En esta fecha, en Caracas nacía un niño que venía signado para una gloria muy grande, para la realización de destinos de acción humanas. Con el nacimiento de este niño también nacía la Historia Revolucionaria de Venezuela, y de América del Sur. En el Mundo a partir de ese instante se produce un cambio del pensamiento racional, que poco a poco, vendrá carcomiendo los cimientos de ideales incompartibles con los seres humanos, en la búsqueda de la paz social, de la justicia y la verdadera libertad del hombre.
En este día nace Simón Bolívar, el Padre de la Patria y el Libertador de América. (06)
La historia nos relata que “en su corta existencia, apenas cuarenta y siete años, logró realizar una obra de trascendencia universal dedicándose a la Independencia de Venezuela y de los países bolivarianos.”
Desde muy pequeño, Bolívar dio muestra de rebeldía hacia la injusticia y hacia aquellos entes que no permitían, que los seres humanos, ejerzan sus derechos. Este niño huérfano ya a los cuatro años, conoce el sufrimiento y el dolor de vivir sin padres, tener que andar de casa en casas de sus familiares y tutores, donde algunos eran gruñones, otros demasiados pacíficos, y aquellos otros, lo odiaban por su rica posición.
En una oportunidad estando bajo la tutela del Licenciado Miguel José Sanz, y en hora de la comida el niño trató de “inmiscuirse en la conversación de los mayores, por lo que el Licenciado lo reprende y le ordena: “cállese y no abra la boca.” Poco después, al constatar Don Miguel José que el chico ha dejado de comer, le pregunta: ¿Por qué no comes?, y Simoncito, le replicó: ¡porque UD. me ha ordenado que no abra la boca!
En otra ocasión, en una excursión al campo, con el mismo Licenciado Sanz, éste airado por el retraso del niño, que viene montado en un burro, le dice: “Apúrese…Ud. nunca será un hombre de a caballo”, y él le contestó: ¡Cómo quiera que lo sea, si lo que me dan para andar es un burro!
Este niño contestón, y “malcriado”, el 23 de Julio de 1795, en víspera de su cumpleaños número 12, muy profundamente sólo, sin amigos con quienes compartir este día, decide fugarse de la casa de su tío ausente, y se dirige a casa de su hermana mayor, María Antonia, ésta lo recibe muy emocionado pero su tío Carlos monta en cólera por lo sucedido durante su ausencia y acude a la Real Audiencia a denunciar el caso. El tribunal dispone que el niño sea internado en el plantel que regenta Don Simón Rodríguez, el niño se resiste a cumplir con esa orden y arma un escándalo ante la presencia del público que se ha arremolinado en la calle para ver el espectáculo, y se forma la sampablera; el tío Feliciano ordena a uno de sus esclavos para que lo conduzca por las malas al internado, lo cual el fornido negro, sin parar se enfrenta a los chillidos, pataleos, mordiscos y puñetazos que le propina el “alzado”, esto sucedió en Agosto de 1795; ya el niño Simón daba clara manifestación de que estaba en la edad madura, al manifestar fehacientemente ante el tribunal “…que los tribunales dispongan de mis bienes, pero que no se metan con mi persona. Si los esclavos tienen libertad para elegir amo a su satisfacción, ¿por qué se me ha de negar a mí el que yo viva en la casa que sea de mi agrado.” (27)
Su juventud se caracterizó por la constante búsqueda del conocimiento a través del estudio y la reflexión adquiriendo una formación integral que le permitió convertirse en el líder militar y político de los países suramericano. Su formación es la perfección realizada por sus maestros, entre los cuales podemos mencionar al Padre Andujar, Andrés Bello, Guillermo Pelgrón, Carrasco, el padre José Antonio Negrette, y moldeador de juventudes, Don Simón Rodríguez, quien se encargó de compactar aquella enseñanza y aquella preparación de un individuo, no sólo para esa época, sino para los años y los siglos por venir
Otro inmenso dolor, de gran sufrimiento que contribuye al amalgamiento de pensar y la formación como líder social de Bolívar, lo fue el fallecimiento de su esposa María Teresa, a un año de su boda; dolor que lo llevó a expresar en una oportunidad: “…Miren ustedes los que son las cosas; si no hubiera enviudado, quizás mi vida hubiera sido otra; no seria el general Bolívar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser alcalde de San Mateo.” (11)
Luego, aquel muchacho, ya más maduro viaja a Europa, y como él mismo lo dice: “Muerta mi mujer y desolado yo con aquella pérdida precoz e inesperada, volví para España, y Madrid pasé a Francia y después a Italia; ya entonces iba tomando algún interés en los negocios públicos, la política me interesaba, me ocupaba y seguía sus variados movimientos. vi. en París, en el último mes del año de 1804, el coronamiento de Napoleón: aquel acto o función magnifica me entusiasmó, pero menos su pompa que los sentimientos de amor que un inmenso pueblo manifestaba al héroe francés; (…) La corona que se puso Napoleón en la cabeza la miré como una cosa miserable y de estilo gótico; lo que me pareció grande fue la aclamación universal y el interés que inspiraba. Esto, lo confieso, me hizo pensar en la esclavitud de mi país y en la gloria que cabría al que lo libertase; pero cuán lejos me hallaba de imaginar que tal fortuna me aguardaba” (11)
Bolívar descendía de una familia que creció con el país y estuvo unida a su historia, como núcleo social, ligado a al trabajo del cultivo y la ganadería, por la cual él y sus hermanos eran herederos de grandes fortunas. Riqueza que el futuro líder, revolucionario compartiría con la causa independentista y la liberación de su Patria.
En 1810, dándose inicio a la Nueva República, la Junta de Gobierno no tenía el dinero suficiente para costear el viaje a los Comisionados de Venezuela ante el Gobierno de Inglaterra, para darle a conocer cuales eran las causas verdaderas del golpe de Estado del 19 de Abril; Bolívar visita a la Junta y se ofrece para presidir la Comisión, y además se compromete con honor de asumir íntegramente los gastos que la misma ocasionen. Es así que Luís López Méndez, Andrés Bello y él reciben el apoyo de los sectores revolucionarios, a pesar de que algunos mantuanos y familias enriquecidas y con deudas de apoyo al Rey, se oponía a que Bolívar viajara a Inglaterra como representante de Venezuela. La Junta de Gobierno para oficializar a esta Comisión designa a Bolívar como su presidente y le otorga el grado de “Coronel graduado de milicias con la distinción de diputado principal por Caracas, mientras que, a López Méndez, se le otorga la distinción de “Comisario ordenador graduado y la de segundo diputado por Caracas, al tiempo que a Don Andrés Bello, se designa como “Comisario de guerra honorario y Oficial de la Secretaría de estado.” (27)
Así, este hombre de mente preclara, da inicio a su vida política y militar, lo cual lo llevará a pelear y batallar contra el imperialismo español, hasta más de veinte años, en los cuales llega a libertad a Venezuela en el año 1821, y a Colombia, Perú y Bolivia, conformando su gran ideal: La unión de los países americanos, en la Gran Colombia.
En el año 1830, el Padre de la Patria le duele en el alma ver como su gran obra, su gran ideal, la Gran Colombia se desmorona como un castillo de naipes. Ahí bajos los escombros de su obra querida, estaban sus sacrificios, sus esfuerzos que durante 20 años a fuerza de sus bienes y hasta de su propia vida, y su tranquilidad la traición de algunos de sus oficiales y amigos habían trabajado en la oscuridad para derrotarlo; a ellos, se unían su desgaste físico y psíquico que lo llevaban al la lucha final donde sólo, triste y arruinado como él mismo lo decía: “”No puedo menos de confesar a Ud. que aborrezco mortalmente el mando, porque mis servicios no han sido felices…porque estoy cansado y porque estoy enfermo. No puedo, mi amigo, no puedo volver a mandar más, y crea Ud. que aunque he resistido hasta ahora los ataques de los amigos de Cartagena, seré en adelante incontrastable…yo estoy aquí renegando contra toda mi voluntad, y puesto que he decidido irme a los infiernos, por salir de Colombia.” (Carta al sr. Estanislao Vergara, el 25 de septiembre de 1830)
Y, en otra oportunidad, decía: “Mi gloria se compromete si acepto el mando, haciéndome cómplice de una revolución que no puede dar buenos resultados…”
El 17 de Diciembre de 1830, en la Quinta de San Pedro de Alejandrino, en Santa Marta Colombia, a la una y siete minutos de la tarde, el Sol de América se apagó, y nacía el RAYO REVOLUCIONARIO que viene recorriendo desde hace 177 años los caminos de América, llevando a los pueblos una esperanza de PAZ y JUSTICIA. De VIDA y TRABAJO, en un marco cubierto por el Tricolor de la DEMOCRACIA, donde todos somos CIUDADANOS de VENEZUELA, como lo proclamara Bolívar el 6 de Julio de 1818, desde Ocumare, a los habitantes de la Provincia de Caracas: “La desgraciada porción de nuestros hermanos que han gemido hasta ahora bajo el yugo de la servidumbre, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política, exigen la emancipación de los esclavos. En lo futuro no habrá en Venezuela más que una clase de hombres, todos serán ciudadanos.” (01)
Y para finalizar, este artículo a Bolívar, traigo a recuerdo, una sentencia, manifestada por él, el día 12 de Julio de 1829 desde su Cuartel Genera en el Campo de Buijó, cerca de Guayaquil:
“…Luego que yo falte, el país se dividirá en medio de la guerra civil y de los desórdenes más espantosos.” (01)
Hoy a 225 años del nacimiento de aquel hombre llamado Bolívar, un hombre de carne y huesos, un hombre tangible, un hombre de ideas y palabras vivas, hoy… a pesar de las circunstancias humanas, ese hombre está “vivo” entre nosotros, está luchando por su pueblo…brindándole una verdadera Libertad y una verdadera justicia social y económica. Bolívar no aceptó y jamás aceptará que en su patria y en la América toda, exista la esclavitud: No, no lo permitirá…queremos la Libertad que él nos brindó en el Campo de Carabobo, aquel 24 de Junio de 1821. …Queremos ser verdaderos revolucionarios Venezolanos.
BOLIVAR VIVE…y sus ideas están ahí, en sus escritos, en sus documentos como HUELLA IMBORRABLE, a través de los siglos…Vamos a ponerlas en prácticas…ese es único paso a nuestra verdadera Libertad. (06)
Es por esto que debemos tener presente aquellas palabras dicha por él en Febrero de l819:
“…si no hay un respeto sagrado por patria, por las leyes y por las autoridades, la sociedad es un confusión, un abismo; es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo…UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD, debe ser nuestra divisa…” (01)
Fuentes Consultadas:
01.- Colección Cartas y Documentos del Libertador. Colección Bohemia. Editora Bloque De Armas. Caracas.
06.- Venezuela su Historia y la Fecha de Hoy. Columna Periódicos. Aquiles Silva.
11.- El Diario de Bucaramanga, Luís Perú de Lacroix, colección Bohemia, Tomos 1 y 2. Bloque de Armas.Caracas, Venezuela.27.- “Bolívar… Pensamiento y Acción al servicio de la Libertad de Sur América.” Ángel J. Fuguet Acosta .Ediciones de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Caracas, 2004.