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jueves, 14 de junio de 2012

Dos topónimos de origen africano en el estado Apure


Arturo Álvarez D´ Armas

La esclavitud en Venezuela se inicia a partir de 1545. Su desarrollo y consolidación se establece a finales del siglo XVIII, con el cultivo del cacao en la región norte costera. Este fruto de exportación fue la base de la riqueza de los criollos, llamados “los grandes cacaos”. 
 
 África. Congo. Corte del Rey del Kongo. Siglo XVI.

El africano resultó insustituible como mano de obra, por su alto rendimiento en el trabajo de las plantaciones de caña de azúcar, tabaco, algodón, así como en el desempeño de las minas. Una porción gozó el privilegio de trabajar en el servicio doméstico.
En el estado Apure, los esclavizados laboraban en las casas de familias de los terratenientes y en los hatos llaneros. Muchos de ellos fueron mayordomos en esas unidades de producción ganadera. Un alto número eran cimarrones, vivían de robar ganado, el trueque, el contrabando y cultivar pequeñas parcelas (conucos o vegas) a orilla de los ríos.
Uno de los tantos aportes que dejaron las etnias africanas se encuentran en la toponimia apureña. En este artículo se hace un pequeño estudio de dos nombres de origen africano en esa entidad llanera.

CASIMBAS, LAS: Centro poblado ubicado en la Parroquia Cunaviche del Municipio Pedro Camejo. Salazar Quijada (1983) dice:”Con este nombre se conoce a una troja o casucha para guardar cereales”. También puede ser un pozo, vasija o barril para almacenar agua de llovizna o de manantial. Acosta Saignes en su trabajo sobre Gentilicios africanos nos informa que en las Minas de Cocorote se encontraba un negro con el gentilicio Casimba. El señor José Manuel Puerta habitante de Cunaviche indica que Las casimbas se ubica entre el caserío El Oso, el caño río Clarote y el hato El Milagro. Actualmente la mayor parte de sus habitantes son indígenas yaruros.

Casimba es una voz que proviene del Kimbundu, uno de los principales idiomas de la República de Angola. Se escribe Kixima (Tanque, cisterna). En el sur de Angola esta un topónimo denominado Casimba. Ortiz (1985): cree que es un una palabra que viene del árabe. Los investigadores Fuentes Guerra y Armin Schwegler opinan que viene del kikongo (: “lugar, sitio” y nzímba: “hueco, cavidad”).


ÑAME: Con el nombre de ñame encontramos dos topónimos en el estado Apure, uno es el “Fundo los ñames”, centro poblado situado en la parroquia Bruzual, del Municipio José Cornelio Muñoz y el sitio “los ñames” perteneciente a la parroquia San Miguel de Cunaviche, Municipio Pedro Camejo.
El ñame pertenece a la familia de las Dioscoreáceas y género Dioscorea. Son plantas herbáceas, de tallos trepadores, volubles, que necesitan donde apoyarse. Hojas acorazonadas. Se cultivan por sus rizomas harinosos, de muchas proteínas y minerales. En Venezuela y en gran parte de América tenemos tres tipos de ñames: ñame común (Dioscorea alata L.) originario de la India y Malaya; el ñame congo (Dioscorea bulbifera L.) originario de África y el ñame de guinea (Dioscorea cayennensis Lam.) también africano.
Aproximadamente, entre los años 6000 y 5000 a.C., en la cuenca del río Níger eran cultivados el ñame, junto al arroz africano (Oriza glaberrima), mijo, sorgo y la palma de aceite, los cuales se difundieron hacia el norte y el noreste, en dirección al valle del Nilo.
La dispersión histórica del ñame se debe a los viajes de los portugueses en el comercio de esclavos. En los buques donde transportaban a los africanos les daban de comer “dos veces al día”: ñames cocidos, arroz africano, medio litro de agua o patilla (llamada melón de agua) y de vez en cuando un poco de “carne”. La voz inhame ya existía en el vocabulario portugués del siglo XV, y Colón, quien había estado en Guinea, llama mames o names a una variedad de batatas americanas. Gonzalo Fernández de Oviedo dice en 1535 los nombres mames, names o nnames, pero ya aplicados al verdadero ñame, diciendo que es “fruta extranjera que vino /a Indias/ con esta mala casta de los negros”.
El profesor Megenney (1983) en una importante investigación dice que el término ñame aparece en una serie de lenguas africanas que son las siguientes: Wolof (nyambi), Mende (yambi), Dyolof (ñambi), Grebo (nyambi) y Fulani (ñama).
En Venezuela toda sopa lleva ñame y en los pueblos todavía se elaboran torticas de ñame y los famosos buñuelos de ñame.

Fuentes consultadas:
Acosta Saignes, Miguel. Gentilicios africanos en Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Instituto de Antropología e Historia y de Filología “Andrés Bello”, s.a. 24 p.
Álvarez D´Armas, Arturo. Apuntes sobre el estudio de la toponimia africana en Venezuela. San Juan de los Morros: Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, Oficina de Comunicación y Extensión Cultural, 1981. 18 p. (Serie Acervo II).
Álvarez Nazario, Manuel. El elemento afronegroide en el español de Puerto Rico. Contribución al estudio del negro en América. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974. 489 p.
Escalante, Aquiles. “Afrocolombianismos”. En: Magazing Dominical. Bogota: 2 de enero de 1977. Pp. 5-6. (El Espectador).
Fuentes Guerra, Jesús y Schawegler, Armin. Lengua y ritos del Palo Monte Mayombe. Dioses cubanos y sus fuentes africanas. Madrid: Iberoamericana-Vervuert, 2005. 258 p.
Lopes Cardoso, Carlos. Do uso da “Cegonga” no Distrito de Mocamedes. Luanda: Instituto de Investigacao Científica de Angola, 1963. 17 p.
Megenney, William W. Sub-Saharan Influences in the Lexicon of Puerto Rico. Separata de Orbis. Louvain: Tome XXX, N° 1-2, 1981 /1983/. pp. 214-260.
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, Dirección de Cartas, Sección de Nombres Geográficos. Gacetilla de nombres geográficos. Caracas: Publicaciones de la Dirección de Cartografía Nacional, 1978. 339 p. (Edición provisional, 5).
Ortiz, Fernando. Nuevo catauro de cubanismos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1985. 526 p.
Puerta, José Manuel. Información oral. Puerto Miranda, estado Guárico: 29 de marzo de 2008.
Salazar Quijada, Adolfo. La toponimia venezolana en las fuentes cartográficas del Archivo General de Indias. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1983. 723 p. (Estudios, Monografías y Ensayos, 40).
Vélez Boza, Fermín y Valery de Vélez, Graciela. Plantas alimenticias de Venezuela. Autóctonas e introducidas. Caracas: Fundación Bigott. Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, 1990. 277 p.

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