Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

jueves, 31 de julio de 2008

UN REENCUENTRO ANHELADO

Daniel R Scott*



A Jesús Enrique Blanco Méndez, mi suegro desde hace cinco años


Ya era muy de noche cuando mi esposa y yo decidimos dar un paseo por el centro de San Juan. Está muy contenta porque este año se graduaba de licenciada en Administración Comercial y no hace otra cosa que hablar y hablar de cuando reciba su titulo. Es la corona otorgada legítimamente después de cinco años de estudio y perseverancia. "Estoy orgulloso de ti" le digo cada dos minutos. Al poco rato de haber salido y para nuestra sorpresa, un auto se estacionó en las sombras del otro lado de la calle y el conductor nos saludó, agitando la mano. Era el saludo algo inseguro del que no espera obtener respuesta. Mi esposa palideció, se le heló el rostro: se trataba de su padre. Ella no lo veía desde los seis años, he allí la razón de su estupor. Los recuerdos que de él conserva son escasos y carentes de emoción, nada que le despierte algún sentimiento filial. Las palabras "Papá" o "Padre" le suenan huecas y vacías, sin significado ni significante. "Lo último que recuerdo de él es yo pequeña jugando sobre sus piernas" me dijo una vez. "Sacó de su bolsillo unos caramelos y me los dio". Un día, por razones no del todo claras, su padre se marchó y no volvió más. A partir del uso de su razón, Fell (así es como llamo a mi esposa) siempre se preguntó por el paradero de su padre e hizo algunos esfuerzos por encontrarlo, fallando en cada intento. Para ella eso era frustrante. No podía ver a un hombre de elevada estatura y ojos claros de gato en las calles o en el Metro de Caracas porque suponía era su padre. Alguien le dijo que lo habían visto manejando un Renault blanco. Cada vez que mi esposa (una adolescente) veía un auto con tal descripción le saltaba el corazón. Para esos días era una jovencita de cabellos exageradamente largos, como los de alguna princesa indígena de una selva remota, con muchas inquietudes y preguntas que hacerle a la vida. No cabe duda que a Fellawey Dunazay Moncada no le sentó bien haber crecido sin la presencia de la figura paterna. "Es que mi vida fue siempre un rompecabezas al que le faltaban varias piezas" me explica. "El día que encuentre a mi padre ese rompecabezas se habrá completado". Pues bien, y no me pregunten cómo, llego la hora de armar en su totalidad el gran y doloroso puzle. Sin embargo Fell no se muestra muy entusiasmada, y la entiendo: tras veinte años sin saber nada de su padre (el Sr. Blanco), ¿Qué es lo primero que ella debe decir? ¿Y cómo se lo dirá? La pobre es presa de sentimientos encontrados. Me pide por favor que me acerque al auto y haga de mediador. "Vayan a casa y atiéndelo; yo los alcanzo más tarde" me dice en susurros.
Me acerco y lo saludo. Me invita a entrar. Luego de las presentaciones de rigor y demás formalidades le explico a mi suegro la situación y le invito a casa. El asiente comprensivo, enciende el motor y nos marchamos de allí. Fell sigue de pie en el mismo lugar, inmóvil; quizá lo único que se mueve en ella sean sus lágrimas en las mejillas. Siento compasión. Ha de sentirse muy mal con todos esos sentimientos y pensamientos girando y chocando entre sí. Aquí en el auto en marcha hay cuatro personas más cuya identidad ignoro. ¿Parientes? ¿Amigos? No lo sé. Hablamos de cualquier cosa para, como dice el dicho, romper el hielo. A partir de ese momento me sentí como en otra dimensión. El tiempo y las cosas se alargaban y encogían. Mis palabras brotan arrastradas, pesadas, lentas, como el sonido de aquellos discos de vinilo que uno colocaba sobre el tocadiscos a mínima velocidad para desternillarnos de la risa. ¿Me estaré volviendo loco acaso? El rubor se me subió al rostro, encendiéndolo. ¿Pensará esta gente que me burlo de ellos? Mal comienzo. Pero ellos se comportan como si nada sucediera. Me siento incomodo: no debería estar metiendo las narices en estos entramados filiales que no son de mi incumbencia. Estoy harto de ver y saber de tantos casos de paternidad irresponsable y de otras cosas por ese estilo. Lamenté los temores de mi esposa y al mismo tiempo me sentí culpable de abrigar tal pensamiento porque, después de todo, no debe ser cosa fácil o placentero dirigirle la palabra a un padre que también es un perfecto desconocido.
Ya en casa observo más detenidamente a mi suegro ("Llámame Jesús" me dice) Es de elevada estatura, tal como me lo describió mi suegra, pero su piel es blanca como la de un anglosajón y demasiado tersa para ser el padre de mi esposa. Se supone que debe tener unos cincuenta años y este si acaso tendrá poco menos de treinta. Es un deportista que viste camiseta, pantalones cortos y zapatillas para trotar. ¿Qué sucede aquí? Lo que sea no me gusta ni encaja en la lógica. Un olor a fraude. Pero finalmente me tranquilizo. "Bueno, sea cual sea su aspecto, este es su padre" me digo, olvidando lo que veo y echando fuera la desconfianza. Mi suegro entonces toma la palabra y explica las razones por las cuales se vio obligado de alejarse de su hija por todos estos años pero, sordo como una roca, no le oigo absolutamente nada: sus labios se mueven pero no emiten sonido alguno. Su voz es literalmente inaudible. Y yo no estoy sordo: oigo la burla de los pericos cara sucia y el trinar de los canarios allá en sus jaulas, algo insólito considerando lo avanzada de la noche. Como no le oigo ni tampoco sé que responder, se me ocurre una idea. "Señor Blanco, supongo que desea saber como es el aspecto físico de su hija. En mi biblioteca están nuestros álbumes de fotografías. ¿Qué tal si los traigo y los vemos juntos mientras llega su hija?" A él le pareció bien sin dejar de hablar y de hablar su lengua muda y yo caminé los tres metros que nos separaban del estudio. Al entrar, encontré que todo el mobiliario había desaparecido, solo había cuatro paredes vacías y desnudas. ¡No había nada! Ni estanterías, ni libros, ni álbum ni nada...¿Qué ocurre? Todo parece obra de algún maleficio. O simplemente se trata de un robo. Hasta dudo de mis sentidos. ¡Maldita sea! ¿Como es que se esfumó todo sin dejar rastro? Me estoy volviendo loco. ¿Y ahora qué le digo a este señor? Ojalá llegara Fell para dejarlos solos y acabar con este embrollo de una buena vez. Soy hombre descomplicado. Me acuerdo que en mi cartera guardo una foto de Fell, la que se tomó un marzo de 2004. Ese día se maquilló y fue a una peluquería para cortarse y arreglarse el cabello; luego se acercó a mi trabajo a ver cual era mi reacción. La encontré tan encantadora que la llevé a un estudio fotográfico para tomarle la foto. El lente de la cámara eternizó un rostro joven, bello, suavemente maquillado que mira con orgullo al mundo. Salgo apresurado de la habitación con la foto en la mano y diciendo: "Señor Blanco, ahora que lo recuerdo tengo aquí en mi cartera..." y ya no pude decir nada más: me desperté envuelto entre sabanas y las primeras luces del amanecer. El ventilador giraba de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Los pormenores del relato y sus personajes de desvanecieron: una nada tragada por la nada. Se trataba de otro sueño más, una jugarreta onírica de la mente dormida. Y yo volví a caer por inocente. Como siempre. Tardé varios segundos para comprender que todo había sido una ilusión.
A mi lado mi esposa duerme plácidamente y afuera una lluvia matutina llora o ríe sobre las viejas tejas agrietadas del techo. Esto sí es real.
28 de Julio de 2008

*Bibliotecario y escritor venezolano (San Juan de los Morros, estado Guárico)

martes, 29 de julio de 2008

VALORES


Yureima Hernández*



Actualmente en Venezuela se habla mucho de la necesidad o de la ausencia de valores en los distintos campos de la vida social, pero de manera muy particular a nivel educativo sin importar la modalidad; pues existe una distorsión de los mismos que comprometen la formación educativa de las futuras generaciones. Por lo que la gran mayoría de los jóvenes venezolanos son el fiel reflejo de la conducta de sus mayores y en gran parte motivado por el inmediatismo, el enriquecimiento fácil, el culto a los fetiches del consumo incitados a ellos por los medios de comunicación.
Pero ¿Qué son valores? ¿Realmente puede una educación estar basada en valores? ¿Los individuos verdaderamente ponen en práctica los valores? ¿Dé qué forma? ¿Cuál es el valor preferente de nuestro sistema educativo? Son muchas las interrogantes que surgen alrededor de este tema. Sin embargo, el valor es otro nombre que se le otorga al hecho de hacer el bien. Por lo que puede aparecer una nueva pregunta ¿El valor se da en la realidad o son simplemente es una forma de sentir? Esto nos lleva a apoyarnos en los siguientes autores para poder tener una visión más clara.
Según Deval y Enesco, 1994 p59 definir lo que es valor resulta aún más difícil de lo que se piensa y ello se debe a que no son propiedades de las cosas o de las acciones, sino que dependen de una relación con alguien quien valora. Por otra parte Zambrano (1998), una educación en valores consiste en aprender en como debemos emplear la libertad que tenemos.
Los valores nos sirven para evaluar nuestras propias acciones y la de los demás y, sobre todo guiar el comportamiento de las personas. De ello se dice que son creencias prescriptas o si se prefiere principios normativos y duraderos que nos sugieren que una determinada conducta o estado final de existencia que es personal y socialmente preferible a otro que puede ser considerado y contradictorio.
Debido a que los valores se expresan en la convicción razonada de que algo es bueno a malo y una vez interiorizados se convierten en normas y pautas del comportamiento además, de la conciencia critica y la educación moral orientada a mantener una actitud reflexiva frente a la escala de los valores vigentes. Por lo que están íntimamente ligados a la idea que se tenga del hombre y la sociedad. Así como de saber que hacer en el momento justo, el por que hacerlo y que por la opinión valorativa a escoger no se vean afectados los demás.
*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

sábado, 26 de julio de 2008

LA ÉTICA Y LA POLÍTICA, SUS COINCIDENCIAS Y DESENCUENTROS


Jeroh Juan Montilla*



Ante todo hay que decir que la ética y la política tienen sus diferencias fundamentales una frente a la otra. Y eso implica que ellas funcionan en terrenos propios, aunque, puede ocurrir que debido a circunstancias coincidan y hasta se apoyen mutuamente pero que no necesariamente esto significa que una sujete o justifique a la otra.
Mucha gente está convencida que la ética es un especie de panacea universal, que en ella están todas las respuestas, que muchos de los problemas que abruman a la humanidad solo persisten porque extrañamente el hombre no ha vuelto sus ojos hacías ese catálogo de fórmulas que siempre nos está ofertando la ética. Tengo amigos que me comentan su perplejidad, no entienden como el hombre no se ha dado cuenta, o peor aun, se mantiene indiferente o desdeñoso a esas bondades que rayan casi en el lugar común en lo que de perogrullo es lo razonablemente moral. Pero la realidad, tanto la humana como la natural, es verdaderamente más compleja de lo que nosotros apenas sospechamos.
La ética y la política coinciden en una cosa, ambas se asientan sobre un variopinto piso de valores propios. Son haceres humanos creadores y sustentadores de valores. Peor, muchos valores de la política, así nos parezca absurdo, no tienen nada que ver con la ética, y así en viceversa. Fernando Savater (1998) nos dice: “La distinción entre ética y política es imprescindible. Mezclar las dos cosas, decir que los males de la política se pueden remediar apelando a la ética, me parece un profundo error. Creo que tratar de detener los males de la política con la ética, es como intentar apagar un incendio con un hisopo de agua bendita” (p. 9 y 10). Para Savater la función de la ética no es remendarle el capote a la política. La ética es mas bien un ejercicio comprometedor de la libertad. Desde ese práctica la reflexión ética parte del conocimiento primeramente de lo que somos cada uno, yo mismo soy a quien primero tengo a la mano. La ética es un asunto solo de nuestra propia incumbencia. Y yo no me puedo dejar de lado a mi mismo, no puedo aplazarme, darme una licencia y dejar la moral para después, no, esa pretendida licencia ya en si misma es implacablemente una decisión ética, sus consecuencias negativas y positivas son otra cosa.
Ahora bien, la política si puede tener plazos. Usted si quiere se inscribe hoy en un partido político, si no, lo deja para dentro de un año o simplemente no lo hace nunca. Regresando a Savater podemos decir con él: “… la ética se preocupa de lograr mejores personas y la política de lograr mejores instituciones” (p. 10). Las relaciones entre ética y política no son directas, ocurren de soslayo, allí radica lo delicado y lo creativo de esa situación. Hay decisiones políticas que indudablemente encierran compromisos éticos, pero en un nivel distinto. La política es un hacer acuerdos necesarios circunstancialmente, pero la ética no. La transformación de lo personal es una cosa radical, en el sentido de lo que se pone en juego, uno mismo. Nadie discute que es necesario lograr un mejor salario, el juego político lleva a la consecución de frecuentes aumentos generales de salario, pero la cantidad que se logre en el pulsar político está sometida por otros azares, no hay en fin una cantidad que exprese realmente lo que es justo, eso es tan difícil por no decir imposible, ya que depende de muchas circunstancias e intereses. Aquí lo justo se relativiza. En cambio, es indiscutible, es absoluto el tema de la autonomía de la persona, o la inviolabilidad de su dignidad.
Entonces, hay que entender que vivir en medio de un sistema democrático implica que siempre habrá un montón de cosas que no nos gustan frente a otro montón de cosas a las cuales no estamos dispuestos a renunciar. Vivir en democracia es un ejercicio frecuente de tolerancia, un accionar sin tregua ni descanso. Para finalizar, citamos nuevamente las acertadas palabras de Savater: “la tolerancia es aprender a convivir con cosas que no te gustan. Vivir en una democracia es vivir rodeado de cosas que le fastidian a uno, que en ocasiones nos tiene que doler, pero ese es el síntoma de que uno esta viviendo realmente una democracia, cuando no estás totalmente a gusto” (p. 19).
Fernando Savater (1998). Ética y Ciudadanía. Caracas: Monte Ávila Editores

*Docente y escritor venezolano. Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

LA ÉTICA UN ATRIBUTO DEL HOMBRE




Marbelia Coromoto León*






Existen estilos de vida el ser humano se distinguen por su actividad y energía, estos estilos de vida conducen al individuo a elegir éticas que son garantizadas por la educación familiar, escolar y por la medios de comunicación.
La humanidad es hoy el producto por el cual el individuo y sus sistemas educativos acuerdan de manera consciente o no, la responsabilidad de sus acciones.
Con todo lo antes expuesto nos preguntamos: ¿Qué se considera ética?, ¿Qué hacer para que los seres humanos adquieran conciencia de que el sentido de la vida radica en construir juntos un mundo de mejor calidad?.
La ética es un atributo, una cualidad, es un tipo de saber que busca pretender, orientar la acción humana en sentido racional, se caracteriza por emplear un lenguaje valorativo, prescriptivo o normativo. En el siglo IV a de C. los filósofos y griegos se distinguían entre un saber teórico y un saber practico. El primero se preocupaba de averiguar ante todo que son las cosas, sin interés explicito por la acción y el segundo buscaba la manera de discernir que deberían hacer y como orientarían la conducta.
Actualmente la ética se propone reencontrar la autentica dimensión del hombre, claro esta tratando de superar sus desviaciones y buscar su presencia equilibrada consigo mismo y su entorno. La ética es ante todo una perspectiva personal, que toma a cada individuo, atendiendo solamente lo que es mejor para su buena vida en un momento determinado y sin esperar a convencer a todos los demás que es la forma como resulta satisfactoriamente humano vivir.
La ética aporta los soportes sobre cuales se establece la teoría educativa. Esta indica e ilumina los fines a los que se dispone dirigir la educación superior. Esta adquiere un verdadero principio, rectores que conducen a una convivencia inspirada en el bienestar del ser humano, en armonía con su entorno social, cultural y natural.


*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

LA EDUCACIÓN EN VALORES, COMPROMISO ACTUAL


Aleidys Lugo*



Uno de los grandes dilemas que enfrenta el mundo de hoy y, en general, la humanidad en sus períodos de revoluciones, es la confrontación entre los valores y principios, y los hechos sociales concretos.
La educación en valores es una de las tareas fundamentales del docente. El docente además de ser un forjador de conocimientos también lo es en la conducta a través de la emisión y ejemplificación de su ética como valor. Entender de este modo la educación actual que se pretende, da razones suficientes para justificar la convivencia de que hoy la universidad tiene como objetivo.
El conjunto de cualidades reconocidos como valores proporciona utilidad para satisfacer necesidades. Es así que los valores no son iguales para todas las personas, sino están de acuerdo a la escala de prioridades o necesidades. Por consiguiente, los valores son las predisposiciones morales y emocionales que ayudan a las personas a juzgar la importancia de las cosas, ideas o sucesos. Son las cosas en que la gente esta interesada; cosas que necesitan, desean ser o llegar ser; son modos de organizar la conducta, principios, significados y afectivos que guían el comportamiento humano.
Al impartir valores se pretende facilitar el desarrollo y la formación de todas aquellas capacidades que intervienen en el juicio y la acción moral, a fin de que los educandos sean capaces de orientar de forma racional y autónoma en aquellas situaciones que les plantea un conflicto de valores.
El valor tiene un contenido empírico social como ente personal de actitud o conciencia individual, ya que son compartidos por la sociedad que los genera inmersos en un mundo dinámico que cambia ininterrumpidamente. Un planteamiento eficaz requiere el compromiso de toda la sociedad y de manera especial de las instituciones educativas y familiares, que debe actuar siempre plenamente coordinados.

*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la Unerg (San Juan de los Morros, estado Guárico)

EL PROYECTO EDUCATIVO ACTUAL, ENFOQUE ÉTICOMORAL


Natalia Berroterán*



La educación de hoy asume el aprendizaje ético como dimensión vital de su función formativa y de su responsabilidad pública enmarcada en la socialización de nuevas formas de comprensión del mundo y de nosotros mismos, la generación de conocimientos y de prácticas pedagógicas que propicien una cultura académica de carácter inter y transdisciplinario conectada con la comprensión de nuestra realidad y con los objetivos sociales del desarrollo integral de la nación.
La organización y el quehacer académicos de las instituciones de educación superior en los que se aprende a saber, se sabe aprender y se sabe enseñar, tienen como finalidad fundamental la formación integral de sus estudiantes, esto implica un proceso complejo, abierto e inacabado mediante el cual se contribuye no sólo a desarrollar competencias profesionales, sino también y, fundamentalmente, a forjar en los estudiantes nuevas actitudes y competencias intelectuales; nuevas formas de vivir en sociedad movilizadas por la resignificación de los valores de justicia, libertad, solidaridad y reconocimiento de la diferencia, tanto como por el sentido de lo justo y del bien común; nuevas maneras de relacionarnos con nuestra memoria colectiva, con el mundo en que vivimos, con los otros y con nosotros mismos; lo que implica la sensibilización ante las dimensiones éticas y estéticas de nuestra existencia.
El enfoque de la formación integral permite revitalizar la función educadora de dichas instituciones y su importancia parte del reconocimiento relativo al hecho de que nuestros problemas no son sólo de orden técnico, científico y económico, sino también de carácter social, cultural y ético, es decir, problemas cuya comprensión y solución requieren capacidad de análisis social para una sociedad más justa, con el ejercicio de valores éticos. De ahí que las instituciones deban fortalecer la formación integral asumiéndola como el aspecto central de su función docente y de su responsabilidad social.
El proyecto educativo actual se basa en la revitalización del enfoque de formación integral de profesionales con profundo sentido de país y al servicio de los intereses nacionales y, por consiguiente, la preocupación por la integración de la dimensión ético-política en la formación universitaria. Preocupación que traduce, sobre todo, un cambio de perspectiva en relación con lo que hoy significa lograr un buen nivel de formación universitaria, y con lo que debería significar el compromiso con lo público de una universidad que pretende formar no sólo buenos profesionales sino mejores ciudadanos y ciudadanas, en esto se basa la transmisión de valores como función primordial del educador.
*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

LA EDUCACIÓN MORAL, UN DEBER INDISCUTIBLE


Yenny Bolívar*



La educación es uno de los derechos fundamentales del ser humano que debe ser impartida con amplio sentido de responsabilidad y corresponsabilidad. Actualmente existen novedosos instrumentos pedagógicos que se proponen para hacer posible el tratamiento de las cuestiones de valor, instrumentos estos que deben ser individualizados de acuerdo a las necesidades del educando en particular.

La educación moral es uno de los aspectos que más se han insistido en los últimos tiempos y uno de los temas que sé esta cuidando especialmente durante el desarrollo de la reforma del sistema educativo, por lo que tiene un papel relevante en el conjunto de actividades educativas en nuestras universidades.

La educación moral no es más que una serie de acciones intencionadas tendente a que los educandos construyan racional y autónomamente sus propios valores y normas, adopten actitudes coherentes con los mismos y se comporten de manera consecuente; de acuerdo a esto, toma gran importancia la función formadora de los docentes y aunque fácil se plantea, está dotado de una serie de factores que sobre ello influye y que muchas veces lo dificulta haciendo entonces que sea un proceso complejo, y es aquí donde el docente debe ser capaz de derrumbar cualquier obstáculo que dificulte la internalización de los valores las cuales son importantes para el desarrollo de un individuo capaz de enfrentar una sociedad.

La educación moral es un deber incuestionable que debe impartir el docente y trasmitir profundamente a los educandos, caracterizado por el carácter social que lo desborda, es por ello que el docente debe tener una preparación suficiente para optimizar al máximo la eficiencia de las tareas realizadas y el aprovechamiento personal.

La educación moral debe convertirse en un ámbito de reflexión individual y colectiva, y es el docente el ente formador que lleva a conductas y ámbitos más coherentes con los principios y las normas con el fin de interiorizarlas. La educación moral quiere formar criterios de convivencia que refuercen valores como la justicia, la solidaridad, la cooperación o el cuidado de los demás; puede concebirse como algo más amplio, referido sobre todo a los procesos mentales de asunción y/o crítica, y en su caso de elaboración, de esos valores, capacidad que en líneas generales se refiere a la estructura moral del ser humano, y que tiene mucho más que ver con su actividad ética. Entonces es deber indiscutible de las universidades y por ende de sus formadores no dejar atrás esta actividad tan importante para los educandos ya que serán el reflejo de las sociedades.

*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG. (San Juan de los Morros, estado Guarico.

jueves, 24 de julio de 2008

LA ETICA Y LA MORAL. Crecer hacia adentro para ayudar hacia afuera


Víctor Villavicencio*




A pesar de que desde el punto de vista etimológico el término ÉTICA tiene raíz griega Hetos que significa costumbre, y la palabra MORAL tiene raíz latina MORIS que también significa costumbres, ambos términos en nuestra sociedad no significan lo mismo.
La ética es una rama de la filosofía que estudia la moral, y aun cundo sigue siendo la ciencia que estudia las costumbres de los seres humanos, ella profundiza sobre la bondad o la maldad de sus actos a partir de juicios basados en criterios profundamente arraigados en la sociedad.
Tiene carácter científico en razón de que obedece a paradigmas fundamentados, y con base a ellos estudia modelos o patrones de comportamiento de la realidad indicando como debe ser el comportarse un fenómeno de acuerdo su patrón conductual estudiado , en fin es ciencia porque presenta un paradigma de conducta que el hombre debe realizar, tiene carácter racional porque estudia las causas, razones, perjuicios y bondades de una conducta; por otra parte es normativa porque estudia lo normal, no de hecho sino de derecho, es decir que no estudia lo que sucede si no lo que debería suceder..el deber ser.
La ética presenta dificultades debido a la gran diversidad de sistemas morales que existen en la sociedad, por ejemplo, la libertad como derecho humano le confiere al individuo la potestad de escoger sus modelos o patrones conductuales de acuerdo a sus valores individuales y sociales.
Otro de los problemas con que se enfrenta la ética se refiere a los criterios individuales sobre la manera de usar los medios para lograr los fines, cuestión que sirve para justificar conductas sin consideración de sus consecuencias.
Sin embargo, cuando el individuo estructura una conducta en razón de sus criterios éticos desde su conciencia y auspiciada por su convicción profunda, actúa desde su obligación moral.
Estos criterios se definen a partir de la influencia que ejerce sobre él aspectos como el placer o el instinto, sus motivaciones subconscientes, la presión social, normas morales y civiles, normas legales, valores. Cuando actúa con base a las inclinaciones producto de su mundo interior, fundamentado en valores humanos y universales y orientados hacia el servicio a sus semejantes y a la comunidad, el individuo esta actuando desde su yo profundo.
La ética se diferencia de la moral en que la moral esta representada por las normas que se trasmiten generacionalmente propias de cada sociedad y contexto histórico y que orientan la conducta de los individuos que conviven en ella; mientras que ética son normas, principios y razones que el individuo adopta por convicción propia. Ahora bien, esta postura ética no siempre coincide con las normas morales de su sociedad generándose en ese caso conflictos ético-morales que generan presiones psicológicas en él y lo colocan en situaciones frustrantes o de aislamiento social o en otros en posición de rebeldía que se expresa por actitudes de hostilidad y violencia.
Es saludable un análisis introspectivo sobre este tema, sobre nuestros criterios éticos y en que forma éstos se contrapones con las exigencias morales de nuestro medio, quizá encontremos las causas de muchas de nuestras inconformidades subyaciendo en esas conductas que tenemos y no nos explicamos y por otra parte entendamos la necesidad de explorar y fortalecer nuestro yo profundo a través de un trabajo individual permanente que nos haga crecer hacia adentro como única forma de expandirnos hacia nuestro entorno con solidaridad social que podamos expresar a través del trabajo comunitario. Crecer hacia adentro para poder ayudad hacia afuera.
*Médico, docente universitario y estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

EL CAMBIO QUE TODOS ESPERAMOS


Ruth Galán*



Hablar y opinar acerca de la educación no es tarea fácil para esto seria necesaria realizar una investigación exhaustiva y comparativa del direccionamiento de la educación a nivel mundial. Sin embargo, resulta inevitable que nuestras opiniones se escapan con el día a día. Para nadie es una sorpresa la situación político-social por la que nuestro país ha transitado en los últimos nueve años y exalto estos últimos nueve años porque son los que en mi opinión puedo juzgar responsablemente debido a mi corta edad.
Cambios radicales y deliberados se han suscitado durante este periodo en Venezuela, cambios que han afectado distintas aristas del argot social, mismos que han sido aprobados y desaprobados por la base, situación que ha causado contentura y descontento en el pueblo ahora llamado “soberano” (y el pueblo no ha sido siempre el soberano?) lo mas grabe de esta situación es que entre tanta alharaca, discusiones, acuerdos, desacuerdos e insultos, impresos, televisados y radiados los proyectos se presentan pero nunca se concretan y la educación en nuestro país en todos y cada uno de sus niveles ha sido una de estas vertientes de componente social que ha mi parecer a sido golpeada e irrespetada duramente por este periodo de gobierno.

La perdida de valores y principios es una de las faltas mas graves que podemos notar actualmente en nuestra educación, misma que empieza en neutros hogares trancita por las calles y termina en nuestras escuelas, liceos y universidades .Según Criti Cou: “cuándo hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas
materiales, espirituales, instituciones, profesiones, derechos civiles, etc., que permiten al hombre realizarse de alguna manera”. El valor es, entonces, una propiedad de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un carro puede ser útil además de ser bello. El valor es pues captado como un bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal es, entonces, la carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al vacío, es decir, a lo que no existe. Por ejemplo, el agujero en un pantalón, es la falta o ausencia de tela, entonces que pasaría si el agujero no fuese en un pantalón si no en nuestros niños que pretenden crecer a pasos agigantados experimentando y realizando actividades a destiempo
sin permitirse una corrección por parte de sus tutores, niños que se crían con una convicción errónea de la realidad, es así como son capaces de amenazar un docente de llevarlo a la LOPNA , “porque ellos tienen derechos”… hasta llegar a las universidades con las mismas convicciones que se describen en una falta radical de valores, es por eso que no les importa quemar cauchos y cerrar avenidas porque por ejemplo: el presidente estudiantil de una determinada Universidad no logró que un profesor de vieja data vendiera sus principios suspendiendo un examen para que sus estudiantes asistir a un mitin político. Ahora yo me pregunto: ¿está es la educación que queremos? Una educaron a mi juicio incierta donde no sabemos si nuestros hijos van a las universidades a formarse como doctores, ingenieros o abogados, una educación donde se trueca indiscriminadamente una evaluación por una asistencia a una marcha? ¿Será que ese examen que mi medico perdió en su formación universitaria fue la que ocasionó la muerte de mi familiar?¿porque los educadores se prestan para esto? o peor aun por que los estudiante se lo permiten? ¿Son las universidades el escenario adecuado para los movimientos políticos? el asunto se torna complicado y esto es por que nuestros estudiantes han dejado de lado los principio y los valores héticos de la edición que yo tanto extraño y tan solo tengo 25 años…. y también he transitado por ellos, pero mi formación se hizo de bases sólidas, de un aspecto del pasado que espero regrese. La educación exige una formación de autentica personalidad individual, pero también con un claro sentido social de la manera que se puedan evitar dos amenazas unilaterales , por una parte la amenaza individual que hace a la gente antisocial , y por otra, la amenaza colectiva que la hace antipersonal , Efraín Gonzáles Secretario de Educación del estado de Jalisco expone que “el reto difícil de la vida humana y tan bien de la orientación educativa es formar individuos capaces de mantener y desarrollar la responsabilidad personal y la cooperación sin desespersonalizarce en la relación con los demás en que se busque el bien común del grupo pero sin caer en excesos de falta de identidad masificada”. Es por esto que solo reconociendo nuestra existencia sucesiva y nuestra vinculación de unos con otros como personas y como generaciones, tiene sentido relacionarse tan abstractamente con el servicio a nuestra patria porque a cada quien le toca una tarea durante el tiempo concreto de su existencia sucesiva, un país no se construye con una sola persona ni con una manera radical y totalitaria de pensar se contruye con tú mano, la mía, la de el …misma que permitirá una patria común, el rescate de una educación que agoniza y pide a gritos su salvación.
Para finalizar, voy a citar a la profesora Maria Fernanda Myerston quien dijo en una clase de periodismo I en pleno paro petrolero a su grupo de estudio: “Los periodistas son imparciales ante todas las situaciones… no callan, hacen sentir la voz del pueblo, transmiten y utilizan adecuadamente los géneros periodísticos.” Es por esto y respetando mis principios y mis valores formados y arraigados en mi casa, mi escuela y la universidad que me formó que expreso esta preocupación a través de este artículo de opinión, pienso que esta es mi tarea en mi existencia sucesiva como periodista, mi granito de arena, como aporte al cambio que todos esperamos…..

*Licenciada y estudiante de la Especializacion en Docencia Universitaria de la UNERG (San Juan de los Morros, estado Guárico)

UNA REALIDAD PELIGROSA


Italo José Ramírez *



Según lo acota L. E. Raths, en algunos estudios aparecidos en los últimos años se ha planteado la cuestión de la influencia que el sentido de los valores puede tener en la conducta de un niño. El autor asegura que “tanto los jóvenes como los adultos, se enfrentan a un mundo de problemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida del hombre. En estas decisiones están en juego los valores como fuerzas directivas de acción. Éstos, con frecuencia entran en conflicto; en parte por la poca claridad del sistema de valores de la sociedad y la desorientación de la existencia humana”. Ahora bien ¿como ocurrió esto? ¿Porqué se fue de las manos de padres y educadores? El buen sentido de la educación, la transculturización siempre ha existido, el intercambio cultural así como la adaptación de modas y conductas. En mi opinión, el problema inicia en nuestras casas cuando encontramos que en un núcleo familiar una niña de 15 años que ya es madre. Esta situación, también se extiende a la escuela. Quizás, el estado tiene cierta responsabilidad ya que no actualiza ni crea programas realmente convincentes para que estos jóvenes cambien su perspectiva ante una realidad extremista y desenfrenada.
La naturalidad de las cosas también nos hace imitables, no es posible que nos hagamos los sordos, ciegos y mudos ante una realidad peligrosa que atenta contra el futuro de un país una realidad que no deja ver los pocos rastros de una educación formada en valores y principios.
Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores; otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo paradigma socioeconómico y cultural; también hay quien dice que el problema está en la existencia de multivariedad de valores, lo que produce confusión, desorientación, actuación y valoración de los seres humanos. Quizás esté ocurriendo todo ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta que en todas las sociedades y en las diferentes épocas el hombre como guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la globalización del mundo actual?
No obstante a esta realidad, no es ajeno el hecho de que existen cuestiones no resueltas en la comunicación y en la vida de los hombres, en su educación, en su calidad de existencia, que impiden el desarrollo de una personalidad integral y adecuada a la sociedad en que ésta se despliega.
La Dra. Martha Arana Ercilla realizó un estudio sobre el comportamiento humano y en el acota que ha sido y es interés de diferentes ciencias: la filosofía, la psicología, la sociología y la pedagogía, las que desde sus diferentes objetos de estudios enfocan su campo de acción. Así los debates pueden ser desde los distintos puntos de vista. No obstante, el objetivo común está en la comprensión e interpretación de los porqué de las actuaciones de los seres humanos, para lograr orientar el comportamiento humano hacia las tendencias más progresistas y desenajenantes de la humanidad, su crecimiento espiritual y material, todo ello dentro de los requerimientos que impone la sociedad, de ahí que, en el centro de su análisis se hallen los conflictos entre el ser y el deber ser, y derivado de ello entre el hacer y el saber hacer.
Para concluir, se puede acotar que, en general, el ente formador debería otorgar a las nuevas generaciones los elementos necesarios para que aprendan a vivir, sabiendo que al hacerlo, tendrán que elegir. Es decir, optar por unos valores. En otras palabras, el objeto de los educadores cuando educan en valores es pronunciar al alumno nuevas pautas correctas de convivencia tales como el respeto, el dialogo y además una serie de actitudes que le capaciten para llevar a cabo una vida digna y conciente en una sociedad democrática y participativa.

*Licenciado y estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

REFLEXIONES ÉTICAS SOBRE LA DOCENCIA UNIVERSITARIA


María de los Ángeles Badra Damore*




La ética como norma que se desprende de la moral, implica un correcto proceder en el ejercicio de un arte, trabajo, profesión u oficio. Es la vocación o dedicación que debe internalizar toda persona que se dedica a la prestación de un servicio en su conducta habitual para con el público. Es un deber ser, de principios imperativos de conductas del sano y correcto ejercicio, que en algunos casos es de carácter subjetivo; es decir son normas de carácter autónomo donde el obligado crea la norma, la internaliza en su mente, la acepta como una obligación y la exterioriza con su desempeño o quehacer diario ante aquel que requiere o necesita de sus servicios. En estos casos, cuando el que presta servicios cumple su obligación negativamente, se dice que se ha faltado a la ética y en consecuencia lo que pudiera sobrevenir no es la sanción del Estado sino aquella que nace de la opinión pública; es decir el desprestigio y el repudio del colectivo, como es el caso del comerciante, o del trabajador independiente. En el caso de los profesionales, la ética lleva consigo normas de conducta de carácter jurídico impuestas por el Estado a través de los Códigos de Ética, conjunto de reglas o mandatos que ante su incumplimiento no solo pueden conducir al repudio y desprestigio público, sino a sanciones administrativas, civiles y penales inclusive.
La institución docente universitaria no escapa de los supuestos de hecho y de derecho anteriormente descritos. Al profesor universitario por mandato de ley entre muchos requisitos y cualidades se le exige además uno de suma importancia y ese no es otro que “la Probidad”. Este es un principio ético que refleja en grosso modo la vocación de servicio del docente universitario, pues de el se desprenden otros tales como: la honestidad, integridad, rectitud, seriedad, lealtad, y sabiduría, valores morales que deben nacer con el educador, y no serle impuestos por mas ley que la de su propia conciencia.
El docente universitario debe ser digno ejemplo para sus alumnos, demostrar ante ellos conocimiento y don de justicia, porque a fin de cuentas ellos serán sus jueces y quienes crearan su prestigio, desprestigio o repudio.

*Médico y estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

EL DOCENTE QUE TENEMOS Y EL DOCENTE QUE QUEREMOS, REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISYUNTIVA ÉTICA

Tibisay Vargas Rojas*






Cuando accedemos al máximo documento legal que rige las acciones del Estado, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y leemos el Capitulo VI, de los Derechos Culturales y Educativos, el artículo 104, encontramos el siguiente texto: “La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica”. Quedan más que explícitas las condiciones requeridas para ejercer el papel básico en la guía de los destinos que regirán el país y que se responsabilizarán de su desarrollo: el papel del maestro.
Este título, “maestro”, del latín magister, “principal” o “perfecto”, ha sido a través de los siglos, el término que se acuña a quien ejerce la función de docente, término este último también derivado del latín docens, entis, “que enseña”, y por supuesto quien enseña tiene el deber de ser perfecto.
No es irse al extremo del concepto que encierra el término “perfecto”, puesto que el mismo seria inaplicable a una naturaleza en particular, sobre todo a la humana en términos relativos y discutir sobre lo mismo llenará eternamente páginas filosóficas, sino situarse sobre la altísima responsabilidad que debe asumir quien tiene a su cargo la dúctil naturaleza de niños y jóvenes que merecen el mejor y mas justo de los tratos tanto físicos, intelectuales, morales, mentales, y por qué no estéticos, para construir, definir, y desarrollar sus naturalezas y potencialidades.
El actual paradigma educativo venezolano, sienta sus bases en el modelo constructivista, que asegura cumplir la premisa de satisfacción integral del individuo, promoviendo la construcción de su conocimiento a partir de si mismo, teniendo como guía responsable de ello al docente a su cargo, quien responderá a las pautas de la política educativa del estado, que en el caso de Venezuela, y yendo de nuevo a La Constitución; Capítulo III, art. 103 , expone que: “Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación, y aspiraciones”, en otras palabras, que cada quien manifiesta y entrega según su naturaleza y potencial, hablando del estudiante, y alguien ayuda y guía en el proceso, hablando del docente.
La tradición educativa venezolana ha sido muy clara en la exposición de estos motivos. Si se hace retrospectiva a las primeras décadas del siglo XIX, se encuentra a El Libertador Simón Bolívar, cuando ya la Gran Colombia era un hecho y con motivo del regreso a América de su maestro Don Simón Rodríguez, dirigiéndole en una carta fechada 19 de Enero de 1.824 las siguientes palabras: “¡Oh mi maestro! ¡Oh mi amigo! ¡Oh mi Robinson! Usted en Colombia, usted en Bogotá y nada me ha dicho, nada me ha escrito. Sin duda es Ud. El hombre más extraordinario del mundo… Con que avidez habrá seguidos mis pasos dirigidos por Ud. Mismo. Usted formo mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. Me señaló.”
Son líneas más que explicitas de una concepción que se ha mantenido a través ya de dos siglos, y que hoy más que nunca urge de aplicarse: el docente ético e idóneo.
Repasando el devenir social y político del estado venezolano, y enfocando particularmente el caso de la educación sistematizada, destaca el hecho de que siempre se ha puesto énfasis en las exigencias que se hacen a quien aspira el desempeño docente, más la respuesta en el “deber ser”, que se traduce necesariamente en el desarrollo integral de país, ha dejado mucho que desear. ¿Es que acaso la realidad de la educación venezolana se manifiesta en la dualidad: el docente que se tiene y el docente que se quiere?, y, ¿a quién compete la responsabilidad de ello?. Evidentemente al mismo estado, pues yendo al citado art. 104, también se lee: “El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán establecidos por la ley y responderá a criterios de evaluación de méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica”. Nuevamente la ley es más que clara y puntual, sólo que tal vez no se cumple puesto que los resultados, evidenciados en la calidad del producto que es el estudiante, no es la esperada, y esto se evidencia año tras año, bástese tomar la muestra de cualquier proceso evaluativo final, en cualquier periodo, de cualquier institución educativa, en cualquier nivel.
Claras están las pautas, y siempre ha sido así, que se espera un docente probo, idóneo, ético, competente y actualizado, sin temor al cambio, que es la tónica de los tiempos, hoy más que nunca que la dinámica tecnológica, la superpoblación y la condición cada vez menos rural del país se patentan. Sin embargo ese docente no se manifiesta.
Tiempo atrás se achacaba esta deficiencia a la actitud que muchos maestros tomaban en su desempeño: el distanciamiento, la suficiencia basada en el desprecio de un criterio que difiriera del suyo, los métodos de evaluación netamente cuantitativos, el espacio inadecuado para el desarrollo del proceso enseñanza- aprendizaje (cuatro paredes en un aula), la falta de recursos, entre otros. Hoy día es inexcusable dicha actitud tomando e cuenta el énfasis puesto en el desarrollo del paradigma constructivista en la educación que requiere un docente cuyo perfil comprenda ser creativo, innovador, estimulante, motivador, comprensivo, tolerante y crítico, y sería verdaderamente “mala fe” obviarlo. Cursos y más cursos de capacitación, amén de la formación académica para la docencia, los medios de comunicación, y hasta el discurso cotidiano en las relaciones humanas, enuncian a vox populi la propuesta.
Es pobrísimo entonces asegurar que ello se debe a la falta de formación e información, puesto que de ser así se pondrían en entredicho las propuestas de las entidades formadoras de docentes: universidades y pedagógicos, que dependen del Ministerio de Educación como ente rector, y quien se guía a su vez del prospecto legal subrayado en la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento. Y si no es la formación y el esfuerzo puesto en ello quien falla, no queda otra que volver los ojos al individuo, a su realidad , a su satisfacción. ¿Está satisfecho el docente?. Para nadie es desconocido que ha sido subpagado y desconsiderado, tomando en cuenta que la compensación socio-económica proporcional a su esfuerzo y desempeño ha dejado mucho que desear, y no es menos cierto que en los últimos tiempos se ha tratado de paliar la situación con políticas que se proponen mejorar su economía (aumentos y bonos.). Pero, ¿son totalmente satisfactorios?, ¿llenan sus expectativas y/o necesidades?, ¿están a la par de las exigencias de la economía nacional?, ¿el costo de la vida y el poder adquisitivo del docente están en justo equilibrio?. La corriente humanista manifiesta que la satisfacción de las necesidades, optimiza las acciones del individuo. Tal vez dentro de estas reflexiones repose la respuesta al por qué se tiene al docente que “se tiene”, y no al docente que “se quiere”, que debe ser el que “se debe”.
Las fotografías corresponden a la película "La lengua de las mariposas" (1.999) del director español José Luis Cuerda.
*Poeta, docente universitaria y estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

lunes, 21 de julio de 2008

DIARIO DE MOSCÚ. PARTE 5

Edgardo Malaspina*


MIERCOLES, 30 DE AGOSTO.
Me despierto a la siete y quince. La mañana es oscura y fría. Los cuervos graznan como en concierto. El viento despega las hojas de los árboles. Nos dirigimos a mi universidad, ahora llamada Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. En la Facultad de Medicina mi tutor, Alexie Frolov, fumando pipa y con bastón, me reconoció inmediatamente y me obsequió su más reciente libro de ensayos humanísticos. Me presentó al Consejo Científico y a la gente del decanato, el cual dirige desde hace veinte años. Esboza una sonrisa y dice: “Cumplí setenta años y lo celebré por todo lo alto”. Entiendo su sonrisa que se traduce como una victoria sobre las expectativas pronosticadas hace cuarenta años cuando le diagnosticaron varias enfermedades graves. Dice que la universidad recibe un cuarenta por ciento del presupuesto del gobierno y el resto lo producen ellos mismos: “Al principio con la perestroika pasamos mucho trabajo, ahora estamos bien”. Le pregunto si considera la situación de ahora mejor que antes y no demora en responder afirmativamente.
Con el decano de la facultad de medicina de mi universidad en Moscú, Frolov...........

Al recorrer la facultad donde estudié constató que nada ha cambiado, excepto en algunos pequeños detalles. El busto de Pavlov está en la entrada, recibiendo siempre a la gente con su rostro pensativo, pero el de Lénin fue removido y ya no preside la entrada del decanato. Los profesores son prácticamente los mismos y me da la impresión de que ni siquiera han envejecido como si hubiesen bebido el elixir de la eterna juventud. Chibis sigue estudiando los biorritmos del sol relacionados con la salud, Tolia todavía cree que puede resolver cualquier problema médico a través de la filosofía, y todo el equipo junto de fisiopatología se ocupa del funcionamiento del corazón, como siempre.
Claustro de la facultad..........................

Voy al rectorado. Svetlana Grigorievna, representante para América Latina, nos recibe y promete concertar una entrevista con el rector. Salimos rumbo a la avenida Lénin. ¡Todavía se llama así! Llueve bastante. Compro un paraguas en el camino. La Lénin conserva su aspecto siempre acogedor, genuinamente moscovita. El Moskva, que era una modesta tienda en el socialismo, ahora es un centro comercial de lujo. Pregunto por un telescopio y la vendedora dice que se venden muchos: “Hay tantas cosas buenas y productos alrededor que ahora la gente quiere ver para arriba”.
Natalia..................

Regresamos en un taxi pirata. El chofer dice que como siempre unos están contentos y otros quejándose. “El socialismo resolvió unos problemas puntuales. Ahora la tierra que era del Estado se repartió, pero la gente no sabe que hacer con ella, no tiene medios para trabajarla”.

Natalia y Edgardo....................

Algunas notas periodísticas hablan del aniversario de la creación del sistema de teatros en Rusia , y el primero en el mundo, según ukaz de la emperatriz Elizabeta Petrovna el 30 de agosto de 1756.

Bebo dos tragos de vodka antes de meterme a la cama para estar acorde con la costumbre de los rusos.

En la casa de Chejov..................

JUEVES, 31 DE AGOSTO.

Está entrando el otoño. Hace frío. Camino cuarenta minutos para comprar los periódicos. Celebramos el cumpleaños de Natalia con varias bebidas y muchos bocadillos. Vladi, un amigo de Alexei, que estuvo peleando en Chechenia habla de la tragedia de esa guerra; Tolia, el esposo de Katia, conversa de los cambios sociopolíticos, de las matemáticas, la historia, el enciclopedismo y remata diciendo que en el socialismo la sociedad la movían los disidentes, que ahora no son necesarios(¿?) porque todo se hace en libertad. Serguei me dice al oído: “Sabe tanto que el cerebro no le cabe en la cabeza”. Alexei toma la guitarra y canta composiciones de su propio padre.

VIERNES, 1 DE SEPTIEMBRE.

La mañana es fría y lluviosa, pero salgo a caminar con el perro. Hoy es un día festivo y se llama del Conocimiento: empiezan las clases en todos los niveles de educación. En las escuelas de primaria, secundaria y en las universidades se inician las actividades académicas. Es un día de muchas flores, poesías y discursos con loas a las ciencias, las artes y el saber en general. Vamos al museo de Chéjov en la calle Sadovoe-Kudriskoe. Lo creó la familia del escritor en 1912. Allí vivió Chéjov desde 1886 hasta 1890 y allí escribió muchos de sus relatos. Se mudó a esa casa en la época cuando no duraba más de un día haciendo un cuento. “Los escribía con la misma rapidez que un reportero hace una nota sobre un incendio”, afirmaba el propio escritor. En el museo están la sala; el cuarto de trabajo, donde Chéjov consultaba a sus pacientes y escribía sus libros (lo hacía escuchando música, que tocaba en un piano su hermano Nicolás. La música preferida de Chejov era el Preludio nro 6 de Chopin ) ; y los dormitorios de él y sus familiares. El guía nos muestra el título de médico obtenido en la Universidad de Moscú y nos cita unas palabras del escritor: “No tengo dudas, las clases de medicina influyeron enormemente sobre mi actividad literaria. Ellas aumentaron el diapasón de mis observaciones, me dieron muchos conocimientos, cuyo verdadero valor para mí como escritor lo puede entender sólo un médico…la medicina es mi esposa y la literatura es mi amante.” Vemos su maletín médico, un mortero para preparar remedios, una campanita…Más allá una fotografía de Chaikovski, quien lo visitó en 1889 para agradecerle la dedicatoria del libro Gente Triste. La biblioteca que una vez estuvo aquí, no está ahora-dice el guía. Chéjov ordenó entregarla después de su muerte a su ciudad natal , Tagangor. Luego agrega, mostrándonos una foto: vean a Chéjov en la clínica atacado por la tuberculosis en 1897…Tolstoy lo visitó y hablaron de la inmortalidad del alma…Salimos del museo y yo recuerdo unas palabras de Chéjov sobre ese tema: “Creer en la inmortalidad del alma es una cobardía que reconforta”.

En la casa de Dostoyeski.......................

Vamos al museo de Dostoyeski, en la calle que lleva su nombre. Es un edificio construido en 1806 como hospital para pobres, llamado la Casa de Dios o el Hospital de María, y donde vivió y trabajó de médico el padre del escritor. En 1812 Napoleón, durante la invasión a Moscú, convirtió el edificio en su hospital militar. Allí nació Fiodor Dostoyeski en 1821. La infancia de Dostoyeski se relaciona con este hospital y así lo manifestó en sus diarios. Sus recuerdos se remontan a los dos años de edad “cuando su madre lo llevó a la iglesia y observé a las palomas volando de ventana en ventana”.

El guía nos explica que el apellido Dostoyeski procede de la comarca Dostoyes en Lituania, adquirida por un ruso en 1506. En el siglo XVII los Dostoyeski que no aceptaron el catolicismo huyeron hacia Ucrania. El abuelo del escritor, Andrei Dostoyeski, era un sacerdote ortodoxo. Fue uno de los autores de un libro de versos religiosos, uno de cuyos ejemplares perteneció a Fiodor y se encuentra en el museo, junto a su biblioteca, un candelabro, su pluma con el tintero, y el diván que usó para escribir Crimen y castigo.

En tranvía...........................

El director del museo nos invita para que nos quedemos y escuchemos el concierto de un cuarteto en honor a las festividades por la fundación de Moscú. La pequeña sala esta abarrotada y ya no hay asientos; pero nos buscan unas sillas y muy amablemente nos las ofrecen. Escuchamos composiciones del joven Mozart. A la salida damos un paseo en tranvía. No llevamos un rumbo preciso, sólo paseamos en ese medio de transporte , y es claro que nos lleva a otras épocas. La ciudad está adornada con bambalinas y la gente camina enarbolando banderas…

*Médico, poeta e historiador venezolano (San Juan de los Morros, estado Guárico)

EL MAESTRO DE ESGRIMA

Daniel R Scott*







"La esgrima es como la comunión. Hay que ir a ella en la debida disposición de cuerpo y de alma. Contravenir esa ley suprema trae implícito el castigo" (Arturo Pérez-Reverte)

"Es posible que en algunas ocasiones tu integridad te signifique algunos problemas y sufrimientos, pero no los temas. Si tienes que elegir entre la vida engañosamente fácil que resulta del sacrificio de tus principios o el sufrimiento que te ocasiona tu integridad, ni siquiera te permitas la debilidad de la duda: sufre, pero que tu conciencia permanezca entera" (Braulio Pérez Marcio)


Al fin pude terminar "El maestro de esgrima" de Arturo Pérez-Reverte. El escritor de la obra, nacido en España y reportero de guerra por dos décadas, es hoy miembro de la Real Academia Española. Al principio leer su novela me fue como remontar una montaña y al tener ya andado la mitad del ascenso, ser presa del agotamiento e intentar emprender el camino de regreso (a pesar de que la obra es entretenida y está bien escrita). Me aburrí tanto que a la altura de la página 186 quise echarla a un lado para leer otra cosa más emocionante o con sabor religioso (quizá "Sin novedad en el frente" de Erich María Remarque o "Confesiones" de san Agustín) Total, la idea era expulsar el aburrimiento que me carcome el ánimo o llenar a las horas que se pasean vacías al son del "tic-tac" del reloj con algo que les diera sabor y sentido. Pero se dio el caso que me tocó viajar a cierta clínica de la ciudad capital y para no dejarme apabullar por el hastío de dos o tres horas de viaje y del tráfico interminable, me llevé la novela y la concluí durante la mañana de ese día miércoles. Salí del terminal de San Juan leyéndola. Viajé las dos horas leyéndola. Llegué a la clínica leyéndola y, al finalizar su lectura, de lo emocionante del desenlace, la obra me estalló en la cara. Tal fue el final que no digo nada más, querido lector, para que te motives y disfrutes de sus páginas.
El hidalgo Jaime Astarloa es un personaje anacrónico que profesa con la devoción de un santo un arte anacrónico: la esgrima, oficio éste que la novedosa aparición y masificación de las armas de fuego (cosa de traidores) han hecho obsoleto. Reacio a los cambios que trae el devenir de los años y el progreso, nuestro maestro se aferra contra toda lógica a la esgrima con un elevado sentido de lealtad, estética y honor que, según el autor de la obra, escaseaban o eran tenidas en poco en la convulsionada España de 1868. Un Miguel Ángel del florete en busca de su "Grial" que consistía en "la estocada perfecta, imparable, la más depurada creación alumbrada por el talento humano, modelo de inspiración y eficacia". Don Jaime se define como un hombre que "en realidad solo pretendo ser honesto. Honorable. Honrado. Cualquier cosa que tenga su etimología en la palabra honor". Un ser anticuado, muchas veces risible, que se mantiene integro, fiel a su ideal así no sea compatible con el clima de agitación política y social de esa España a la cual él no parece pertenecer. Por eso, en la contraportada de la novela podemos leer: "Es una inquietante parábola sobre el poder del dinero, la ambición política y la extinción de los valores de honradez y fidelidad en este siglo XX que agoniza". Anacrónico, sí, y por tal motivo admirado por unos y despreciado por otros, porque en un mundo dominado por la ambición desmedida y la falta de escrúpulos, nos encontramos de repente a un hombre dispuesto a vivir, luchar y morir si es preciso por sus creencias, porque "toda mi vida me he limitado a sostener una cierta idea de mi mismo, y eso es todo. Hay que conservar una serie de valores que no se deprecian con el paso del tiempo. Lo demás son modas del momento, situaciones fugaces y mutables".
En una sociedad integrada por masas amorfas y sin identidad ni un ideal que les sirva de estrella, se tiende a simpatizar con estos raros ejemplares de la raza humana. Seres de articulaciones éticas oxidadas que no dejan de admirados y nos enseñan que los valores no son conceptos pertenecientes a viejos libros que nadie lee o a alguna lengua muerta como el Latín. Minorías anónimas que no buscan cambiar al mundo pero cuyo sentido del honor, del deber y la honradez los convierten, segun la doctrina magistral del monte, en "sal de la tierra y luz del mundo".
6 de Junio de 2008
*Bibliotecario y escritor venezolano (San Juan de los Morros, estado Guárico)

lunes, 14 de julio de 2008

UNA SOLA CARNE




Aarón Almeida Holmquist*











SUEÑO INVÁLIDO

Empuñé mis manos deshidratadas de fe
me vestí de ruegos
y tomé al hijo de Dios como rehén
para que no te marcharas

Heme aquí
---

ESTÁTICO

Arranca hojas secas del árbol de mis sueños

El dolor
aún lo toquetea

palmo a palmo
---

S/T

Aquí
yace mi
cuerpo
hecho
una charca
ignorada
El
miedo
el desencanto
y
la melancolía
integran
su cotidianidad

Colmado
de abandono
aún resiste
el duro pesar
de
no
tenerte
---

MARACAY 5: 30 PM

Esta tarde
llevo
una visible tristeza
sobre los hombros
Sin disimulo
el desgarro
derrama su negrura

Abandonados en lo amargo
bajo el látigo
de un anhelo empañado
estos ojos
de esquina a esquina te lloran

Yacen ya quebrados

en blanco

tras la travesía de lo sangrante
---

PERSONAL Nro 2

No es difícil
escribir de desamor a diario
cuando
una herida
aislada por la vida
lleva en su lomo
de ronca voz
la inmortalidad
de un querer

Yo
no tengo ningún afán por el olvido

pero apenas y hablo

apenas y respiro
---

OMNIPRESENCIA

Esta ciudad reclama
ver girasoles
o algo que provenga de ti

Si así siguen las cosas
esta abismal espera
dará carta de defunción
a un sol en coma
y rogará al Cristo
una estadía
en las habitaciones
de su reino
---

Fotografía del autor: Greeys Hernández/ Pintura: Versicolor; Técnica: Mixta sobre tela 30 x 40 cm 2008, Keyla Holmquist.

*(Caracas, 1981) Estudiante de primer año de Arte Gráfica en la Escuela de Artes Visuales "Rafael Monasterios" Maracay, edo. Aragua. Ha participado en diferentes talleres literarios con escritores de la región. Textos suyos han aparecido en el suplemento literario Contenido del diario El Periodiquito, en el cuerpo de Cultura del diario El Aragüeño y en la revista literaria Casa Grande. Pertenece al programa “La comunidad y su escritura” auspiciada por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello Aragua. Ha escrito Una sola carne (poemario inédito).

sábado, 12 de julio de 2008

UN POCO DE EXISTENCIALISMO

Daniel R. Scott*




Quería hablar un poco de alguna mujer que amé (o creí amar ) entre 1981 y 1983, pero de ese período el recuerdo, que a veces no es apacible sino indomable como potro salvaje, me trae al presente otras cosas muy distintas, como mi propio rostro con ojos de roedor ebrio reflejado con filosófica indiferencia en el ámbar helado de un tarro de cerveza. Me viene a la mente además mis lecturas. Quizá no me veías entre las toxicas neblinas de un cigarrillo encendido colgando de mis labios pero entre cerveza y cerveza me fumé al menos uno o dos libros de Camus, Cortázar y Sábato, entre otros. "El Perseguidor" de Cortázar me encantaba y obsesionaba a tal grado que a veces hasta me atemorizaba porque llegué a pensar que allá en algún estrato del subconsciente, todos nos parecíamos o deseábamos parecernos al talentoso, perdido y decadente protagonista del relato.
Pero confieso que no fui una lumbrera al estudiar los autores arriba citados, afirmarlo o crear tal impresión sería una pretensión de muy mal gusto que nadie se tragaría. Los leía y ya. Eso es todo. Y me identificaba parcialmente con lo que leía, eso no lo niego. Considero que no poseía el interés ni la amplitud mental para estudiar a fondo y de manera sistemática los postulados existencialistas de toda esa galería de literatos famosos, no a esa edad. Asumía mis lecturas con una clásica y cinematográfica pose a lo "Rebelde sin Causa" de Nicholas Ray. Solía escupir las máximas de lo que leía que dejaban a mis amigos atónitos y con el convencimiento de que yo estaba algo chiflado o desperdiciando mi vida con lecturas que nada tenían que ver con mi edad o con mi condición de clase media. Era un solitario porque todo aquel que lee y lee e intenta amoldar su vida a todo lo leído vive en una isla desierta donde ningún otro ser humano ha desembarcado nunca. El que toma un libro y decide convertirse en lector y actor de lo que lee estará condenado al ostracismo.
Pero con todo y mi indisciplina lectora, ¡cuantas veces me cercó el espíritu de Antoine Roquentin! Muchas situaciones, aficiones y personas se me antojaban desagradables, vacías, estúpidas, como aquella estatuilla khmer del relato aquel del existencialista francés. Frente a mis flamantes y recién adquiridas "Obras Maestras del Siglo XX" de mi biblioteca de mi casa de la "Salida Los Llanos No 128", pensaba "algo me ha sucedido, no puedo seguir dudándolo. Vino como una enfermedad, no como una certeza ordinaria, o una evidencia" (Jean Paul Sartre, en "La Náusea"); y entonces salía de la casa a las cuatro de la tarde para regresar doce horas más tarde totalmente ebrio, dando traspié; o dejaba de presentar un examen de Latín con el buen Carrero Mejías para leer una página de Pavese (¿El Diablo sobre las Colinas? ); o me iba de cacería con el rifle wínchester automático al hato de papá. Por culpa de esa actitud mis huesos fueron a parar un par de veces a la máquina centrípeta de un septiembre prolífico en reparaciones y todos en la casa se preguntaban "¿Qué le pasa?". Nadie lo sabía porque recuérdese: el que lee es un solitario...
Finalmente, un buen día, siguiendo de una manera apresurada los consejos del propio Sartre, jugué un poco con las ideas antes de hacer mía una de ellas y me decidí por la fe y la ética cristiana. De ellas me llamaban la atención no tanto su autenticidad como su funcionalidad: me daban resultado y eso me bastaba. Asumí una posición pragmática a lo William James: definir la verdad en los términos de lo que funciona. "Si esto funciona es la verdad que necesito" pensaba. Esto me acarreó no pocas dificultades con los eternos ortodoxos y literalistas que no podían aceptar mi tesis de que, en ultima instancia y al margen de toda polémica, Cristo podía ser también "un estado de conciencia, la actividad de lo divino en el hombre" (J. R. Guillent Pérez)
Pero esa es otra historia
1995
*Escritor y bibliotecario venezolano (San Juan de los Morros, estado Guárico)

PALABRAS PRONUNCIADAS POR EL DR. EDGARDO MALASPINA EN LA PLAZA BOLÍVAR DE SAN JUAN DE LOS MORROS EL 10 DE MARZO DE 2008 CON MOTIVO DEL DÍA DEL MÉDICO

Dr. Miguel Angel Ramos, Presidente del Colegio del Estado Guárico y demás miembros de la Junta Directiva. Estimados colegas Señores todos.

Hablar del Día del Médico en Venezuela es hablar del Dr. José María Vargas; y hablar de Vargas en la Plaza Bolívar tiene un valor extraordinariamente simbólico.
La vigencia de legado de Vargas tiene connotaciones especiales en los actuales momentos signados por la incertidumbre política.
El Libertador en su lecho de muerte al hacer su testamento incluye a Vargas entre los hombres que deben hacer cumplir su última voluntad por considerarlo uno de los venezolanos más puros y honrados del país.
Vargas es uno de los pocos que defiende a Bolívar en el momento de ser execrado, tanto en Venezuela como en Colombia , y cumple unos de los mandatos de sus póstumos que consiste en trasladar sus restos desde Santa Marta hasta Caracas.
Antes de trasladar los restos de Bolívar, Vargas los revisa minuciosamente junto a Alejandro Próspero Reverand, quien constata su autenticidad, y deja una descripción detallada de los mismos. Por lo tanto en el día de hoy, cuando se ha creado una comisión para exhumar e investigar los restos del Padre de la Patria, la palabra de vargas será tomada en cuenta una vez más.
Hay dos ejemplos de Vargas para iluminarnos y así salir de la crisis que nos embarga: el primero tiene que ver con su total desprendimiento del poder. Es elegido en 1835 presidente de al República porque todos los venezolanos reconocer sus virtudes, pero no le quita el sueño el poder; y este es un ejemplo orientador en materia política para entender nuestra realidad. Necesitamos hombres como Vargas para ejercer el poder de manera mesurada, sin amor desaforado por el mismo, pero con fervor para beneficiar al pueblo.
El segundo ejemplo corresponde a la materia medico-científica: en su testamento enfrenta la muerte con sosiego socrático. Es muy cristiano pero nada le impide recomendar a su colega Eliseo Acosta que haga la autopsia de su cadáver “para lustrar las causas de una enfermedad rara en beneficio de la humanidad”, dice textualmente.
Es decir al borde de la muerte pensaba en cómo hacer medicina.
Por otro lado hay una relación de Vargas con nuestra región: La epidemia de “peste boba” o derrengadera en el ganado caballar en los llanos del país fue investigada por varios médicos, entre ellos José María Vargas.
Vargas, en 1833, decía que si la enfermedad no era cortada se convertiría en una amenaza para los ganados y la agricultura. A Vargas le llevan una mula proveniente de los llanos de Calabozo con “desrengadera”. La examina , la trata con puntos de fuego o moxibustión y exitosamente el animal se cura.
Aquí tenemos al Vargas veterinario, además de médico, químico y botánico.
La otra relación con el Guárico es a través del Dr. Julio De Armas, quien descubrió la silla rectoral de Vargas En 1950. De Armas escribe:

“Con coraje y curiosidad de verificar entre la leyenda y la realidad, nos aventuramos a darle luz a la verdad y al cuarto misterioso. En los primeros pasos interiores, tropezamos entre tupidas telarañas y capas de polvo enmarañadas y dispersas en aquel oscuro escenario: muebles y más muebles de diversos usos, unos casi inservibles, otros destruidos… Cual sería nuestra sorpresa frente a una silla, más bien un sillón académico, tallado Luis XV, con incrustaciones de dibujos arabescos, otros a fuego, muchos a dorado. Letras testimoniales: UNIVERSIDAD CENTRAL, grabados con diseño del siglo XIX. ¿La silla del Dr. Vargas? Exclamamos. Faltaba la experticia del especialista para confirmarlo. Solicité y obtuve de seguidas, el informe del experto en decoración y mobiliario colonial del señor Muller, quien por su especialidad y experiencia había amoblado la Casa Anauco, de esta capital, antigua residencia de campo del Marqués del Toro, habitada y visitada por El Libertador tantas veces...Fue afirmativa nuestra sospecha...”

Termino con una estrofa de un soneto de José Manuel Acosta dedicado a Vargas , muy elocuente:
Él, de la augusta ciencia de Hipócrates, el oro
con ademán de apóstol fundó a la humanidad,
y su alma fue sagrario donde brilló un tesoro
de virtud y entereza, de nobleza y bondad.

jueves, 10 de julio de 2008

COLOQUIO DE HISTORIA DE VENEZUELA EN HOMENAJE A LA HISTORIADORA IRMA MENDOZA

Este viernes 11 de Julio en el Teatro de Bolsillo de la Casa Artesanal, frente al Viejo Mercado Libre de San Juan de los Morros, se realizará el Primer Coloquio de Historia de Venezuela, esta vez como un merecido homenaje a la Doctora e Historiadora Irma Mendoza. Esta importante actividad está siendo organizada por las editoriales alternativas Viento del Sur Editores, bajo la dirección de Arturo Álvarez D’ Armas, Tibisay Vargas Rojas, y Jeroh Juan Montilla y la Asociación Civil Editorial Guárico, presidida por Edgardo Malaspina, contando con el auspicio de la Alcaldía de las Mercedes del Llano y la Fundación Cultural de la Alcaldía del Municipio Juan Germán Roscio bajo la dirección de la Profesora Mary Perdomo.


La programación para ese día es la siguiente: En la mañana de 9 a.m.- 12 m, Palabras inaugurales del Doctor e Historiador José Marcial Ramos Guédez. Posteriormente se abre un 1er. ciclo de ponentes con el Cronista e Historiador Oldman Botello, el Doctor e Historiador Felipe Hernández, el poeta y bibliógrafo Arturo Álvarez D´Armas y el Historiador y periodista José Obswaldo Pérez. Sigue un periodo de preguntas y respuestas, y para finalizar, una velada musical por parte del Quinteto Los 5 amigos. Por la tarde, de 2 p.m. a 6 p.m., inicia un segundo ciclo de ponentes con el Doctor e Historiador Adolfo Rodríguez, la Profesora e Historiadora Oneyda Martínez, el Doctor e Historiador Edgardo Malaspina, el Profesor e Historiador Ubaldo Ruíz y la Profesora e Historiadora Fabiola Bolívar, luego una ronda de preguntas y respuestas. Seguirán palabras de la Historiadora Irma Mendoza, cerrando con la intervención musical del tenor Ramón Garay.

La profesora Mendoza es una historiadora de amplia trayectoria investigativa que trata a profundidad con mucha minuciosidad el tema de la negritud y la africanidad en la historia del país. Son muy destacados sus aportes a temas como la esclavitud en las regiones llaneras guariqueñas, y a los complejos asuntos de la propiedad de tierras desde los tiempos coloniales hasta nuestros días. Irma Mendoza nació en la ciudad de Caracas. Maestra Normalista, graduada en la Escuela Normal Gran Colombia, 1962. Profesora de Educación Media Mención Geografía e Historia egresada del Instituto Pedagógico de Caracas, 1966.Cursó estudios de Historia en la Universidad Central de Venezuela. Realizó estudios de postgrado en la Universidad Santa María, bajo la dirección del Dr. Federico Brito Figueroa, donde obtuvo los títulos de Especialista en Historia Económica y Social de Venezuela (1989), Magíster en Historia (1993) y Doctora en Historia (2003). Docente activa con 40 años de servicios en distintos niveles del sistema educativo venezolano, y en la actualidad, Profesora del Postgrado en Historia de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (San Juan de los Morros- Guárico). Ex-presidenta de la Junta Calificadora Nacional del Ministerio de Educación, 1995-1998 y ex-Secretaria de Educación del estado Guárico, 1999-2000. Posee numerosas publicaciones en periódicos y revistas tanto venezolanas como del exterior, especializadas en el campo de la historia, ponente en muchos eventos regionales, nacionales e internacionales. Ha recibido diversos reconocimientos y condecoraciones, como la Medalla 27 de Junio en Primera y Segunda Clase. Además, ha participado en varios proyectos de investigación entre cuyos temas destacan: propiedad territorial, esclavitud, llanos, etc. Miembro fundador del Centro de Investigaciones Históricas del Llano Venezolano (San Fernando de Apure- Apure) y activa colaboradora del Centro de Estudio del Llano de la Universidad Rómulo Gallegos (San Juan de los Morros- Guárico).

miércoles, 9 de julio de 2008

ÉTICA Y MORAL PROFESIONAL

Jadit Maldonado*


La palabra ética viene del griego ethos que significa costumbre, con lo que se puede inferir que esta estudia las costumbres y hábitos , dados ciertos principios muchos autores lo nombran como la ciencia de los actos humanos ya que está mas cercana a la orientación en los actos y obras , otros que puede ser denominada como la ciencia de los principios constituidos de la vida moral ; todos estos preceptos nos llevan a la conclusión que la ética estudia el desarrollo libre de la voluntad del hombre encaminada hacia la realización del mismo como persona.

La ética juega un papel importante ya que es aplicable en nuestras vidas, debido a su enfoque practico-técnico derivado de nuestras costumbres y comportamiento , perfeccionando y ayudando a asegurar nuestra realización como personas teniendo en cuenta lo que vale la pena seguir bajo condiciones y lineamientos , por esta razón debemos apegarnos a las bases del actuar ético como la inteligencia , tomando en cuenta los intereses de los demás y por supuesto los principios de solidaridad, equidad , eficiencia, imparciabilidad , responsabilidad entre otros.

Ética y moral no son lo mismo la ética nos da valores universales y la moral las distintas aplicaciones que tiene la ética, la moral es expresada en la realidad, la vida en concreto, costumbres, hábitos y valores. Si una persona actúa bajo estos preceptos es considerada moral ya que la ética es el intento racional de averiguar como vivir mejor y su punto de apoyo es darnos las pautas para conseguirlo.

La ética profesional es la ciencia que estudia los deberes y derechos profesionales también llamada deontología , la cual tiene por objeto crear consciencia , responsabilidades en voluntad para para hacer el bien , nadie es profesional por tener un titulo este expresa su condición de profesional , mas no cuenta con todas las cualidades para serlo; el ser profesional digno representa la excelencia , respeto consigo mismo y los demás , por lo cual se recomienda acatar ética y moral como opción de vida ya que de nosotros depende si en nuestra profesión queremos tener la ética como una doctrina de comportamiento la cual nos llevara al éxito no solo como profesionales si no también como personas integrantes y creadoras de una sociedad mucho mejor.

*Licenciada y estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNERG. San Juan de los Morros, estado Guárico.