Calentando motores para una gira que arranca el 16 de febrero en Madrid, el artista señala que "este socialismo dio todo lo que iba a dar, estamos paralizados y tenemos que hacer reformas"
Es hora de siesta, pero Pablo Milanés (Bayamo, 1943) responde con brío desde Vigo. Está de nuevo en España, ahora a la espera de ser papá de gemelos (y ya tiene seis hijos) y calentando motores para una gira que arranca el 16 de febrero en Madrid. Responde resuelto, habla sin tapujos de Cuba, del momento histórico que se avecina. Y considera agotada la etapa de los hermanos Castro. "Este socialismo dio todo lo que iba a dar, estamos paralizados y tenemos que hacer reformas".
¿Cómo lleva vivir sin La Habana?
Terrible, la verdad. Ya llevo un mes aquí y nunca me había separado más de veinte días de La Habana. En cuarenta años de oficio no recuerdo haber estado un mes fuera. Y me siento muy extraño, tengo mucha nostalgia, voy aquí a la playa de Samil, pero no es lo mismo que el malecón de La Habana.
¿Ha sido la nostalgia una fuente de alimentación para su canción?
Sí, esa nostalgia está perenne en mi obra y se manifiesta a veces de forma indirecta, pero siempre se manifiesta. Es una característica del isleño.
Ya lo cantó: "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos".
Y amo a esta isla, soy del Caribe esas características no se pueden obviar ni al hablar, ni al reír, ni al disfrutar; ni siquiera cuando sufres o eres pasional. Todo tiene que ver con lo isleño.
La parálisis dirigente
Hábleme de su isla, ¿cómo ha dejado Cuba?
Bastante mal. Después de tres ciclones, una crisis que no se acaba de solucionar y unos dirigentes que no hacen nada por sacar adelante el país nuevamente en medio de esta parálisis. Si a esto se agrega la crisis mundial, pues estamos bien arreglados.
¿No confía en que Raúl Castro dé un paso hacia delante?
Yo no confío ya en ningún dirigente cubano que tenga más de 75 años porque todos, en mi criterio, pasaron sus momentos de gloria, que fueron muchos, pero que ya están listos para ser retirados. Hay que pasar el testigo a las nuevas generaciones para que hagan otro socialismo, porque este socialismo ya se estancó. Ya dio todo lo que podía dar, momentos de gloria, cosas imperecederas que aún perviven en la memoria y en los hechos cotidianos del cubano, pero tenemos que hacer reformas en muchísimos frentes de la Revolución, porque nuestros dirigente ya no son capaces. Sus ideas revolucionarias de antaño se han vuelto reaccionarias y esa reacción no deja continuar, no deja avanzar a la nueva generación que viene implantando un nuevo socialismo, una nueva revolución que hay que hacer en Cuba.
Y a esos viejos revolucionarios, ¿la historia los absolverá?
Sí, creo que sí. Simplemente deben retirarse, pero no creo que haya que juzgarlos por nada. Hicieron lo que tenían que hacer en su tiempo. Simplemente, ahora no están haciendo lo que deben hacer.
¿Qué es lo más triste que contempla usted?
Es tal la situación que está viviendo el cubano que ya no puede vivir más de promesas. Las conquistas antiguas están ahí. Hay que ir hacia nuevas conquistas. Se logran con nuevos pensamientos y una dinámica nueva que [los dirigentes] no son capaces de ejercer . Estamos paralizados en todos los sentidos, hacemos planes para un futuro que nunca acaba de llegar.
Nueva conquistas
Lo que causa resignación y desasosiego en las nuevas generaciones
No solamente el desasosiego. Los jóvenes cubanos se forman de un modo muy hermoso, pero luego tienen que emigrar para proyectar lo que estudian. Es muy triste porque ni siquiera un exilio político, sino un exilio económico por las pocas condiciones que hay en nuestro país. Que se divida la familia, que se cercene esa relación filial es absolutamente inadmisible en estos momentos.
Hace días, Wendy Guerra escribió sobre la caída de estereotipos; ya es políticamente correcto tener amigos gays, ya no hay represión brutal como en los primeros años de la Revolución
No es tan brutal, pero tampoco es tan abierta. Hace quince años deciqué la canción Pecado original a mi director artístico, que es gay. En esencia esa realidad no ha cambiado todavía. Hay que ir más allá, pasar de las palabras a los hechos. Todavía hay mucho prejuicio contra los homosexuales en Cuba.
También con el turismo sexual, en el que los españoles son campeones
Turismo sexual hay en todas partes del mundo. Cuba destacó por una imagen inmaculada ante los ojos del mundo y cuando empezó a ser un país normal, como todos, parecía que se caía el mundo. Prostitución hay en todas partes, y mucho más corrupta que la que existe en Cuba. Simplemente, la imagen de Cuba se ensució, entre comillas, ante la imagen que daban admiradores, entre comillas, de la Revolución.
Canción y Régimen
¿Qué influencia tiene esta trayectoria política en la poética cubana?
Puedo hablar por mí: en Regalo, mí último disco, manifiesto todo mi pensamiento actual sobre la situación cubana e internacional. No es que el artista deba expresarse siempre en estos términos, pero si sus canciones tienen un ápice de realismo y dignidad hay que retratar el momento en el que vive. Así como expresamos la gloria que vivimos en un momento, también debemos expresar lo que estamos sufriendo ahora. Pero hay que tener valor, en primer lugar, y hay que tener dignidad y entereza para poder afrontar la situación que atraviesa Cuba ahora. Mucha gente tiene miedo a hablar porque hay un sistema detrás de censura, de represión callada y oculta que no te permite hablar libremente y que hay que echar abajo ya, cuestionarlo de un modo radical. Son cosas que se han venido planteando anteriormente, inclusive por la dirigencia cubana, pero no se han llevado a cabo.
¿Es necesario un dictador para que haya canción de autor?
No, hombre, no. Eso es una barbaridad. Esa pregunta que usted me ha hecho es una barbaridad. No hacen falta dictadores en ningún lugar para nada.
Buena Vista Social Club
Política aparte, Cuba sigue de moda. Ha vuelto el bolero...
En Cuba tenemos un defecto: olvidamos las expresiones que nos han antecedido. Y dos de ellas han sido el filin y la canción tradicional. En 1981 empecé a recuperar el bolero filin y en 1982 inicié la serie Años, que ya tiene seis discos. En aquel momento, esa música estaba completamente olvidada. No quiero decir que todo sea gracias a mí porque sería demasiado pretencioso, pero no hay duda de que fui el primero en tratar de reconquistar esos valores que se habían perdido y que estaban olvidados.
Tuvieron que ir un guitarrista norteamericano y un productor inglés a grabar Buena Vista Social Club. ¿Cómo le sentó?
Indudablemente muy mal, porque yo estaba haciendo pobremente, de manera muy artesanal, todo ese trabajo que anteriormente no había sido reconocido. De hecho, a día de hoy aún no ha sido reconocido.
Al menos, Buena Vista permitió una vejez cómoda a muchas leyendas
Sí, la vejez que siempre debieron haber tenido.
Que era imposible en Cuba
Fueron completamente olvidados.
EEUU
¿Alberga esperanzas en la presidencia de Barck Obama?
Sí, cómo no. Soy un ciudadano negro y que Estados Unidos haya tenido una ley de derechos civiles conquistada en los años 60 y que, menos de 40 años después, ya tenga un negro presidente es tanto o más que lo que hemos logrado nosotros en Cuba, donde los negros aún no tienen ni poder real ni verdaderas oportunidades. Es una vergüenza que en Estados Unidos haya un presidente mestizo no hayan ejercido el poder en estos cincuenta años.
Medio siglo también tiene el bloqueo, muchas veces utilizado como mera excusa
El bloqueo tiene dos caras: realmente nos ha afectado durante 50 años, pero está la otra cara, el auto-bloqueo, que hemos utilizado como una emergencia para defendernos de nuestros errores en determinados momentos.
Epílogo
En una de sus últimas canciones
Quisiera que me preguntaras por algo artístico, parezco un ministro en lugar de un cantante.
En Suicidio esboza a un creador que está en el ocaso
No es que esté en el ocaso, más bien está decepcionado por todo lo que ocurre a su alrededor.
¿Es una canción autobiográfica?
Sí, totalmente autobiográfica.
¿Y siente Pablo Milanés que le quedan pocas cosas por contar?
*Tomado de: http://www.publico.es/culturas/186756/socialismo/cubano/estancado
Pablo Milanés Arias (Bayamo, 24 de febrero de 1943), conocido artísticamente como Pablo Milanés, es un compositor, cantante, guitarrista y cantautor cubano, uno de los fundadores, junto con Silvio Rodríguez y Noel Nicola, de la Nueva Trova Cubana.
Pablo Milanés nació en la ciudad de Bayamo, capital de la provincia de Granma, y estudió música en el conservatorio municipal de La Habana.
En sus comienzos estuvo muy influenciado por la música tradicional cubana y por el feeling. El feeling es un estilo musical que se inició en Cuba en la década del 40 y suponía una nueva manera de afrontar la canción, donde el sentimiento definía la interpretación y estaba influenciado por las corrientes norteamericanas de la canción romántica y del jazz. El feeling se acompañaba de una guitarra, al estilo de los viejos trovadores pero enriquecido por armonizaciones jazzisticas. Así se establecía esta nueva forma de comunicación o "feeling" con el público.
Como intérprete, Pablo Milanés se incorporó posteriormente al cuarteto Los Bucaneros, con quienes colaboró en sus primeros trabajos. También probó suerte como solista ocasional, diversificando de esta manera sus experiencias que más tarde le llevarían a trabajar en solitario.
En 1965 Pablo Milanés publica Mis 22 años, considerada por muchos el nexo de unión entre el feeling y la Nueva Trova Cubana, incluyendo nuevos elementos musicales y vocales que serían precursores de la música cubana que vendría después.
La colaboración con Los Bucaneros alcanza hasta 1966. En 1967 se incorpora al servicio militar obligatorio. Era la época de la guerra de Vietnam y Pablo Milanés comienza a tomar partido por las causas sociales, surgiendo en sus temas la preocupación por lo que le rodea.
En 1968, Milanés ofrece su primer concierto con Silvio Rodríguez en la Casa de las Américas. Esta sería la primera muestra de lo que más tarde, en 1972, surgiría como el movimiento musical popular de la nueva trova. En ese mismo lugar conocería a los miembros de la élite cultural y musical de otros países americanos con los que compartía sus preocupaciones sociales. Violeta Parra, Mercedes Sosa, Daniel Viglietti, Chico Buarque, Vinicius de Moraes, Milton Nascimento, Víctor Jara, Víctor Víctor entre otros muchos, pasaron por la casa de Las Américas en aquella época.
Como compositor, Pablo Milanés ha tocado diversos estilos, entre ellos el son cubano y la canción protesta a finales de los sesenta. Ha pertenecido al Grupo de Experimentación Sonora y ha compuesto temas para el cine. A través del GESICAIC, tanto Pablo Milanés como otros destacados músicos cubanos, incluyendo a Silvio Rodríguez, participan en un taller creativo donde se formaba a jóvenes talentos cinematográficos cubanos enseñándoles lo mejor de la música cubana, que posteriormente quedaría plamado en una generación de cineastas que fundían a la perfección música y cine. Esta etapa de Pablo Milanés abarca desde finales de los sesenta hasta mediados de los setenta, y va repleta de buenos temas del artista: Yo no te pido, Los años mozos, Cuba va , Hoy la vi, Yolanda, No me pidas, Los caminos, Pobre del cantor, Hombre que vas creciendo, Yo pisaré las calles nuevamente, etc.
A principio de los ochenta, Pablo Milanés forma su propio grupo, con la colaboración de varios amigos que estuvieron con él en el GESICAIC. Esta etapa se caracteriza por la riqueza de los recursos musicales utilizados y por la variedad de los géneros entremezclados, aunque sus contenidos siguen teniendo un fuerte trasfondo social.
Un álbum importante en la vida de Pablo Milanés fue el titulado Querido Pablo, un disco homenaje grabado con algunos de sus grandes amigos, y en el que participan gente de la talla de Víctor Manuel y Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Mercedes Sosa, entre muchos otros. Este disco tuvo una secuela en 2001, que llevaba el título de Pablo Querido. Veinte años después, un buen puñado de artistas se vuelven a reunir para cantar al son de Pablo Milanés. En esta ocasión, además de amigos "clásicos" de Pablo, se unen artistas de la nueva música pop, como Fher, el cantante de Maná, Marco Antonio Muñiz o Armando Manzanero.
En 2005 compone una parte de la banda sonora de la película Siempre Habana dirigida por Ángel Peláez.
De entre sus muchas canciones, son especialmente famosas: Yolanda, Yo me quedo, Amo a esta isla y El breve espacio en que no estás y Cuánto gané, cuánto perdí. Para vivir.
Numerosos artistas han colaborado con él, entre los que destacan Maná, Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Ana Belén, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Los Van Van, Lilia Vera, Caco Senante, Ismael Serrano, Luís Represas.
Recientemente, Pablo Milanés brindó su apoyo y se unió a la amplia lista de prominentes figuras de la América Latina que han manifestado su apoyo a la independencia de Puerto Rico a través de su adhesión a la Proclama de Panamá aprobada por unanimidad en el Congreso Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto Rico celebrado en Panamá en noviembre pasado.
Entre los autores que dieron su apoyo inequívoco al derecho de Puerto Rico a ejercer su derecho a la plena descolonización y libre determinación, se encuentran Pablo Armando Fernández, Gabriel García Márquez, Ernesto Sábato, Eduardo Galeano, Thiago de Mello, Mario Benedetti, Frei Betto, Carlos Monsiváis, Ana Lydia Vega, Mayra Montero y Luis Rafael Sánchez.
El 28 de agosto del 2008, Pablo Milanes dio un multitudinario concierto en la Ciudad de la Habana, de antemano había recibido una misiva firmada por más de 200 artistas e intelectuales cubanos y de latinoamerica exortandole a manifestarse en contra de la encarcelacion del músico cubano Gorki Aguila de la Banda Porno para Ricardo, como era de esperar Pablo Milanes, no se refirió a estos sucesos.
A fines de diciembre de 2008, Milanes hizo publica su posicion critica al liderazgo comunista. Planteo de forma cruda el anquilosamiento del proceso revolucionario llegando a calificar a sus dirigentes de reaccionarios.
Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Milan%C3%A9s
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