Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

sábado, 11 de julio de 2009

El San Pedro de Güigüe

Arturo Álvarez D´ Armas

Investigador de las Culturas Afroamericanas, fotógrafo, poeta, editor y promotor cultural.

La Parranda de San Pedro es una expresión de la cultura popular tradicional de las poblaciones de Guarenas y Guatire en el estado Miranda, la misma es celebrada todos los 29 de junio. Se inspira dicha festividad en una leyenda según la cual a una negra esclavizada llamada María Ignacia, se le enferma su hija Rosa Ignacia. Desesperada la madre, solicita mediante rezos la intervención divina de San Pedro para devolverle la salud a la niña. San Pedro –afirma la tradición oral- salva a Rosa Ignacia y en agradecimiento la madre prometió al santo cantar y bailar en su homenaje en compañía de varios esclavos. Así ocurre hasta que María muere y su esposo se viste de mujer para no perder la tradición.

Antero Ortiz. Güigüe. Edo. Carabobo. 29-06-1986

Algunos elementos de la parranda son:

María Ignacia, representada siempre por un hombre vestido de mujer, usa una falda ancha y larga, tela de colores al igual que la cota. Su cabeza es adornada con un sombrero de cogollo del cual penden trozos de telas multicolores y lleva además un par de moños de mecate. Ella y los demás componentes de la parranda usan alpargatas. El abdomen va abultado simulando un embarazo.

Los Tucusitos, son un par de niños que acompañan a María Ignacia. Visten trajes y gorra bicolor –amarillo y rojo-.

Los Sampedreños, representan a los esclavos, visten de levita y pumpá. El traje se complementa con pañuelos rojos o amarillos anudados al cuello. En algunos momentos del baile se ponen unas cotizas de cuero de ganado para producir un armónico sonido. Todos los parranderos se untan betún o negro humo en el rostro.

Rosa Ignacia, es una muñeca de color negro elaborada de trapo y es cargada en los brazos por María Ignacia.

Abanderado, es un sampedreño que va al inicio de la parranda con una bandera roja.

Los instrumentos musicales son cuatro y maracas, los primeros pueden ser 4 o 5 y los maraqueros entre 8 y 10 una por cada hombre y se toca con la mano derecha.

Parrandero con cotizas. Güigüe. Edo. Carabobo. 29-06-1986

La Parranda de San Pedro llega a Güigüe –estado Carabobo- por intermedio de don Antero Ortiz nacido en Guarenas el 3 de enero de 1923. A los 11 años comienza su devoción por San Pedro incorporándose a la parranda del maestro Antonio Núñez –fallecido el 5 de febrero de 1987- en la hacienda Maturín de Guarenas. Allí duró 25 años. El señor Ortiz nos dice que el San Pedro es un santo fuerte y por sobre lo que sea cada 29 de junio saco a mi San Pedro. Aspira a que esta festividad religiosa se arraigue en Güigüe por cuanto el pueblo necesita actos culturales, así como tienen gusto por el beisbol y el boxeo también necesitan los aguinaldos de diciembre los tambores de San Juan y la Parranda de San Pedro. A pesar de que don Antero se instala a vivir en Güigüe en 1979, la parranda sale por primera vez el 30 de junio de 1985.

La misma está integrada por 10 personas entre las cuales tenemos a: José Gregorio Bravo, Juan Piña, Juan Antonio Paredes, Carlos Román, José Luis Loyo, Luis Alberto Bravo, José Antonio Pacheco y Antero Ortiz. Ellos no incorporan a María Ignacia, ninguno de sus integrantes desea vestirse de mujer. Usan un cuatro y varias maracas, alpargatas y un par de cotizas. Los sampedreños se ponen un chaleco negro y pañuelo rojo o amarillo. Al igual que en el valle de Pacairigua se ponen pumpá y se untan betún en la cara.

Parrandero con imagen de San Pedro. Güigüe. Edo. Carabobo. 29-06-1986

La parranda sale de la residencia de Antero Ortiz, recorren las principales calles de esa bella población carabobeña hasta llegar a la iglesia “El Salvador del Mundo”, donde es guardada su imagen.

Algunos de los cantos entonados en honor al apóstol son los siguientes:

El San Pedro de Guarenas

se ha mudado para Güigüe

y después que se mudó

se va a volver a mudar

se va pa´que Salvador

y que salvador del mundo.

En la casa donde estamos

tenemos que hacerlo bien

uno porque baila bueno

otro porque baila malo.

En la iglesia El Salvador

es que tú vas descansar

que tu tienes tu nicho

que lo acaban de arreglar.

Baila sabrosito y bueno

Y te meneas de verdad

repícame esos cueros

que yo los quiero escuchar

parece que están muy fríos

que no los oigo sonar.

Se revientan las cotizas

que yo las vuelvo a empatar

en esta vuelta y la otra

ya tú sabes lo demás.

Pégale pégale

pégale Juan.

Arara ara aralá

arara ara aralá

Yá.

Sampedreños. Güigüe. Edo. Carabobo. 29-06-1986.
Fotografías: Arturo Álvarez D'Armas.

DIARIO DE INVIERNO MOSCÚ- 2008

Edgardo Malaspina

Médico, poeta y cronista oficial de Las Mercedes del Llano, Guárico-Venezuela

http://lasmercedesdelllano.blogspot.com/


VIERNES, 2 DE ENERO



15 grados bajo cero.

Voy al templo de Pedro y Pablo en la región de Iasenevo. Data del siglo XIV cuando fue construido de madera. Iasenevo era un caserío cerca de Moscú perteneciente a un príncipe en 1331. Luego Iván El Terrible lo adquirió hasta que llegó a manos de Pedro El Grande, quien desde niño lo visitaba con su padre. La iglesia fue sustituida por la actual, de piedra, y en estilo barroco en 1753. En 1822 en este templo se casaron María Volkonskaia y Nicolai Tolstoy, padres del gran escritor Lev Tolstoy. En 1930 Stalin cerró el templo y lo convirtió en un depósito para las granjas agrícolas. Fue restaurado en 1976, y en 1989 fue regresado a la iglesia ortodoxa. El templo conserva parte de los restos de algunos preclaros hombres de la iglesia: los apóstoles San Andrés y San Lucas, San Cosme, San Damián y otros.


Me paseo por las dos salas amplias del templo. El pope, un anciano de larga barba y con sotana amarilla, sostiene un crucifijo en sus manos. Hay una cola para besarle las manos y el Cristo. Hago lo que todos hacen, tal vez, por la recomendación de hacer lo que uno ve a donde llegue.


En las afueras un pope joven, con sotana negra, pasea a su hijo en un coche. Lo acompaña su esposa. El día es claro. La nieve cruje bajo los zapatos.


A las 4 de la tarde vamos a la casa de Katia, la hija de Serguei. En bus viajamos hacia el oeste de la ciudad. El paisaje lo conforman árboles desnudos cubiertos de nieve, aunque también hay pinos con sus hojas verdes. Una media luna nos acompaña durante el recorrido. Veo un gran aviso con el rostro un revolucionario barbudo conocido por todos y un letrero: VENTA DE AUTOMOVILES COMADANTE CHÉ GUEVARA.


Llegamos a una urbanización que parece un pueblo aparte, pero es una región de Moscú. Tolia, el esposo de Katia, descorcha una botella de vino tinto y habla de la felicidad: en el socialismo la felicidad tenía límites, todos eramos iguales y las metas estaban preestablecidas; ahora, en el capitalismo, no somos iguales, las metas no están claras, por eso la gente es menos feliz y se suicida más .Termina su exposición afirmando que estamos en la Rusia de las novelas de Gogol, Dostoyeski y Tolstoy.