SÍNTESIS DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA REALIZADA
PARA LA MAESTRÍA DE HISTORIA DE VENEZUELA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
RÓMULO GALLEGOS (UNERG)
Fecha: Mayo de 2019 Autor:
Eduardo J. Anzola
Tutor: Jeroh J. Montilla
¿Cuál es el propósito de la investigación?
El propósito de la
presente investigación documental consiste en destacar la importante influencia
de las actividades en torno al contrabando como un factor determinante en el
proceso histórico que condujo a la gestación, desarrollo y consolidación
definitiva de San Felipe El Fuerte como ciudad y centro urbano con resonancia
en otros ámbitos regionales, en el período comprendido entre 1622 y 1764.
Para desarrollar sus
contenidos, fue preciso hacer un relato del proceso histórico de introducción,
producción y comercio del cacao y la trayectoria de sucesos en el poblamiento
de lo que luego sería la jurisdicción de San Felipe El Fuerte y su zona de
influencia.
Para comprender las
motivaciones y actuaciones de los pobladores de lo que sería la jurisdicción de
San Felipe El Fuerte se analizaron los conflictos, los procesos sociales y
económicos que los caracterizaron y sus relaciones con otras regiones y con el
ámbito internacional. Sin embargo, lo
medular de la investigación lo fue la indagación sobre el papel que jugó la
práctica del contrabando de cacao desde los inicios hasta la consolidación de
lo que fue la ciudad de San Felipe El Fuerte y su proyección, tanto en su
entorno como en el resto de la provincia.
¿Por qué se Justifica la investigación?
Las razones para
emprender esta investigación radican en primer término en que se trata de un
nuevo análisis historiográfico que profundiza sobre contenidos históricos
enmascarados por los discursos institucionales o sepultados en archivos u obras
de historias locales sin reeditar.
Por otra parte, es una investigación
pertinente pues muestra evidencia sobre el papel jugado por una gente durante
el período colonial en hechos que ocurrieron, no en Caracas sino en el ámbito
regional, pero que vinculan un proceso histórico regional que forma parte de la
historia del país, con lo que estaba aconteciendo en otras regiones. Además,
tales sucesos contribuyeron a germinar las semillas de la identidad de la
nación venezolana.
Adicionalmente, se
pretende con esta investigación, no solo enriquecer la conciencia histórica de
las actuales y futuras generaciones, sino que ella sirva también como invitación
a otros investigadores para que se estimulen a realizar nuevas pesquisas para
indagar más sobre las historias regionales.
En cierta forma esta
investigación es una contribución a la historia para comprender mejor a
Venezuela como nación y ver su tránsito en el tiempo, con los esplendores de
sus días y las tinieblas de sus noches.
¿Cómo era el contexto temporal
y espacial?
En el siglo XVII, las
montañas y valles del río Yaracuy estaban bajo el control político de
Barquisimeto, una de las doce jurisdicciones de la entonces Provincia de
Venezuela. En tal región, a partir de 1620, se inició la producción y expansión
del cacao y esto atrajo a muchos colonos de diverso origen en las cercanías de
San Gerónimo de Cocorote, pueblo de doctrina solo para ser habitado
fundamentalmente por indígenas, quienes en principio debían ser objeto de un
proceso de asimilación cultural, religiosa y política según los patrones de la
Corona española. No obstante, en torno a la edificación de una rústica iglesia
autorizada por el obispo de Caracas, a partir de 1693 se constituyó un núcleo
poblacional de aquellos colonos denominado Cerrito de Cocorote que luego se
convertiría en San Felipe y desde allí, a través de las rutas fluviales de los
ríos Yaracuy y Aroa, se conformó un activo eje de comercio con la aldea costera
de Tucacas y la isla de Curazao, convertida en colonia holandesa desde 1634. Se
puede visualizar geográficamente la localización espacial en los mapas que se
muestran a continuación, el de la izquierda, lo que era la Provincia de
Caracas, y el de la derecha, de la jurisdicción de Barquisimeto, donde se
destacan los sitios más importantes de los sucesos.
Curazao (amarillo) San Felipe (rojo) Tucacas (verde)
Barquisimeto (Violeta) San Felipe (rojo) Tucacas (verde)
¿En qué se
fundamenta el abordaje teórico de la investigación?
Los planteamientos teóricos se basan en los
enfoques geo históricos planteados por Fernand Braudel, que diferenciaban los
períodos de corta y larga duración; se apoyan en el concepto de la Región
Histórica expuesto por Germán Cardozo Galué; se recurre a los procedimientos de
la arqueología documental formulados por Michel de Certeau; se aplican criterios
del análisis de la ciudad y del poder según Michel Foucault; se toman conceptos
de la Historia de las mentalidades de Jacques Le Goff y Georges Duby, así como
la idea de las representaciones de Roger Chartier, e igualmente sobre la
interpretación de las culturas de Clifford Geertz y los postulados de la
Sociología de los hábitos según Pierre Bourdieu.
¿Cuál fue el camino
metodológico?
La línea de investigación seleccionada es la
histórica regional y local bajo el paradigma científico post positivista
interpretativo. En cuanto a la concepción epistemológica, se analiza la
práctica del contrabando como un proceso histórico de la sociedad bajo estudio, y toda la labor
investigativa se apoya metodológicamente en la heurística y los métodos
cualitativo, hermenéutico-interpretativo, inductivo-deductivo, y analítico –
sintético; por otra parte, aunque se procura mantener un manejo flexible, éste
siempre se encuentra enmarcado en los métodos señalados.
¿Qué fue lo que caracterizó el asentamiento en Cerrito de Cocorote desde
1693?
Es preciso destacar
que el asentamiento formal de Cerrito de Cocorote en 1693 ocurría precisamente
apenas meses después en que se hubiera establecido una comunidad organizada de
judíos sefardíes en Tucacas. No debió ser mera casualidad que tales eventos fueran
casi simultáneos, pues las localizaciones espaciales de ambos poblados, se
ubicaban estratégicamente en dos puntos extremos de una ruta comercial a través
de los ríos Aroa y Yaracuy y que también en Cerrito se establecieran judíos
conversos de diversos sitios de Europa. Pero la gran mayoría de colonos
establecidos allí eran canarios, mulatos y gente de otros lugares de la
provincia, sobre todo de Barquisimeto, y su propósito fue participar en la
floreciente economía del cacao.
En cuanto a su
estructura productiva, el 95% se trataba de productores pequeños y medianos,
con plantaciones menores a 10 mil árboles y apenas 5% eran grandes, con 10 mil
o más plantas. Ellos se dedicaban a negociar al menos el 65% de la producción
total de la jurisdicción con neerlandeses de Curazao y judíos de Tucacas,
actividad considerada como comercio ilícito para la Corona española. Esto se
hacía con la participación de todos los estamentos sociales, pues su resultado
permitió generar una estructura económico-social donde los grupos más
marginados tenían mejor oportunidad de ascenso social que en otras regiones de
la Provincia de Venezuela, donde prevalecía una estratificación de castas
considerablemente más rígida.
¿Cómo fue el proceso histórico de Cerrito de Cocorote y
San Felipe El Fuerte entre 1700 y 1749?
En 1700 los nuevos residentes solicitaron al
rey, licencia para que Cerrito tuviese rango de ciudad española; pero ello
provocó malestar en Barquisimeto y entre 1701 y 1706, los caciques indígenas de
Cocorote formalizaron oficialmente denuncias contra la existencia de Cerrito.
Mientras, desde 1702 estalló en Europa una larga guerra por la sucesión del
trono español, cuya consecuencia fue la poca atención por parte de la Corona
hacia sus colonias de ultramar las cuales entonces intensificaron el
contrabando precisamente con los enclaves más próximos que tenían las naciones
adversarias de España.
Con la excusa por la práctica del comercio
ilícito, el Cabildo de Barquisimeto ordenó el primer ataque contra Cerrito en
1710. Al siguiente año, en representación de los residentes de Cerrito, el
capitán Alonso de Torres y Ponce de León formuló una súplica al rey pidiendo
amparo para impedir otro ataque. No obstante ello no evitó que, con el respaldo
del gobernador provincial, se ordenara un segundo ataque perpetrado también por
el Cabildo de Barquisimeto en 1717 y que en 1724 se realizara finalmente el arrase
total de todo el poblado de Cerrito. A partir de estos acontecimientos Fray
Marcelino de San Vicente, el influyente ex procurador de las Misiones
Franciscanas en la Provincia de Venezuela, tomó una serie de iniciativas en
favor de los atribulados residentes y en 1725 formuló una solicitud al rey con
una detallada y sólida exposición de motivos para que Cerrito fuese ciudad
española y luego el nuevo gobernador provincial gestionó esa petición. También
los cerritenses renovaron la misma solicitud en 1729. Para entonces ya el rey
Felipe V había decidido otorgar condición de ciudad a Cerrito de Cocorote, lo
cual fue oficialmente reconocido por Real Cédula emitida ese mismo año y se
procedió a reconstruir viviendas y edificios en un lugar muy próximo donde había
estado antes Cerrito de Cocorote.
En 1731
se instaló el Primer Cabildo de la nueva ciudad, a la cual la rebautizaron como
San Felipe en homenaje al rey Felipe V y le añadieron el apelativo “El Fuerte”;
al siguiente año se constituyó oficialmente la correspondiente delimitación
geográfica de su jurisdicción regional.
Igualmente ya desde 1730 se había establecido una importante factoría en
la nueva ciudad, sucursal de la empresa Guipuzcoana en la Provincia de Venezuela,
cuyo fin era monopolizar y controlar el comercio de cacao y otros productos en
toda esa colonia española y las otras gobernaciones vecinas. Precisamente con
el comienzo de sus operaciones mercantiles e intento de controlar el
contrabando, se generó un rechazo a tales actividades y ello fomentó una
violenta rebelión contra la Guipuzcoana cuya cabeza visible fue el zambo
Andresote entre 1731 y 1732, la cual contó con el apoyo logístico y militar de
los contrabandistas holandeses desde la isla de Curazao, y la disimulada
complicidad de varios personalidades de San Felipe El Fuerte.
En este clima tan conflictivo que tuvo un
serio impacto en la provincia causando la destitución del gobernador de
Venezuela, se pudo someter la rebelión por la fuerza y durante unos pocos años
el contrabando de cacao estuvo más controlado, aunque sin ser completamente
erradicado; como resultado, San Felipe obtuvo ciertas prerrogativas en el
comercio legal del cacao que le favorecieron económicamente.
Sin embargo, en 1739 estalló una guerra entre
España e Inglaterra cuyo escenario lo fue el Mar de Las Antillas y con ello
otra vez aumentó el contrabando. Las decisiones que tomó el siguiente
gobernador de Venezuela, restringiendo la autonomía regional de las
jurisdicciones y la aplicación de severas medidas de control del comercio
ilícito estimularon un nuevo conflicto entre las autoridades de San Felipe El
Fuerte y la gobernación provincial, provocando en 1741 un amotinamiento y
escaramuzas que poco le faltaron para convertirse en un enfrentamiento armado
interno de peligrosas consecuencias para la provincia en medio del conflicto
bélico con Inglaterra.
El episodio concluyó con la destitución de las
autoridades del cabildo de San Felipe y algunas sanciones leves a la mayoría de
los influyentes promotores del motín. Al final, el Consejo de Indias en España
deliberó sobre revocar la condición de ciudad a San Felipe El Fuerte, pero la
prudencia para evitar una posible incursión armada tierra adentro por parte de
militares ingleses, los hizo desistir de tomar resoluciones muy drásticas. En
consecuencia, San Felipe El Fuerte pudo prevalecer pero el motín tuvo
repercusión en las demás jurisdicciones regionales y fue el antecedente de otra
rebelión de mayor alcance en Caracas en 1749, cuyo trasfondo también era el
comercio ilícito.
A continuación se identifican en los mapas
siguientes, los escenarios de las rutas terrestres y fluviales del cacao
recorridas por los alzados de Andresote y los contrabandistas hasta el llamado
Golfo Triste. Desde las desembocaduras de los ríos Aroa y Yaracuy, ellos
prosiguieron bordeando la costa hacia Tucacas para así ocultarse en el laberinto
de cayos, ensenadas, albuferas, entre canales y arrecifes hasta salir hacia
Curazao.
Mapa pictográfico del siglo XVIII (1º Fragmento, Cont.) [1]
Mapa pictográfico del siglo XVIII (2º Fragmento)
|
Mapa del laberinto de cayos, albuferas y ensenadas de
la costa de Tucacas
y la desembocadura del río Yaracuy en el Golfo Triste
Mapa
de las rutas del comercio ilícito y lícito desde las costas de las
gobernaciones
de
Maracaibo, Venezuela, Margarita, Cumaná y Trinidad hacia el Mar de las Antillas
De
acuerdo al testimonio de contemporáneos, San Felipe se la consideró en 1764
como la ciudad de mayor relevancia comercial de la Provincia; de hecho, la
amplia infraestructura de la factoría de la Guipuzcoana, la constituía como una
de las de mayor capacidad instalada.
Otro ejemplo, era que, con una población de algo menor de diez mil
habitantes, se demandaba cada año más de diez mil vacunos provenientes de los
llanos para abastecer la ciudad con carne y cueros de res, con los cuales se
confeccionaban los denominados zurrones para el embalaje y transporte de las
fanegas de cacao.
En
lo que concierne a su relevancia fiscal, la región histórica San Felipe-Puerto
Cabello, ocupaba el segundo lugar en recaudación impositiva después de Caracas,
aunque su dinamismo comercial, reflejaba que en verdad el flujo económico era
muy superior a lo registrado por la Real Hacienda.
Un
evidente signo de la opulencia de San Felipe El Fuerte era el gasto en fastos y
celebraciones tales como los eventos conocidos como “Juras del Rey” realizados
para proclamar la investidura de un nuevo monarca español, donde los residentes
se desbordaban en costosos festejos sin pausa durante varias semanas, tiempo
considerablemente mayor que los mismos actos realizados en otras principales
ciudades de la provincia.
¿Cómo puede sintetizarse en un esquema el proceso
histórico de San Felipe El Fuerte?
En
definitiva, gracias al irreductible empeño por defenderse con los recursos y
alianzas disponibles y luchar para perseverar en permanecer establecidos, la
gente del poblado de Cerrito de Cocorote que quería convertirla en una ciudad
española, lo logró al ser reconocida como San Felipe El Fuerte y pese a sus
frecuentes conflictos con otras autoridades coloniales, ella pudo finalmente prevalecer.
¿Cuales consideraciones y hallazgos relevantes
resultaron de la presente investigación?
La ubicación estratégica del asentamiento de Cerrito de Cocorote en los
Valles del río Yaracuy, coincidió temporalmente (1693) con el de la colonia
judía de Tucacas, y con el auge del contrabando. Ambos sitios se localizaban en
puntos extremos de la ruta del cacao a lo largo del río Yaracuy. Esto induce a
sospechar que eso fue un deliberado proceso histórico sincrónico más allá de
ser simples eventos resultantes de circunstancias casuales.
Con el objetivo de permanecer practicando el contrabando, la vasta red de
complicidad colectiva establecida entre esclavos, mulatos, judíos, holandeses y
sectores tanto económicos como políticos, fue un elemento clave en la rebelión
de 1731, cuya cabeza visible lo fue el zambo Andresote; de igual manera también
lo sería en el primer motín de carácter civil registrado en la provincia contra
la empresa Guipuzcoana en 1741.
Se estableció un eje geo histórico entre Los Valles del río Yaracuy,
Tucacas y Curazao, pues allí conformaron el principal escenario del comercio
ilícito, y se propiciaron nexos de índole social, cultural y hasta político que
surgían entre los locales con holandeses y judíos. Con la presencia de judíos
conversos tanto en Cerrito de Cocorote como en San Felipe, se evidenció una
menor segregación religiosa que en otros lugares conquistados por España.
La estructura socio-económica de San Felipe El Fuerte, ya constituida
como ciudad, fue sin duda más próspera que la de otras poblaciones vecinas. Por
otra parte, la preeminencia social en San Felipe El Fuerte y su jurisdicción se
debía más a la condición económica y menos a la pertenencia a castas sociales
elevadas.
También, pese a las disposiciones establecidas en las Leyes de Indias, el
haber conspirado contra la corona española, no fue obstáculo para ejercer funciones
públicas, mientras se contara con caudal suficiente. De hecho, se designó como
regidor decano del primer cabildo de San Felipe El Fuerte, al próspero
propietario don Bernardo de Matos, quien había participado en una conjura para
desconocer al mismo Felipe V treinta años antes, durante la Guerra de Sucesión
Española. Pese a que sobre aquél pendía una condena a muerte en ausencia por
traición al rey y luego de haber sido un reo sin castigo, ello nunca impidió
que durante toda una década se desempeñara como regidor y tuviera mucha
influencia en todas las decisiones del cabildo.
--La
relativa menor atención que el reino de España tuvo hacia la Provincia de
Venezuela, colonia española que no tenía riquezas mineras disponibles suficientemente
atractivas, unida a la continua falta de provisión de productos básicos para la
población, parecen haber sido elementos determinantes que estimularon por
siglos la práctica continua del contrabando.
--La
necesaria relación de complicidad colectiva practicada entre los distintos
estratos sociales y castas para mantener operativo el comercio ilícito, puede
haber contribuido a gestar las bases de la cultura de igualitarismo que ha
caracterizado a la mayoría de los venezolanos respecto de otras naciones
hispanoamericanas que también habían sido colonias españolas.
--Otra
consecuencia de la secular práctica colectiva del contrabando puede haber
contribuido sobre una actitud de rebeldía de buena parte de la población
venezolana hacia el estricto cumplimiento de las leyes; quizás así se inició
una cultura de desapego a reglas y a eludir normas, práctica habitual que
todavía prevalece en muchos.
--La
concepción filosófica y política de la condición de ciudad para San Felipe El
Fuerte en lo concerniente a su autonomía y soberanía jurisdiccional, era un
tipo de régimen que en la administración centralista de la Corona española ya
no tenía vigencia; más bien se enraizaba en tradiciones del pasado medieval que
recuperaron vigencia en las colonias españolas y quizás también se inspiraba en
ideas urbanísticas transmitidas por holandeses.
--Para
continuar practicando el contrabando sin mayores restricciones, ese ejercicio
de autonomía de San Felipe El Fuerte alcanzó su clímax con el motín de 1741 al
enfrentarse abiertamente sus autoridades y figuras principales contra la propia
gobernación de la provincia. Quizás la
rigidez de muchas instituciones coloniales españolas con disposiciones poco
flexibles en comparación con otras colonias de naciones europeas, sobre todo en
materia de libertad de comercio y administración impositiva, indirectamente
fueron gestando a lo largo del tiempo un sentimiento de emancipación entre los
criollos de la élite social.
--Todos
los miembros de los distintos estratos sociales aceptaban una convivencia entre
ellos como súbditos de un reino distante y ajeno a su realidad cotidiana, pero
se manifestaban públicamente como enemigos de los traficantes.
--Todos
ellos eran consumados actores en un gran teatro de simulaciones de rechazo al
comercio ilícito y de apariencias de apego al orden establecido.
--Pero todos sabían que eran bastantes
aquellos que mantenían una relación comercial estrecha con los judíos y
holandeses de Tucacas y Curazao, aunque esta actividad fuese considerada
ilícita según la corona española.
--De
todo lo anteriormente expuesto se colige que el objetivo de la presente
investigación documental se cumplió al evidenciar la decisiva influencia del
contrabando como factor clave en el proceso histórico de San Felipe El Fuerte,
ciudad cuyas actuaciones tuvieron importante resonancia en otras regiones de la
provincia.
[1] Se distinguen en este mapa pictográfico del siglo XVIII: Quebrada de
Guararute, límite con Jurisdicción de Barquisimeto (Nº 01), Río de Guama
(Nº 02), Río Yaracuy (Nº 03), Tamanabare (Nº 04), Haciendas de cacao (Nº 05), Cerro de Santa
María, límite con Jurisdicción de Nirgua (Nº 06), Río
Yurubí (Nº 07), San Felipe (Nº 08), Mampostal (Nº 9), Río Cocorotico (Nº 10),
Misión de San Xavier de Aguas de Culebra (Nº 11), Aduana de Coco-rotico (Nº
12), Hdas. de cacao (Nº 13), zurrones de cacao transportados a hombros desde
haciendas (Nº 14), Quebrada de Váquiras (Nº 15), Hdas. de
cacao (Nº 16), Río Aroa, límite norte de la jurisdicción
(Nº 17), Valle de Macagua (Nº 18), Quebrada de Tucuragua ( Nº 19), Río de la
Cruz (Nº 20), Río de Lorenzo (Nº 21), Hdas. de cacao (Nº 22), Cañizos (Nº 23),
Transporte de Cacao por arreos de mulas (Nº 24), Río de Yaracuy sigue hasta la
costa
(Nº 25), Pueblo de San Nicolás (Nº 26), Río Aroa (Nº 27),
Boca del río Aroa (Nº 28), Boca del río Yaracuy (Nº 29), Aduana de Boca de
Yaracuy (Nº 30).
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