemplo, las transacciones bancarias ya se pueden hacer a través de la red, compras en cualquier parte del mundo desde otro punto remoto desde la comodidad del hogar, etc. Este medio, ha influido en todos los aspectos de la vida, lo que puede llevar a decir entonces que el auge de la Internet y su importancia como medio de comunicación ha significado un cambio importante en la posibilidad de una mayor comunicación y educación.
*Licenciado y periodista venezolano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario