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miércoles, 4 de diciembre de 2019

LA INFLUENCIA DEL CONTRABANDO EN LA GESTACIÓN, DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN DE SAN FELIPE EL FUERTE Y SU JURISDICCIÓN REGIONAL (1622-1764)



SÍNTESIS DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA REALIZADA PARA LA MAESTRÍA DE HISTORIA DE VENEZUELA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS (UNERG)

Fecha: Mayo de 2019        Autor: Eduardo J. Anzola         
Tutor: Jeroh J. Montilla

¿Cuál es el propósito de la investigación?
El propósito de la presente investigación documental consiste en destacar la importante influencia de las actividades en torno al contrabando como un factor determinante en el proceso histórico que condujo a la gestación, desarrollo y consolidación definitiva de San Felipe El Fuerte como ciudad y centro urbano con resonancia en otros ámbitos regionales, en el período comprendido entre 1622 y 1764.
Para desarrollar sus contenidos, fue preciso hacer un relato del proceso histórico de introducción, producción y comercio del cacao y la trayectoria de sucesos en el poblamiento de lo que luego sería la jurisdicción de San Felipe El Fuerte y su zona de influencia.
Para comprender las motivaciones y actuaciones de los pobladores de lo que sería la jurisdicción de San Felipe El Fuerte se analizaron los conflictos, los procesos sociales y económicos que los caracterizaron y sus relaciones con otras regiones y con el ámbito internacional.  Sin embargo, lo medular de la investigación lo fue la indagación sobre el papel que jugó la práctica del contrabando de cacao desde los inicios hasta la consolidación de lo que fue la ciudad de San Felipe El Fuerte y su proyección, tanto en su entorno como en el resto de la provincia.

¿Por qué se Justifica la investigación?
Las razones para emprender esta investigación radican en primer término en que se trata de un nuevo análisis historiográfico que profundiza sobre contenidos históricos enmascarados por los discursos institucionales o sepultados en archivos u obras de historias locales sin reeditar.
 Por otra parte, es una investigación pertinente pues muestra evidencia sobre el papel jugado por una gente durante el período colonial en hechos que ocurrieron, no en Caracas sino en el ámbito regional, pero que vinculan un proceso histórico regional que forma parte de la historia del país, con lo que estaba aconteciendo en otras regiones. Además, tales sucesos contribuyeron a germinar las semillas de la identidad de la nación venezolana.
Adicionalmente, se pretende con esta investigación, no solo enriquecer la conciencia histórica de las actuales y futuras generaciones, sino que ella sirva también como invitación a otros investigadores para que se estimulen a realizar nuevas pesquisas para indagar más sobre las historias regionales. 
En cierta forma esta investigación es una contribución a la historia para comprender mejor a Venezuela como nación y ver su tránsito en el tiempo, con los esplendores de sus días y las tinieblas de sus noches.

¿Cómo era el contexto temporal y espacial?
En el siglo XVII, las montañas y valles del río Yaracuy estaban bajo el control político de Barquisimeto, una de las doce jurisdicciones de la entonces Provincia de Venezuela. En tal región, a partir de 1620, se inició la producción y expansión del cacao y esto atrajo a muchos colonos de diverso origen en las cercanías de San Gerónimo de Cocorote, pueblo de doctrina solo para ser habitado fundamentalmente por indígenas, quienes en principio debían ser objeto de un proceso de asimilación cultural, religiosa y política según los patrones de la Corona española. No obstante, en torno a la edificación de una rústica iglesia autorizada por el obispo de Caracas, a partir de 1693 se constituyó un núcleo poblacional de aquellos colonos denominado Cerrito de Cocorote que luego se convertiría en San Felipe y desde allí, a través de las rutas fluviales de los ríos Yaracuy y Aroa, se conformó un activo eje de comercio con la aldea costera de Tucacas y la isla de Curazao, convertida en colonia holandesa desde 1634. Se puede visualizar geográficamente la localización espacial en los mapas que se muestran a continuación, el de la izquierda, lo que era la Provincia de Caracas, y el de la derecha, de la jurisdicción de Barquisimeto, donde se destacan los sitios más importantes de los sucesos.


   
 





















Curazao (amarillo) San Felipe (rojo) Tucacas (verde)














Barquisimeto (Violeta) San Felipe (rojo) Tucacas (verde)


¿En qué se fundamenta el abordaje teórico de la investigación?
Los planteamientos teóricos se basan en los enfoques geo históricos planteados por Fernand Braudel, que diferenciaban los períodos de corta y larga duración; se apoyan en el concepto de la Región Histórica expuesto por Germán Cardozo Galué; se recurre a los procedimientos de la arqueología documental formulados por Michel de Certeau; se aplican criterios del análisis de la ciudad y del poder según Michel Foucault; se toman conceptos de la Historia de las mentalidades de Jacques Le Goff y Georges Duby, así como la idea de las representaciones de Roger Chartier, e igualmente sobre la interpretación de las culturas de Clifford Geertz y los postulados de la Sociología de los hábitos según Pierre Bourdieu.

¿Cuál fue el camino metodológico?
La línea de investigación seleccionada es la histórica regional y local bajo el paradigma científico post positivista interpretativo. En cuanto a la concepción epistemológica, se analiza la práctica del contrabando como un proceso histórico de  la sociedad bajo estudio, y toda la labor investigativa se apoya metodológicamente en la heurística y los métodos cualitativo, hermenéutico-interpretativo, inductivo-deductivo, y analítico – sintético; por otra parte, aunque se procura mantener un manejo flexible, éste siempre se encuentra enmarcado en los métodos señalados.

¿Qué fue lo que caracterizó el asentamiento en Cerrito de Cocorote desde 1693?
Es preciso destacar que el asentamiento formal de Cerrito de Cocorote en 1693 ocurría precisamente apenas meses después en que se hubiera establecido una comunidad organizada de judíos sefardíes en Tucacas. No debió ser mera casualidad que tales eventos fueran casi simultáneos, pues las localizaciones espaciales de ambos poblados, se ubicaban estratégicamente en dos puntos extremos de una ruta comercial a través de los ríos Aroa y Yaracuy y que también en Cerrito se establecieran judíos conversos de diversos sitios de Europa. Pero la gran mayoría de colonos establecidos allí eran canarios, mulatos y gente de otros lugares de la provincia, sobre todo de Barquisimeto, y su propósito fue participar en la floreciente economía del cacao. 
En cuanto a su estructura productiva, el 95% se trataba de productores pequeños y medianos, con plantaciones menores a 10 mil árboles y apenas 5% eran grandes, con 10 mil o más plantas. Ellos se dedicaban a negociar al menos el 65% de la producción total de la jurisdicción con neerlandeses de Curazao y judíos de Tucacas, actividad considerada como comercio ilícito para la Corona española. Esto se hacía con la participación de todos los estamentos sociales, pues su resultado permitió generar una estructura económico-social donde los grupos más marginados tenían mejor oportunidad de ascenso social que en otras regiones de la Provincia de Venezuela, donde prevalecía una estratificación de castas considerablemente más rígida.

¿Cómo fue el proceso histórico de Cerrito de Cocorote y San Felipe El Fuerte entre 1700 y 1749?
En 1700 los nuevos residentes solicitaron al rey, licencia para que Cerrito tuviese rango de ciudad española; pero ello provocó malestar en Barquisimeto y entre 1701 y 1706, los caciques indígenas de Cocorote formalizaron oficialmente denuncias contra la existencia de Cerrito. Mientras, desde 1702 estalló en Europa una larga guerra por la sucesión del trono español, cuya consecuencia fue la poca atención por parte de la Corona hacia sus colonias de ultramar las cuales entonces intensificaron el contrabando precisamente con los enclaves más próximos que tenían las naciones adversarias de España.
Con la excusa por la práctica del comercio ilícito, el Cabildo de Barquisimeto ordenó el primer ataque contra Cerrito en 1710. Al siguiente año, en representación de los residentes de Cerrito, el capitán Alonso de Torres y Ponce de León formuló una súplica al rey pidiendo amparo para impedir otro ataque. No obstante ello no evitó que, con el respaldo del gobernador provincial, se ordenara un segundo ataque perpetrado también por el Cabildo de Barquisimeto en 1717 y que en 1724 se realizara finalmente el arrase total de todo el poblado de Cerrito. A partir de estos acontecimientos Fray Marcelino de San Vicente, el influyente ex procurador de las Misiones Franciscanas en la Provincia de Venezuela, tomó una serie de iniciativas en favor de los atribulados residentes y en 1725 formuló una solicitud al rey con una detallada y sólida exposición de motivos para que Cerrito fuese ciudad española y luego el nuevo gobernador provincial gestionó esa petición. También los cerritenses renovaron la misma solicitud en 1729. Para entonces ya el rey Felipe V había decidido otorgar condición de ciudad a Cerrito de Cocorote, lo cual fue oficialmente reconocido por Real Cédula emitida ese mismo año y se procedió a reconstruir viviendas y edificios en un lugar muy próximo donde había estado antes Cerrito de Cocorote.
 En 1731 se instaló el Primer Cabildo de la nueva ciudad, a la cual la rebautizaron como San Felipe en homenaje al rey Felipe V y le añadieron el apelativo “El Fuerte”; al siguiente año se constituyó oficialmente la correspondiente delimitación geográfica de su jurisdicción regional.  Igualmente ya desde 1730 se había establecido una importante factoría en la nueva ciudad, sucursal de la empresa Guipuzcoana en la Provincia de Venezuela, cuyo fin era monopolizar y controlar el comercio de cacao y otros productos en toda esa colonia española y las otras gobernaciones vecinas. Precisamente con el comienzo de sus operaciones mercantiles e intento de controlar el contrabando, se generó un rechazo a tales actividades y ello fomentó una violenta rebelión contra la Guipuzcoana cuya cabeza visible fue el zambo Andresote entre 1731 y 1732, la cual contó con el apoyo logístico y militar de los contrabandistas holandeses desde la isla de Curazao, y la disimulada complicidad de varios personalidades de San Felipe El Fuerte.
En este clima tan conflictivo que tuvo un serio impacto en la provincia causando la destitución del gobernador de Venezuela, se pudo someter la rebelión por la fuerza y durante unos pocos años el contrabando de cacao estuvo más controlado, aunque sin ser completamente erradicado; como resultado, San Felipe obtuvo ciertas prerrogativas en el comercio legal del cacao que le favorecieron económicamente.
Sin embargo, en 1739 estalló una guerra entre España e Inglaterra cuyo escenario lo fue el Mar de Las Antillas y con ello otra vez aumentó el contrabando. Las decisiones que tomó el siguiente gobernador de Venezuela, restringiendo la autonomía regional de las jurisdicciones y la aplicación de severas medidas de control del comercio ilícito estimularon un nuevo conflicto entre las autoridades de San Felipe El Fuerte y la gobernación provincial, provocando en 1741 un amotinamiento y escaramuzas que poco le faltaron para convertirse en un enfrentamiento armado interno de peligrosas consecuencias para la provincia en medio del conflicto bélico con Inglaterra.
El episodio concluyó con la destitución de las autoridades del cabildo de San Felipe y algunas sanciones leves a la mayoría de los influyentes promotores del motín. Al final, el Consejo de Indias en España deliberó sobre revocar la condición de ciudad a San Felipe El Fuerte, pero la prudencia para evitar una posible incursión armada tierra adentro por parte de militares ingleses, los hizo desistir de tomar resoluciones muy drásticas. En consecuencia, San Felipe El Fuerte pudo prevalecer pero el motín tuvo repercusión en las demás jurisdicciones regionales y fue el antecedente de otra rebelión de mayor alcance en Caracas en 1749, cuyo trasfondo también era el comercio ilícito.       
A continuación se identifican en los mapas siguientes, los escenarios de las rutas terrestres y fluviales del cacao recorridas por los alzados de Andresote y los contrabandistas hasta el llamado Golfo Triste. Desde las desembocaduras de los ríos Aroa y Yaracuy, ellos prosiguieron bordeando la costa hacia Tucacas para así ocultarse en el laberinto de cayos, ensenadas, albuferas, entre canales y arrecifes hasta salir hacia Curazao. 

Mapa pictográfico del siglo XVIII (1º Fragmento, Cont.) [1]


Mapa pictográfico del siglo XVIII (2º Fragmento)




         Mapa del laberinto de cayos, albuferas y ensenadas de la costa de Tucacas
y la desembocadura del río Yaracuy en el Golfo Triste


Mapa de las rutas del comercio ilícito y lícito desde las costas de las gobernaciones
de Maracaibo, Venezuela, Margarita, Cumaná y Trinidad hacia el Mar de las Antillas


¿Cuáles fueron algunos indicadores de la prosperidad de San Felipe El Fuerte?
De acuerdo al testimonio de contemporáneos, San Felipe se la consideró en 1764 como la ciudad de mayor relevancia comercial de la Provincia; de hecho, la amplia infraestructura de la factoría de la Guipuzcoana, la constituía como una de las de mayor capacidad instalada.  Otro ejemplo, era que, con una población de algo menor de diez mil habitantes, se demandaba cada año más de diez mil vacunos provenientes de los llanos para abastecer la ciudad con carne y cueros de res, con los cuales se confeccionaban los denominados zurrones para el embalaje y transporte de las fanegas de cacao.                                      
En lo que concierne a su relevancia fiscal, la región histórica San Felipe-Puerto Cabello, ocupaba el segundo lugar en recaudación impositiva después de Caracas, aunque su dinamismo comercial, reflejaba que en verdad el flujo económico era muy superior a lo registrado por la Real Hacienda.
Un evidente signo de la opulencia de San Felipe El Fuerte era el gasto en fastos y celebraciones tales como los eventos conocidos como “Juras del Rey” realizados para proclamar la investidura de un nuevo monarca español, donde los residentes se desbordaban en costosos festejos sin pausa durante varias semanas, tiempo considerablemente mayor que los mismos actos realizados en otras principales ciudades de la provincia.

¿Cómo puede sintetizarse en un esquema el proceso histórico de San Felipe El Fuerte?
 

En definitiva, gracias al irreductible empeño por defenderse con los recursos y alianzas disponibles y luchar para perseverar en permanecer establecidos, la gente del poblado de Cerrito de Cocorote que quería convertirla en una ciudad española, lo logró al ser reconocida como San Felipe El Fuerte y pese a sus frecuentes conflictos con otras autoridades coloniales, ella  pudo finalmente prevalecer.
¿Cuales consideraciones y hallazgos relevantes resultaron de la presente investigación?
La ubicación estratégica del asentamiento de Cerrito de Cocorote en los Valles del río Yaracuy, coincidió temporalmente (1693) con el de la colonia judía de Tucacas, y con el auge del contrabando. Ambos sitios se localizaban en puntos extremos de la ruta del cacao a lo largo del río Yaracuy. Esto induce a sospechar que eso fue un deliberado proceso histórico sincrónico más allá de ser simples eventos resultantes de circunstancias casuales.
Con el objetivo de permanecer practicando el contrabando, la vasta red de complicidad colectiva establecida entre esclavos, mulatos, judíos, holandeses y sectores tanto económicos como políticos, fue un elemento clave en la rebelión de 1731, cuya cabeza visible lo fue el zambo Andresote; de igual manera también lo sería en el primer motín de carácter civil registrado en la provincia contra la empresa Guipuzcoana en 1741.
Se estableció un eje geo histórico entre Los Valles del río Yaracuy, Tucacas y Curazao, pues allí conformaron el principal escenario del comercio ilícito, y se propiciaron nexos de índole social, cultural y hasta político que surgían entre los locales con holandeses y judíos. Con la presencia de judíos conversos tanto en Cerrito de Cocorote como en San Felipe, se evidenció una menor segregación religiosa que en otros lugares conquistados por España.
La estructura socio-económica de San Felipe El Fuerte, ya constituida como ciudad, fue sin duda más próspera que la de otras poblaciones vecinas. Por otra parte, la preeminencia social en San Felipe El Fuerte y su jurisdicción se debía más a la condición económica y menos a la pertenencia a castas sociales elevadas.
También, pese a las disposiciones establecidas en las Leyes de Indias, el haber conspirado contra la corona española, no fue obstáculo para ejercer funciones públicas, mientras se contara con caudal suficiente. De hecho, se designó como regidor decano del primer cabildo de San Felipe El Fuerte, al próspero propietario don Bernardo de Matos, quien había participado en una conjura para desconocer al mismo Felipe V treinta años antes, durante la Guerra de Sucesión Española. Pese a que sobre aquél pendía una condena a muerte en ausencia por traición al rey y luego de haber sido un reo sin castigo, ello nunca impidió que durante toda una década se desempeñara como regidor y tuviera mucha influencia en todas las decisiones del cabildo.    

¿Cuáles reflexiones derivó el autor de la presente investigación?
--La relativa menor atención que el reino de España tuvo hacia la Provincia de Venezuela, colonia española que no tenía riquezas mineras disponibles suficientemente atractivas, unida a la continua falta de provisión de productos básicos para la población, parecen haber sido elementos determinantes que estimularon por siglos la práctica continua del contrabando.
--La necesaria relación de complicidad colectiva practicada entre los distintos estratos sociales y castas para mantener operativo el comercio ilícito, puede haber contribuido a gestar las bases de la cultura de igualitarismo que ha caracterizado a la mayoría de los venezolanos respecto de otras naciones hispanoamericanas que también habían sido colonias españolas.
--Otra consecuencia de la secular práctica colectiva del contrabando puede haber contribuido sobre una actitud de rebeldía de buena parte de la población venezolana hacia el estricto cumplimiento de las leyes; quizás así se inició una cultura de desapego a reglas y a eludir normas, práctica habitual que todavía prevalece en muchos.
--La concepción filosófica y política de la condición de ciudad para San Felipe El Fuerte en lo concerniente a su autonomía y soberanía jurisdiccional, era un tipo de régimen que en la administración centralista de la Corona española ya no tenía vigencia; más bien se enraizaba en tradiciones del pasado medieval que recuperaron vigencia en las colonias españolas y quizás también se inspiraba en ideas urbanísticas transmitidas por holandeses.
--Para continuar practicando el contrabando sin mayores restricciones, ese ejercicio de autonomía de San Felipe El Fuerte alcanzó su clímax con el motín de 1741 al enfrentarse abiertamente sus autoridades y figuras principales contra la propia gobernación de la provincia.  Quizás la rigidez de muchas instituciones coloniales españolas con disposiciones poco flexibles en comparación con otras colonias de naciones europeas, sobre todo en materia de libertad de comercio y administración impositiva, indirectamente fueron gestando a lo largo del tiempo un sentimiento de emancipación entre los criollos de la élite social.
--Todos los miembros de los distintos estratos sociales aceptaban una convivencia entre ellos como súbditos de un reino distante y ajeno a su realidad cotidiana, pero se manifestaban públicamente como enemigos de los traficantes.
--Todos ellos eran consumados actores en un gran teatro de simulaciones de rechazo al comercio ilícito y de apariencias de apego al orden establecido.
 --Pero todos sabían que eran bastantes aquellos que mantenían una relación comercial estrecha con los judíos y holandeses de Tucacas y Curazao, aunque esta actividad fuese considerada ilícita según la corona española.
--De todo lo anteriormente expuesto se colige que el objetivo de la presente investigación documental se cumplió al evidenciar la decisiva influencia del contrabando como factor clave en el proceso histórico de San Felipe El Fuerte, ciudad cuyas actuaciones tuvieron importante resonancia en otras regiones de la provincia.


[1] Se distinguen en este mapa pictográfico del siglo XVIII: Quebrada de Guararute, límite con Jurisdicción de Barquisimeto (Nº 01), Río de Guama
(Nº 02), Río Yaracuy (Nº 03), Tamanabare (Nº 04),  Haciendas de cacao (Nº 05), Cerro de Santa María, límite con Jurisdicción de Nirgua (Nº 06), Río
Yurubí (Nº 07), San Felipe (Nº 08),  Mampostal (Nº 9), Río Cocorotico (Nº 10), Misión de San Xavier de Aguas de Culebra (Nº 11), Aduana de Coco-rotico (Nº 12), Hdas. de cacao (Nº 13), zurrones de cacao transportados a hombros desde haciendas (Nº 14), Quebrada de Váquiras (Nº 15), Hdas. de
cacao (Nº 16), Río Aroa, límite norte de la jurisdicción (Nº 17), Valle de Macagua (Nº 18), Quebrada de Tucuragua ( Nº 19), Río de la Cruz (Nº 20), Río de Lorenzo (Nº 21), Hdas. de cacao (Nº 22), Cañizos (Nº 23), Transporte de Cacao por arreos de mulas (Nº 24), Río de Yaracuy sigue hasta la costa
(Nº 25), Pueblo de San Nicolás (Nº 26), Río Aroa (Nº 27), Boca del río Aroa (Nº 28), Boca del río Yaracuy (Nº 29), Aduana de Boca de Yaracuy (Nº 30).


ACTO EN HOMENAJE A ELISA PINEDA DE BELISARIO POR EL ATENEO DE CALABOZO-GUÁRICO

PALABRAS AGRADECIMIENTO
28-09-2019
Rosario Belisario

Protocolo e introducción
Hurgando con curiosidad, atención y admiración creciente por su prolífica y adornada pluma, encontré el nombre para honrar la memoria de Elisa Pineda de Belisario H. (así firmaba ella) Mima.
Cito. “Un destello alumbro el instinto del hombre, cuando se relacionó mediante señas, signos, objetos y emociones la palabra” Entonces habló Mima de la Comunicación, lo cual hacia muy bien dando vuelo a la imaginación y al ensueño.
La inmensidad de sus vivencias y recuerdos fueron la fuente de su verbo para comunicarnos, con prodigiosa memoria, su paso de 92 años por este tránsito terrenal. Cuanto comunicaba Mima de sus padres y la historia falconiana que trajeron consigo a La Villa de todos los Santos de Calabozo, con emoción narraba sus travesuras de niña precoz aquí en Calabozo, siendo su hermano Jacobo y el Negrito Damián los receptores de su avidez por saber, hacer, enseñar y comunicar con natural espíritu de justicia y equidad, de amor y feminidad; atributos estos que le acompañaran hasta su último día.
Mucho decía Mima de lo corta que había sido su familia y de lo temprano que habían partido.
Su padre José Ildefonso Pineda Yalzagaray, solo tuvo una hermana: Rosario Pineda Yalzagaray, la tia Charito, a quien hoy recuerdo con la emoción de mi niñez y expreso ante Uds una pregunta que no le hice a Mima y para hoy, no tendré respuesta; a saber: Tía Charito conoció a Calabozo?
María Elisa Crasto Penso de Pineda, su madre, también tuvo un solo hermano Jorge, quien nunca vino al llano y fue su abuela materna Eleonora, quien junto a los relatos de su Nana y de su Mamaita le construyeron a Elisa el hermoso entramado de arenas, cactus, cujíes, travesías y días de camino para hacerse en chaparros, mastranto, mangos y buena voluntad del pueblo de Calabozo.
Mima nos relató como un cuento, con infinita nostalgia y sabrosa dulzura, la aparición de la manzana en su vida y fue aquí, en Calabozo. El manuscrito lo encontró mi hermano Pedro, titulado El rico sabor de la manzana y escribió “Al 2do. Tercio del siglo XX, Enriqueta, una linda amiga de mi mamá que le trajo de Caracas una bella, roja y redonda manzana, igualita a las pintadas en el almanaque de las pildoritas rosadas que daban en la farmacia”
Elisa Pineda. Calaboceña de siembra y cosecha, comunicadora y relatora hizo de la palabra el vértice para desbordar su policromado intelecto, su inquieta y versátil inteligencia bañada de gracia, simpatía, firmeza y señorío. De allí que, no hay pieza escrita o relato grabado en el que refiriéndose a Calabozo, no expresara esa fulgorosa visión del recuerdo infantil y de cómo en su trayecto fue este nombre: la Villa de todos los Santos de Calabozo su génesis de elocuencia y poesía.
El don de mantener avivados sus recuerdos calaboceños le permitió no desprenderse de sus raíces plenas de horizontes, sabanas y palmeras. Cada narración, escrito o evocación fue en ella un canto al chaparro, a las espigas y mogotes y al cristofué sembrado en su corazón. Cada narración, escrito o evocación fue para honrar a Lazo Martí, a Efraín Hurtado, a Monseñor Arturo Celestino Armas, a los Landaeta, a los Visos, a los LLamozas y otros tantos apellidos y nombres instalados en sus afectos por la apasionante vida, educación y andanzas de su padre José I. Pineda, junto a la templanza, la convicción cristiana, sentido de la amistad y la fuerza de la maternidad que emanaba de su mamaíta María Elisa Crasto de Pineda.
Con el permiso de ustedes y de mis hermanos, quiero unir a la memoria de Elisa Pineda de Belisario, el recuerdo de un sin igual amigo suyo y por quien ella profesaba tierna admiración: Don Julián Romero. Camaguense, virtud vital de este llano. Don Julián conversaba sobre las gracias y haceres de esta basta tierra, generaba embeleso y ensoñación y, tal como ella en sus escritos y relatos, como por ejem. en su ponencia Casas Insignes de Calabozo ( Encuentro XXXX del año 2008) donde podemos imaginar aún, el bullicio de los niños y de Elisa Pineda cuando se dirigían a la escuelita de Doña Amparo de Alvarez en la Casa del Carmen. O también en La Tostera, casa natal de Fco. Lazo Martía donde y cito “el eco que allí se produce sigue velando la memoria fragmentada de Calabozo” para que, en la última casa que Mima habitó: La Rubiera (hoy sede del Consejo Municipal) cito “erguida, espera nuevos designios para calabozo” y agregó: “así se mantiene.”
La fantástica memoria junto a su ágil imaginación le enseñaron a no desdeñar relatos ni historias de su pueblo natal. Todo lo llegado a sus oídos se transformaba en vida, sentimientos y arraigo que trascendió a su prole como legado invaluable. Elisa Pineda de Belisario siempre amo este llano, nos legó su vibración por esta amplitud del alma llanera, de polvo, caminos, música, poesía y el inmenso bagaje cultural de Calabozo.
Señores. Con vivo sentimiento de gratitud y raíces henchidas de emoción, unas cortas palabras de remembranzas a Calabozo que, hoy, sucintamente volcamos los descendientes de Elisa Pineda de Belisario en este XIII Encuentro de Historiadores realizado en su memoria.
Honrados estamos.
Buenos días.
(Imagen tomada de El Tubazo Digital)